(CNN Español) – ¿Cómo reaccionar ante un intento de asesinato, robo o secuestro en Ecuador? La crisis de violencia y aumento de la criminalidad que vive el país sudamericano ha obligado a algunas personas y empresas a contratar servicios de seguridad privada y mecanismos de protección personal para contrarrestar los efectos de la arremetida de la delincuencia común y las bandas del crimen organizado.
CNN asistió a un entrenamiento de miembros de seguridad privada y a un sitio especializado en colocación de láminas de seguridad y blindaje para vehículos, cuyos servicios se están incrementando ante los requerimientos de la población.
En Ecuador, existen cerca de 800 empresas de seguridad registradas, según el Ministerio de Gobierno. Un decreto ejecutivo firmado en abril de este año por el presidente Guillermo Lasso habilitó la tenencia y porte de armas para el personal de seguridad privada, aunque, según el gremio, la importación de armas aún es lenta en el país.
Seguridad privada en ascenso
La fuerza pública en Ecuador se ve desbordada ante las necesidades de seguridad de la población, y es en ese contexto donde la seguridad privada ingresa como un mecanismo de apoyo a una tarea que requiere recursos, capacitación y experiencia.
Efrén Castillo, gerente de seguridad privada de Protecsa, una empresa con 20 años de operación, dice a CNN que la contratación de los servicios de videovigilancia, guardaespaldas, protectores y guardias para personas, empresas o condominios está tomando impulso pues la población se siente vulnerable.
“La presencia de amenazas psicosociales como es el secuestro la extorsión, el chantaje, el sicariato, lavado de dinero, las ‘vacunas’, son amenazas que se van manifestando cada vez más en nuestra población. Hace dos o tres años atrás o una década atrás recibíamos una o dos tres llamadas al mes sobre seguridad y vigilancia, mientras que hoy tenemos más de diez llamadas a la semana sobre cómo nosotros podemos gestionar riesgos a nivel integral”, afirma Castillo.
Castillo capacita a personal civil y a exmiembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas en un lugar en las afueras de Quito que cuenta con un polígono de tiro y el espacio para los entrenamientos y simulaciones de situaciones reales de peligro. A su vez perfila los niveles de riesgo a los que están expuestas personas, empresas, fábricas agroindustriales o condominios en Ecuador.
“El perfil de un dignatario público o privado se hace de acuerdo a un estudio, análisis de seguridad, un diagnóstico para valorar la amenaza y la vulnerabilidad de esa persona con la finalidad de que nos permita implementar infraestructura física, humana o tecnológica para garantizar su seguridad”, enfatiza.
¿En qué consiste la capacitación al personal de seguridad privada?
El consultor en seguridad Efrén Castillo dice que es fundamental la capacitación física y psicológica del personal. Sostiene que los guardias y protectores reciben instrucción en técnicas de evacuación, desplazamiento, anillos de seguridad, uso progresivo y razonado de la fuerza, videovigilancia, herramientas tecnológicas y manejo de armas.
“Las prácticas de tiro son el foco de entrenamiento de un oficial de protección. El entrenamiento está basado en tres pilares; la parte técnica para que conozca el manejo de armas; protocolos de seguridad; y la parte física para que el guardia esté físicamente entrenado para actuar de una manera oportuna y objetiva ante una amenaza”, explica Castillo mientras su equipo simula una situación de amenaza.
La confianza: factor determinante
El análisis psicológico del personal de seguridad privada es otro de los aspectos primordiales para que la protección de un condominio, una casa, una persona o una empresa sea efectiva, dice Efrén Castillo de Protecsa. El objetivo es que los trabajadores “no se contaminen” o sufran extorsiones por parte del crimen organizado, lo que multiplicaría el riesgo.
“La presencia de amenazas hace también que el guardia de seguridad se sienta vulnerado, preocupado o estresado. Por eso nuestra tarea es de doble vía porque debemos precautelar la integridad de la persona encargada de la seguridad privada”, precisa.
Por otra parte, la confianza y la fidelidad de un guardia o protector son determinantes para que el sistema funcione, dice Castillo. Asegura que en el proceso de reclutamiento el aspirante debe pasar por pruebas psicológicas y no tener problemas con la ley o antecedentes de violencia intrafamiliar, entre otros requisitos.
“Un protector VIP, un guardaespaldas o un escolta es una persona que llena requisitos como valores, integridad, disciplina, honestidad, que esté totalmente libre de antecedentes penales, civiles, y que garantice realmente la seguridad de una persona”, insiste.
Aumentan la colocación de láminas de seguridad y el blindaje de autos
Algunos ciudadanos en Ecuador están tomando precauciones por su cuenta para contrarrestar los efectos de la violencia. Hay quienes han optado por la colocación de láminas de seguridad en sus vehículos, para que les brinden un tiempo de reacción si son víctimas de robos y otros delitos. Otros están solicitando el servicio de blindaje antibalas para los carros ante la vulnerabilidad frente a secuestros o sicariato.
