(CNN Español) – La devaluación del tipo de cambio oficial en Argentina, impulsada por el gobierno al día siguiente de las elecciones primarias del 13 de agosto, generó un alza del tipo de cambio informal o dólar blue, que cerró el 11 de agosto a 605 pesos para la venta, y al lunes siguiente ya cotizaba en torno a los 665 pesos. Había subido 10% en un solo día, tras el mensaje de las urnas y la decisión del gobierno de depreciar el peso en torno al 22%.
Tras alcanzar los 800 pesos y marcar un récord nominal un par de días después, el dólar paralelo encontró en las últimas semanas ciertos valores de equilibrio entre los 715 y los 750 pesos.
Frente a esta nueva tendencia, surge un interrogante clave para los inversores y el resto de los actores de la economía: a estos precios, ¿es caro o barato el dólar informal?
El dólar es un producto más del mercado. Por lo tanto, una buena medida para responder esa pregunta es comparar su evolución con el resto de los precios, reflejada en la inflación medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec). Por supuesto, no es el único aspecto a considerar porque la mayoría de los especialistas analizan el comportamiento del dólar observando también las expectativas, los movimientos políticos y las proyecciones a distinto plazo, por citar algunas categorías.
Inflación
Si tomamos como referencia la inflación acumulada en Argentina de enero a julio de 2023 ―el índice de agosto se conocerá en los próximos días― veremos que los precios subieron 60,2%. El dólar comenzó este año en 346 pesos. Por lo tanto, su valor de referencia, si le sumáramos toda la inflación registrada en el período, debería ser de unos 554 pesos, muy por debajo de los 715 a los que cotiza este jueves.
Ahora bien, si la perspectiva fuera la inflación interanual, entre julio de 2023 y el mismo mes de 2022, el aumento de precios alcanza el 113,4%. Para la comparación, es necesario recordar que a fines de julio del año pasado el dólar informal cotizaba a 296 pesos, por lo que debería valer por estos días -con el mismo criterio- unos 631 pesos, todavía menos que los 715 actuales.
En conclusión, podríamos pensar que el precio del dólar ha subido más que el promedio del resto de los precios. Eso daría lugar a pensar que el dólar está hoy caro y no barato. Pero ¿es realmente así?, ¿qué otros factores influyen para explicar este precio?; ¿es siempre barato comprar dólares en Argentina, con independencia de su precio circunstancial, teniendo en cuenta su historial de inflación y devaluaciones?; ¿puede haber una aceleración de la dolarización de las carteras, más allá de la inflación?
“Hablar de barato o caro es relativo”
El economista Rodrigo Álvarez sostiene que “hay otras cosas más baratas en Argentina que el dólar libre, pero hablar de caro o barato es un concepto relativo. Creo que el tipo de cambio oficial va a tener una corrección más pronunciada, gane quien gane las elecciones. Pero si hay un plan de estabilización relativamente exitoso, el dólar libre va a subir menos que otros activos y, en consecuencia, estaría relativamente caro. Pero con una inflación superior al 10% mensual, siempre hay que hacer el análisis en términos relativos y no absolutos”.
En tanto, el especialista en consumo y finanzas Mariano Gorodisch entiende que “el dólar está en un precio ficticio, que se va a mantener hasta las elecciones de octubre. Y después, si el gobierno entra en el balotaje, lo va a sostener hasta esa segunda vuelta”.
Mientras, el economista Hugo Vasques se refiere puntualmente a la incertidumbre para entender el valor del dólar informal: “si incorporas el riesgo futuro, el mercado espera un dólar más caro, por arriba de 1.000 pesos”.
Sea como fuere, los argentinos con capacidad de ahorro parecen estar acostumbrados a los cimbronazos en períodos electorales, por lo que más allá de que sea barato o caro, el dólar siempre ha sido un activo que sirve de refugio.