(CNN Español) – En un sorpresivo discurso, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se defendió este viernes en medio de la polémica por el beso no consensuado a la futbolista Jennifer Hermoso y aseguró que no dimitirá a su cargo. “Voy a luchar hasta el final”, dijo.
Durante una asamblea extraordinaria convocada por la RFEF, Rubiales dijo que “pedía perdón sin paliativos” por hacer un gesto tocándose la zona genital en el palco central del estadio, durante la final del Mundial Femenino de Fútbol.
Pese a lo que se vio y a la posición de la futbolista, el dirigente dijo que “fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas, de todo el proceso que se ha montado en este país. Fue consentido”.
“Quien vea el video [del momento del beso] entenderá que ante 80.000 personas en el momento, ante millones de personas de manera televisada, ante toda la gente que había ahí, entre ellas mis hijas, el deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. No hay deseo y no hay posición de dominio. Toda la gente lo entiende, aunque se esté vendiendo otra cosa en muchos de los medios, tanto los que están rindiendo pleitesía al señor (Javier) Tebas como a los que le están rindiendo pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país”, afirmó el dirigente en medio de varios aplausos de los asambleístas.
Tras otras afirmaciones, que incluyeron respuestas a funcionarios del Gobierno español –como Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno español en funciones, e Irene Montero, ministra de Igualdad en funciones–, dejó en claro que no piensa dejar su cargo, pese a lo se preveía.
Rubiales insistió en que el beso que le dio tras la final de la Copa Mundial a Jenni Hermoso “es libre, que es mutuo, que es consentido, pero que obviamente tengo que pedir una disculpa por el contexto en el que se produjo. No estoy fuera del mundo y sé que me he equivocado también en eso. Pero ¿creen ustedes que eso es para sufrir la cacería que estoy sufriendo? ¿Sinceramente lo creen? […] ¿Para que pidan mi dimisión? ¿Es tan grave para que yo me vaya habiendo hecho la mejor gestión de la historia del fútbol español? ¿Ustedes creen que tengo de dimitir? Pues les voy a decir algo: ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!, sostuvo a gritos.
El encendido discurso de Rubiales
Rubiales comenzó su alocución frente a los representantes de los clubes diciendo que la asamblea era el ámbito en el que debía dar “todas las explicaciones”. Además, afirmó que recibió muchos mensajes de apoyo: “Hay mucha gente que, aunque silenciada, me está apoyando. Diría que más que en contra”.
Rubiales primero pidió disculpas por un gesto obsceno que hizo en el palco durante la final entre España e Inglaterra, en el que un video captó el momento en que se toma sus genitales, justo a metros de la reina Letizia.
En cuanto al beso a Hermoso, afirmó de forma contundente que fue “consentido”.
“Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas, de todo el proceso que se ha montado en este país. Fue consentido. Esta jugadora falló un penalti. Tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un más. Tuvimos momento cariñosísimos durante la concentración”, señaló.
Asimismo, detalló cómo fue el momento en que le dio el beso a la futbolista.
“Ella fue la que me subió en brazos, me acercó a su cuerpo. Nos abrazamos y le dije ‘olvídate del penalti, sin ti no hubiéramos ganado el Mundial’. Ella me dijo ‘eres un crack’, y yo le dije ‘¿un piquito? .Y me dijo ‘vale’. Y se fue riéndose. Esa es la secuencia de todo. Que todo el mundo entendió., y ella dijo que era una anécdota y demás”.
Rubiales dijo también que “no se está intentando hacer justicia” con los reclamos para que deje su cargo, sino que “se está intentando un asesinato social”. “Se me están intentando matar. Como español, tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos”, afirmó.
Antes de la asamblea, la mayoría de los medios españoles daban por descartado que Rubiales presentaría su dimisión debido al escándalo desatado por lo vivido tras la final del Mundial. Sin embargo, el dirigente sorprendió al anunciar que permanecerá en su cargo.
Rubiales apuntó a algunos funcionarios del Gobierno español, como la vicepresidenta Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra Urteaga, y adelantó que las demandará.
“La señora Yolanda Díaz, la señora Montero, la señora Belarra, el señor Echenique, se han referido a esta acción con la palabra vejar, violencia sexual, sin consentimiento, agredir. ¿Qué pensarán las mujeres que de verdad las han agredido sexualmente? A estas personas que han dicho esto de mí, que me han acusado, que están tratando de asesinarme públicamente, me voy a defender donde se tiene que defender, en los juzgados”, amagó Rubiales.
Las reacciones al discurso de Rubiales
Inmediatamente después del discurso, las reacciones no se hicieron esperar.
Una de las primeras futbolistas que se pronunció a través de las redes sociales tras el discurso de Rubiales fue la estrella de la selección española, Alexia Putellas.
“Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo compañera”, escribió la futbolista del FC Barcelona en la red X, arrobando precisamente a Jenni Hermoso.