Desde un local especializado en Quito para la colocación de láminas y blindaje de autos, Jazmín Escobar, gerente de la empresa Window Films, dice a CNN que algunos ciudadanos están asustados por los hechos de violencia y están buscando protegerse y proteger a sus familias, por lo que estos servicios están siendo más solicitados.
“La lámina funciona al pegarse al contacto directo con el vidrio, llega a formar un solo cuerpo. Al llegar a formar un solo cuerpo, en el momento que recibe un impacto, esto le da flexibilidad al vidrio. El vidrio no va a dejar de romperse, el vidrio sí se rompe, pero lo que hace la lámina es formar una barrera entre la persona que está dentro del auto y el ladrón. Lo que hace es que el ladrón puede golpear y golpear y no ingresan las esquirlas de los vidrios al interior. No puede ingresar al interior del auto el ladrón y el usuario puede huir ante cualquier eventualidad”, explica Escobar mientras su personal coloca estas láminas en varios vehículos.
Blindaje de vehículos por temor a sicariato
El blindaje de autos está incrementándose en personas vinculadas a la gerencia de empresas, a la política, funcionarios de alta exposición y otras que tienen perfiles de alto riesgo, según Jazmín Escobar.
“Ahora hemos visto que personas que están expuestas como gerentes de empresas grandes o pequeñas han visto la necesidad de blindar sus autos para protegerse. Cualquier tipo de auto que sea grande o tipo SUV se puede colocar blindaje”, puntualiza Escobar.
La gerente de Window Films dice que el blindaje se contempla por niveles 1, 2 y 3 para la resistencia ante un impacto de bala.
“Ahora vemos que los ladrones utilizan armas de alto calibre que lastimosamente a veces los policías ni siquiera ellos cuentan con ese tipo de armas. El calibre es de metralletas, calibre 38 o 9 milímetros. Se ve de todo. Pero son tipos de armas que ni siquiera existen en el país”, dice la experta.
Escobar sostiene que muchos optan por blindar el auto completo pues insisten en que el crimen organizado no tiene contemplaciones.
“Si uno pone blindaje en vidrios y no blindan las puertas, parlantes, parabrisas, llantas, es como que no vale la pena. Porque si blindas tus vidrios y el disparo viene por la puerta, el criminal va a buscar por cualquier otro tipo de parte de la carrocería del auto. Nuestra recomendación es que si se pone un blindaje en los vidrios también se blinden las puertas, las llantas, y se podría decir que tenemos una cápsula total”, según Escobar.
Jazmín Escobar indicó que algunos clientes llegan a poner láminas de seguridad o blindaje para autos cuando han sufrido secuestro exprés o robo. Agrega que, sobre la base de los reportes de los clientes, la empresa aconseja por dónde no transitar y en qué horarios, la necesidad de cambiar de rutas de movilización, no bajar los vidrios y estar atentos ante cualquier señal sospechosa en la calle.
Los ciudadanos toman medidas sencillas, pero que creen necesarias
En las calles de Quito varios ciudadanos aseguran que han sido víctimas de robos y por eso están tomando precauciones sencillas, pero que consideran necesarias.
Elizabeth Lara, Evelyn Tapia y Edmundo Pontón han sido víctimas de asaltos y cuentan a CNN como algunos de sus amigos y familiares también han sufrido el impacto de un robo en la calle.
Elizabeth Lara es ama de casa y dice que hace dos meses le sustrajeron todas sus pertenencias, incluido su celular. Ahora se cuida más y prefiere salir con lo básico.
“Solo salí con mi cédula y lo esencial para movilizarme en las gestiones que estoy realizando”, señala.
Evelyn Tapia, una empleada privada, asegura que es mejor salir con lo justo si hay que hacer trámites o actividades en la calle.
“Yo salí sin celular y sin billetera porque simplemente no sabes que podría pasar. Tengo un libro, mi suéter, y las llaves de la casa”, comenta.
Mientras que Edmundo Pontón, un deportista que acude frecuentemente a un parque de la capital, dice que lo único que podrían robarle son sus zapatos para correr porque evita llevar cosas de valor.
“Salir sin nada de valor y nunca meterse por la mitad del parque porque es súper peligroso. Siempre están los asaltantes ahí y la Policía no da ninguna seguridad”, sostiene.
En lo que va del año se ha reportado una nueva cifra récord de 4.300 homicidios intencionales, según la Policía. El 90% se asocia a la violencia criminal. Un panorama complejo en el que los ciudadanos temen ser víctimas colaterales de una guerra declarada por el Estado contra el crimen organizado y que parece no tener fin en el corto plazo.