(CNN) – El miembro del grupo Proud Boy que atravesó una ventana del Capitolio de Estados Unidos con un escudo antidisturbios de la Policía el 6 de enero de 2021, permitiendo que la primera oleada de alborotadores irrumpiera en el edificio mientras los miembros del Congreso eran evacuados, fue sentenciado este viernes a 10 años de prisión.
Las imágenes de Dominic Pezzola, apodado “Spazzolini”, usando el escudo antidisturbios de la Policía para irrumpir por primera vez en el edificio del Capitolio se convirtieron rápidamente en un símbolo de la violencia de ese día.
“La realidad es que usted fue quien lo hizo”, dijo el juez de distrito Timothy Kelly durante la audiencia de este viernes. “Usted fue quien rompió esa ventana y permitió que la gente comenzara a ingresar al edificio del Capitolio y amenazar las vidas de nuestros legisladores. Es algo que jamás hubiera soñado que vería en nuestro país”.
“Usted fue realmente, en cierto modo, la punta de lanza”, dijo el juez.
Pezzola fue el único de los cinco acusados de Proud Boys que no fue condenado por conspiración sediciosa. Se había unido a los Proud Boys poco antes del 6 de enero, según las pruebas presentadas en el juicio, y fue elogiado por los líderes de la organización por sus acciones violentas en otra manifestación que había ocurrido semanas antes del motín en el Capitolio.
El nativo de Nueva York fue declarado culpable de muchos otros cargos, entre ellos agredir o resistirse a un oficial de Policía, robo de un escudo policial, destrucción de propiedad del Gobierno y obstrucción de un procedimiento oficial.
Dos de los coacusados de Pezzola —Joseph Biggs y Zachary Rehl— fueron sentenciados este jueves a 17 y 15 años de prisión respectivamente.
En el juicio, que se prolongó durante varios meses, los fiscales argumentaron que los coacusados de Pezzola, líderes de los Proud Boys, presionaron a miembros de nivel inferior como Pezzola a estar en la primera línea de la violencia en el Capitolio.
En una declaración escrita leída en voz alta por los fiscales a principios de esta semana, el exoficial de Policía del Capitolio Mark Ode, quien fue agredido por Pezzola, relató haber sido atacado por la turba y sentir que su vida abandonaba su cuerpo.
Ode escribió que lo atormentaba el recuerdo de haber sido “inmovilizado por múltiples agresores, inmovilizado con todo su peso, y al mismo tiempo ser asfixiado por la barbilla de mi casco”.
“(Sentí) que mi vida huía de mi cuerpo”, escribió Ode, y agregó que tenía “la imagen más vívida de mi propio funeral”.
Durante la audiencia de sentencia de este viernes, el fiscal Erik Kenerson dijo que “muchos estadounidenses irán a las urnas en 2024 con temor” y “se irán a la cama el 5 de enero de 2025 con miedo de lo que pueda suceder al día siguiente. Mark Ode ciertamente lo hará”.
Pezzola, vestido con un mono naranja, se dirigió al tribunal durante la audiencia de este viernes, mientras su esposa, madre, hija y un amigo que sirvió con él en el Ejército estaban sentados en la sala del tribunal.
“Necesito extender mis sinceras disculpas al oficial Ode”, dijo Pezzola, “y si estuviera aquí, lo miraría a los ojos para disculparme por todo el dolor que le causé”. Pezzola también se disculpó con su esposa e hijos y con el país, y agregó que “los acontecimientos del J6 (en referencia al 6 de enero) han desmoronado la reputación de la nación a la que serví en la infantería de Marina”.
Su esposa, Lisa, le contó a Kelly cómo sus hijas han sufrido depresión y han sido intimidadas en la escuela desde que arrestaron a su padre, y dijo que “es muy difícil para una madre no poder protegerlas para el mundo exterior”.
“De ninguna manera estoy poniendo excusas por las acciones de Dominic ese día. Como dije en el estrado, es un maldito idiota”, dijo entre lágrimas.
La hija menor de Pezzola, Angelina, también habló con el juez y dijo que ella era “todo lo bueno que mi padre ha hecho” y que gracias a él es una estudiante universitaria exitosa.
“Espero que le den un poco de misericordia para que pueda verme graduarme de la universidad, para que pueda verme conseguir mi primera casa, mi primer trabajo”, dijo mientras su padre sollozaba en la mesa de la defensa.
“Lo único que anhelo es un abrazo de mi padre”.