(CNN) –Las autoridades del estado brasileño de Rio Grande do Sul confirmaron 39 muertos por el ciclón que azotó la región esta semana. También dicen que nueve personas siguen desaparecidas y 3.575 han sido desplazadas.
El gobernador Eduardo Leite firmó un decreto por el que se declara el estado de calamidad pública en los municipios afectados por las lluvias torrenciales, las inundaciones y los fuertes vientos.
Este miércoles inspeccionó algunas de las zonas devastadas, diciendo que había encontrado “un escenario de guerra” con casas, negocios, escuelas y calles destruidas.
El gobierno del estado lo ha clasificado como desastre a gran escala de nivel 3 debido a la destrucción de viviendas y carreteras. Dice que se ha movilizado a más de 900 funcionarios estatales para buscar, rescatar e identificar a las víctimas.
El gobernador visitó la zona del desastre el miércoles por la mañana y, en las redes sociales, prometió que no se escatimarían esfuerzos para reconstruir las casas y la infraestructura destruidas por el crecimiento del agua.
Según el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), al menos 50 municipios de los dos estados del sur se han visto afectados, y la ciudad de Muçum, en Rio Grande do Sul, tiene el 80% de sus estructuras bajo el agua.
Este miércoles, el servicio regional de defensa civil emitió una alerta de inundaciones en torno al río Jacuí y el delta del Jacuí.
“La situación es crítica”, dijo el ministro del MDS, Wellington Dias, en X. Añadió que, junto con otros departamentos, el MDS ha estado “proporcionando apoyo a las víctimas, (y) llevando a cabo la asistencia de emergencia en las zonas afectadas”.
Según CNN Brasil, afiliada de CNN, las lluvias de esta semana son el peor desastre natural que ha afectado a Rio Grande do Sul en 40 años.
La meteoróloga brasileña María Clara Sassaki dijo a CNN Brasil que en una semana el estado había recibido la cantidad promedio de lluvia esperada para todo el mes de septiembre.
Leite había dicho anteriormente que las lluvias de esta semana son el cuarto evento climático extremo en Rio Grande do Sul en los últimos tres meses.