(CNN Español) – En la nueva lista de los 10 más buscados por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) no aparecen Ismael “El Mayo” Zambada, del cártel de Sinaloa, ni Nemesio Oseguera alias “El Mencho”, del cártel Jalisco Nueva Generación, dos de los presuntos líderes de los más poderosos y violentos de los cárteles de la droga en México.
En estos primeros 10 de la DEA figuran algunos de los que podrían pertenecer a una nueva generación de narcotraficantes.
Entre ellos, Iván Archivaldo Guzmán Salazar quien, según la DEA, tendría 40 años. Se le conoce como “El Chapito” por ser uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y es buscado presumiblemente por conspirar con la intención de distribuir, importar y exportar sustancias controladas.
Ofrecen una recompensa de hasta US$ 10 millones por información que lleve a su detención.
Según el Departamento de Estado de EE.UU. Guzmán Salazar es considerado una pieza importante del cártel de Sinaloa.
Señalan que es el responsable de las labores de seguridad de esa organización criminal y que estaría al mando de sicarios que protegen y promueven “operaciones y vastos territorios” de esta organización criminal, junto con sus otros medio hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán López.
El Departamento de Estado indica que “también es responsable de coordinar el tráfico de otras sustancias controladas en nombre del cártel de Sinaloa, incluidas la cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana”.
En 2005, Guzmán Salazar fue arrestado en México, acusado de lavado de dinero, pero años después quedó libre al desestimarse las pruebas en su contra.
Luego, el 17 de octubre de 2019 Ovidio Guzmán —conocido en México también como “El Ratón” o “Ratón Nuevo”— fue detenido por primera vez durante un operativo militar en Culiacán, Sinaloa. Sin embargo, fue liberado cuando tras su arresto se desató una ola de violencia que incluyó amenazas de muerte a familias en la ciudad.
Finalmente, fue capturado en un operativo especial realizado en enero de 2023 en Sinaloa y Estados Unidos hizo una solicitud formal de extradición a la Fiscalía General de México, según una fuente del Gobierno de México con conocimiento del caso.
De acuerdo al Departamento del Tesoro de EE.UU., tras la detención y extradición a Estados Unidos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, cuatro de sus hijos ––Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, junto con sus hermanastros Ovidio y Joaquín Guzmán López–– “intentaron continuar con el legado de su padre en el tráfico de drogas”.
Señalan que se les conoce como “Los Chapitos” o “Los Menores” y han sido imputados por diversos cargos federales por tráfico de drogas en una o más jurisdicciones en Estados Unidos.
La mayoría de la lista está integrada por presuntos operadores del cártel de Sinaloa y que trabajarían para “Los Chapitos”.
Uno de sus supuestos cómplices es Alan Gabriel Núñez Herrera.
En abril, el Departamento de Estado de Estados Unidos lo ubicó como miembro de “Los Chapitos”, una fracción del cártel de Sinaloa, liderada por 4 de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Ofrecen hasta US$ 1 millón como recompensa a quien brinde información que lleve a su captura.
También del cártel de Sinaloa, la lista incluye a Óscar Noé Medina González, alias “Panu”. Lo acusan de presunta conspiración para la importación y tráfico de fentanilo, así como lavado de dinero, entre otros.
Según un reporte del Departamento de Estado difundido en abril, Medina González sería una de las personas más próximas a Iván Archivaldo Guzmán, a quien consideran como “un líder de alto nivel del cártel de Sinaloa”.
Medina González supuestamente formaría parte del aparato de seguridad de “Los Chapitos”, y fungiría como una especie de supervisor de “cada uno de los comandantes regionales”, así como de los sicarios, de esta fracción del cártel de Sinaloa.
Ofrecen una recompensa de hasta US$ 4 millones por información que lleve a su captura.
De esta misma organización criminal, buscan a Liborio Núñez Aguirre, alias “El Karateca” y a Luis Javier Benítez Espinoza, alias “El Fourteen”, acusados, según un informe del Departamento de Estado de EE.UU., de traficar grandes cantidades de fentanilo desde México hacia Estados Unidos. Presumiblemente, operarían para “Los Chapitos”.
Ofrecen por cada uno una recompensa de hasta US$ 1 millón por información que lleve a sus respectivas capturas.
Dos supuestos operadores de laboratorios clandestinos de fentanilo para el cártel de Sinaloa también han sido incluidos en esta lista. Ellos son Carlos Omar Félix Gutiérrez y Silvano Francisco Mariano, alias “Rayo”, “Rayito”, a quienes se les acusa por su presunta conspiración para el tráfico de fentanilo, posesión de ametralladoras, así como por lavado de dinero, entre otras.
Según el Departamento de Estado de EE.UU. los químicos que utilizarían son importados de China y procesados para obtener el fentanilo que es traficado hacia Estados Unidos.
Indican que ambos fueron arrestados en Bogotá el 16 de marzo por Agentes de la Policía Judicial e Inteligencia de Colombia, cuando desembarcaban de un vuelo comercial. Permanecen bajo custodia en espera de su extradición a Estados Unidos.
Dos ciudadanos de origen chino forman parte de los 10 más buscados por la DEA: Chuen Fat Yip, alias “Chuan Ye Chuan Fa Ye” presunto líder de una organización de narcotráfico que opera en China territorial y en Hong Kong, y quien sería uno de los proveedores de esteroides anabólicos ilegales más prolíficos del mundo, que en gran parte tuvieron a Estados Unidos como destino final, según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos del 2021.
Este mismo reporte indica que controla un grupo de empresas que venden compuestos y sustancias químicas precursoras del fentanilo a menudo bajo etiquetado falso, a organizaciones de narcotráfico en México para la producción ilegal de fentanilo destinado a comercialización y consumo en el mercado de EE.UU.
Ofrecen una recompensa de hasta US$ 5 millones por información que conduzca a su arresto y/o condena o ubicación.
El otro es Kun Jiang, a quien la DEA acusa de conspiración por importación y tráfico de fentanilo, así como por conspiración de lavado de dinero.
En abril, el Departamento de Estado de EE.UU. lo ubicó como uno de los presuntos proveedores de productos químicos precursores de fentanilo, con sede en China.
Establecen que, en 2021, una empresa en la que supuestamente trabajaba vendió cerca de 25 kilos de precursores químicos, destinados al cártel de Sinaloa. La mercancía no llegó a su destino ya que, indican, fue confiscada por agentes del orden en Guadalajara, México.
Ofrecen hasta US$ 1 millón de recompensa a quienes ofrezcan información que conduzca a su captura.
En la lista de los diez de la DEA más buscados, aparece el hondureño Yulian Andony Archaga Carías, alias “Alexander Mendoza”, “Porky” y “Gordo”. Es acusado presuntamente por importar cocaína, por extorsión y tenencia de ametralladoras.
Una ficha difundida por la embajada de Estados Unidos en Honduras lo ubica como el presunto líder de la pandilla MS-13 en ese país centroamericano, acusado entre otras de apoyar, presuntamente en el transporte de múltiples toneladas de cocaína a través de Honduras a Estados Unidos, y de ordenar y participar en el asesinato de pandilleros rivales.
Es considerado como un delincuente “sumamente peligroso” y ofrecen hasta US$ 5 millones a quien ofrezca información sobre su paradero.