(CNN) – Es la pesadilla de cualquier persona que tenga una mascota: llevártela de viaje y que se pierda.
Eso es justamente lo que Paula Rodríguez está viviendo, luego de que el personal del aeropuerto de Atlanta —el más transitado del mundo— perdiera a su perra Maia cuando ella debía tomar un vuelo de Delta.
Rodríguez voló desde República Dominicana, donde vive, para pasar unas vacaciones de dos semanas en California con Maia, de 6 años, el pasado 18 de agosto.
El viaje en Delta Airlines incluía que Maia fuera en la cabina con Rodríguez, aunque había una escala en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta antes de continuar hacia San Francisco.
Sin embargo, Rodríguez relató que al llegar a Atlanta a las 6.55 p.m. de ese viernes el personal de inmigración le informó que “no cumplía con los requisitos” de su visa de turista, por lo que la cancelaron y le dijeron que tendría que regresar a casa en el próximo vuelo.
Cuando los funcionarios se dieron cuenta que el siguiente vuelo salía hasta el día siguiente, le informaron que tendría que pasar la noche en un centro de detención, pero que su perra no podía acompañarla.
“Llamaron a un agente de Delta que me quitó a Maia”, contó Rodríguez a CNN.
“Comencé a preguntar dónde pasaría la noche ella y le dije que había estado muy angustiada durante el vuelo. Cuando llegamos allí (a Atlanta) había vomitado por la angustia y tenía diarrea”, continuó.
“Él me dijo que no me preocupara porque la llevarían a un centro con personal capacitado para esa situación. Que le darían comida y agua y la cuidarían. No era lo que yo quería, pero lo entendí. No podía hacer nada y confié en él”.
Un reencuentro que nunca sucedió
El vuelo en el que Rodríguez regresaría a República Dominicana estaba programado para las 10:20 a.m. del día siguiente, y el personal de inmigración le dijo que la recogerían del centro de detención 1 hora y 45 minutos antes de la salida para llevarla a la puerta de abordaje, donde su perra la estaría esperando.
“Les pregunté a todos, les dije que necesitaba tiempo para localizarla, que ella estaba enferma y que quería limpiar su perrera, y me dijeron: ‘Vamos a la puerta, ella tiene que estar allí’”, recordó Rodríguez.
Los pasajeros ya estaban embarcando cuando llegaron. Pero Maia no estaba allí.
“El personal de la puerta empezó a hacer llamadas. Un representante vino y me dijo que la estaban buscando, que debía estar en las instalaciones pero no tenían tiempo de buscar y que debía subirme al avión”, dijo Rodríguez.
“Entrar en pánico y dije: ‘Lo siento, no puedo subirme cuando me dices que no sabes dónde está mi perra’”.
La cambiaron a un vuelo una hora más tarde, con destino a Punta Cana, a dos horas y media en auto de Santo Domingo. Rodríguez estaba feliz de cambiar de destino, y asumió que era una simple confusión y que Maia llegaría al siguiente vuelo.
Pero Maia no apareció y los agentes de inmigración le dijeron a Rodríguez que no podía estar en Estados Unidos por más de 24 horas sin una visa. Así que tuvo que tomar ese vuelo a Punta Cana sin su mascota.
Buscando desesperadamente a Maia
Rodríguez dice que sufrió un ataque de pánico durante el vuelo de tres horas a Punta Cana. Ella y Maia han pasado apenas minutos separadas desde que Rodríguez, quien solía rescatar perros callejeros y buscarles un hogar, la encontró cuando era una cachorra de un mes y no podía soportar separarse de ella.
“Todos los que me conocen saben lo que significa para mí. No voy a ningún lado sin ella. Se porta tan bien que la llevo a restaurantes, literalmente a todas partes. Ella es mi compañera en todo”, le dijo a CNN.
Al aterrizar en Punta Cana, presentó un reclamo. Mientras tanto, su madre llegó a Santo Domingo en caso de que la perra hubiera llegado allí sin que nadie se diera cuenta.
“Llamé a Delta, al aeropuerto de Atlanta e incluso a San Francisco. Presenté todos los reclamos posibles. Llamé a todos los refugios y las clínicas veterinarias que pude en Atlanta. Estuve dos días agonizando sin respuesta”, dijo Rodríguez.
El lunes, dos días después de la desaparición de la perra, dice que fue contactada por un representante de Delta en Santo Domingo.
“Dijo que cuando la estaban transportando [al avión] en la pista, el personal había abierto su jaula, y que ella había salido del auto y escapado”, le dijo a CNN.
“Los aviones despegaban y aterrizaban. Me dijo que la persiguieron pero ella corría cada vez más rápido y escapó. Eso es todo lo que sé”.
Al día siguiente, otro representante de Delta la llamó y le informó que él se encargaría de su caso. “Lo he llamado varias veces al día pero no tiene novedades”, dijo.
Al tener su visa estadounidense cancelada, a Rodríguez no se le permite volar de regreso a Estados Unidos para buscar a su perra. Por lo que, el 24 de agosto, seis días después de la última vez que había visto a Maia, la madre de Rodríguez viajó a Atlanta para encargarse de la búsqueda en nombre de ella.
“Le dieron un recorrido y le mostraron las grabaciones de las cámaras, pero dice que no hay nada, que no hay pistas”, explicó Rodríguez.
“La cuestión es que ese aeropuerto tiene más de 16.000 kilómetros cuadrados. Mi mamá me dijo que tiene dimensiones aterradoras. Definitivamente es posible que esté escondida en el aeropuerto, pero podría estar en muchos lugares”.
Hartsfield-Jackson fue clasificado como el aeropuerto más transitado del mundo a principios de agosto por la firma de análisis de aviación OAG.
“Una pesadilla”
Maia tiene un microchip, y Rodríguez dice que tanto ella como Delta han notificado a todos los refugios de animales y veterinarios del condado y han enviado fotos de ella. Por eso cree que Maia podría estar todavía en el aeropuerto.
“Si alguien la hubiera encontrado, la habrían llevado a un refugio, donde la hubieran reconocido. Mi información está ahí. La mayor posibilidad es que ella todavía esté ahí, escondida”, dijo.
Un portavoz de Delta dijo a CNN en un comunicado: “Los equipos de Delta han estado trabajando para localizar y reunir a esta mascota con la clienta y permanecemos en contacto con la clienta para brindarle actualizaciones. El personal de Delta está profundamente preocupada por ella y por la perra, y estamos comprometidos con los esfuerzos de búsqueda continuos, trabajando en estrecha colaboración con el Departamento de Aviación de la ciudad de Atlanta y otras partes interesadas”.
Mientras tanto, un portavoz del aeropuerto dijo a CNN: “Los equipos de operaciones de ATL realizan inspecciones de pistas y aeródromos durante todo el día. En este momento no han encontrado a la perra, pero seguirán atentos si aparece. Si la ven, el personal de ATL intentará atraparla y devolverla a la aerolínea y a su dueña”. Pero no respondieron cuando se les preguntó cómo se le permitió escapar al perro en primera instancia.
En 2019, un perro escapó de su jaula mientras lo trasladaban a Atlanta. Gale, un Staffordshire Terrier americano, fue encontrado después de una búsqueda de cuatro días. Los pilotos la vieron en la pista y le colocaron una trampa con comida para atraerla.
Para Rodríguez, la espera de noticias es dolorosa.
“Estoy en agonía”, dijo. “He estado viviendo una pesadilla desde el viernes, sabiendo que mi bebé está asustada en algún lugar o podría estar herida. Me vienen a la cabeza todo tipo de pensamientos y no puedo hacer nada. Cada minuto parece un día”.