(CNN) – El análisis de los restos de una joven medieval que fue enterrada boca abajo con los tobillos posiblemente atados sugiere que se tomaron medidas adicionales para garantizar que “no pudiera ‘volver’ de la tumba”, según declararon arqueólogos.
El cadáver de la joven de 15 años fue hallado en una fosa en un asentamiento de la Alta Edad Media cerca del pueblo de Conington, en el condado de Cambridgeshire, en el sureste de Inglaterra, según el Museo de Arqueología de Londres (MOLA).
La excavación tuvo lugar entre 2016 y 2018 y ahora terminó el estudio de los restos de la menor.
Aunque la Inglaterra de la Alta Edad Media no tenía tradiciones funerarias establecidas, era una práctica común en la época que el cuerpo del difunto se dispusiera boca arriba, según informó este lunes el MOLA en un comunicado de prensa.
“Se cree que ser enterrado boca abajo era una expresión social de ‘otredad’, una práctica de enterramiento reservada a personas consideradas fuera de la sociedad de la Alta Edad Media”, dijo MOLA. “Esto incluye a aquellos que tenían un aspecto o actuaban de forma diferente al resto de la comunidad, a los de bajo estatus social, así como a los individuos que sufrían muertes violentas o inesperadas”.
Los osteólogos (especialistas en huesos) de MOLA hallaron pruebas que sugieren que la niña era de clase social baja. Sospechan que murió repentina o inesperadamente, ya que sus huesos no mostraban signos de una enfermedad larga y grave.
Según el comunicado, había indicios de que sufría desnutrición infantil y el análisis de su columna vertebral reveló que padecía una enfermedad de las articulaciones de la columna vertebral, que habría empeorado por haber realizado trabajos manuales duros desde una edad temprana.
Casi seguro que la consideraban diferente
“Este enterramiento ofrece una interesante, aunque trágica, oportunidad de ver las realidades de la vida, y la muerte, para aquellos que en el pasado eran vistos como extraños”, dijo Don Walker, osteólogo humano sénior de MOLA, en el comunicado.
“Probablemente nunca sabremos con exactitud cómo la comunidad en que creció veía a esta joven, pero la forma en que fue enterrada nos dice que casi con toda seguridad era vista como diferente”, añadió.
“Además de estar enterrada boca abajo en un lindero, la posición de sus tobillos sugiere que podrían haber estado atados. Esto implica que la comunidad tomó medidas adicionales para asegurarse de que no pudiera ‘volver’ de la tumba”, añadió.
La colocación del cuerpo de la niña también hizo que el lugar de su enterramiento pareciera significativo. Según el comunicado, el cuerpo de la niña fue depositado en una fosa que anteriormente había albergado un gran poste de madera para la puerta de entrada de un recinto.
Esto tenía similitudes con el enterramiento de una mujer, boca abajo, también en el foso de un asentamiento, a finales del siglo VIII-IX, a unos 50 kilómetros de donde ocurrió este caso. A esa mujer, que se cree que fue ejecutada, le faltaban los brazos, la cabeza, el cuello y parte de la columna vertebral.
Aunque el enterramiento en cementerios asociados a iglesias no era una práctica habitual en la época, los límites y lindes parecían utilizarse para enterramientos “significativos o inusuales” en Inglaterra durante ese periodo, según MOLA.
Se utilizó la datación por radiocarbono para revelar que la niña murió entre los años 680 y 880 d.C., y los trabajos arqueológicos realizados en el yacimiento sugieren que la actividad del asentamiento en el lugar finalizó durante los siglos VIII y IX.