La vicepresidenta segunda del Gobierno español en funciones, Yolanda Díaz, insistió en sus críticas a Rubiales y dijo que su discurso fue “inaceptable” y que Rubiales “no puede seguir en el cargo”.
La ministra de Igualdad de España en funciones, Irene Montero, dijo que Rubiales “busca su impunidad” e hizo un llamado para que la Fiscalía y el Consejo Superior de Deportes para que protejan a Hermoso: “Ahora más que nunca, Jenni Hermoso, no estás sola”.
Javier Tebas Medrano, presidente de LaLiga, dijo en un extenso tuit que “ha sido muy difícil explicar qué está pasando con Luis Rubiales durante estos años” y agregó que “los gestos misóginos, las expresiones soeces, el desastre protoclario y los insultos de este último bochorno mundial, no son una sorpresa” y esto tenía antecedentes.
“A Rubiales le interesa mentir y presentarme como un conspirador para parapetarse en una falsa equidistancia y salir del paso de sus escándalos y desmanes. Nada más lejos de la realidad”, escribió Tebas Medrano.
“Aunque el truco burdo victimista le ha funcionado demasiadas veces, esta vez seguir intentándolo es simplemente ridículo, es imposible atribuir a ningún absurdo complot su comportamiento misógino y deleznable cuando el daño reputacional para todo el fútbol español ya es inevitable”, dijo.
El delantero español Borja Iglesias, que hace parte de la selección de fútbol, renunció al seleccionado español tras el discurso de Rubiales: “No me siento representado por lo que ha pasado hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas”, escribió.
“Vestir la camiseta de la Selección Española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes.
Por su parter, el exarquero de la selección de fútbol de España Iker Casillas lo resumió en un corto tuit: “Vergüenza ajena”.
Las voces contra Rubiales
Rubiales enfrentó presión de varios frentes, desde las jugadoras de la propia selección pasando por la Liga Profesional de fútbol femenino de España, el Consejo Superior de Deportes (CSD) del Gobierno español, el sindicato que representa a las futbolistas de Español —FUTPRO—, líderes políticos, estrellas del fútbol femenino y más recientemente desde la FIFA, cuya Comisión Disciplinaria le abrió un proceso este jueves.
La indignación en torno a Rubiales se desató a raíz de un video en el que se lo ve abrazando a Hermoso, poniéndole ambas manos en la cabeza antes de besarla. Después le da unas palmaditas en la espalda mientras ella se aleja. Todo, durante la ceremonia de premiación luego del triunfo de España en la final del Mundial Femenino ante Inglaterra, este domingo.
Si bien Rubiales pidió disculpas y admitió que “cometió un error” al besar a Hermoso, muchas voces rechazaron lo ocurrido y pidieron su salida de la RFEF.
La jugadora Jenni Hermoso se expresó a través de un comunicado simple: “Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto”, escribió la futbolista en la nota de prensa del sindicato.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo esta semana que las disculpas de Rubiales eran “insuficientes”.
“Creo incluso que no son adecuadas y que, por tanto, el señor Rubiales tiene que seguir dando pasos para aclarar lo que todos vimos”, dijo Sánchez esta semana, de cuyas palabras hicieron eco varios políticos españoles que pedían su renuncia.
“Sus excusas no sirven absolutamente para nada”, dijo Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno español en funciones y líder del partido Sumar.
“Lo que vimos en esa final en este sentido fue vergonzoso”, agregó Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria y secretaria general del Partido Popular.
Después a lo largo de la semana vendrían las reacciones desde el fútbol femenino. La Liga Profesional de Fútbol Femenino —Liga F— presentó una denuncia ante el presidente del Consejo Superior de Deportes contra Rubiales pidiendo la inhabilitación de Rubiales.
“Una de las mayores gestas de la historia del deporte español se vio ensuciada por el bochornoso comportamiento del máximo representante del fútbol español que, una vez más, y guiado por su continuo y habitual afán de protagonismo, demostró no estar a la altura del cargo que ostenta”, dice el comunicado.
Y agregó que “no se trata únicamente del beso” que le dio Rubiales a Hermoso, sino en una actitud “muy alejada” de los valores de la sociedad.
La Asociación de Futbolistas Profesionales de España (FUTPRO), el sindicato que representa a las futbolistas españolas, dijo que actos como estos no deberían quedar impunes, que deben ser sancionados y que se debe tomar medidas pertinentes para proteger a las futbolistas.
Entre tanto, el Consejo Superior de Deportes (CSD) del Gobierno español anunció que si la RFEF no tomaba medidas contra Rubiales, ellos sí lo harían.
Y en medio de más críticas que se sumaban con el pasar de los días, Amnistía Internacional se pronunció diciendo que lo que ocurrió con Hermoso es “una forma de violencia sexual, que como cualquier otra, no debe ser justificada en ningún contexto”.