(CNN Español) – La decisión del excanciller de México Marcelo Ebrard de rechazar el proceso por el que Morena definió su candidatura presidencial, que fue otorgada a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, representa un desafío tanto a la unidad de su partido como al liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador, coinciden analistas políticos consultados por CNN.
Este miércoles, horas antes de que Morena anunciara los resultados de las encuestas para definir su postulación, Ebrard pidió que se repusiera todo el procedimiento, bajo el argumento de que en él hubo “graves inconsistencias”.
“Cada día se parecen más al PRI de antes, qué tristeza”, dijo en un video publicado en la red social X, antes conocida como Twitter, al criticar que los responsables del ejercicio desatendieron su llamado e incluso, aseguró, utilizaron a la policía capitalina para intimidar a su equipo.
Ebrard también señaló que será el lunes cuando decida qué hará con su futuro político, aunque por lo pronto su postura hacia el proceso interno de Morena ya implica un desafío a la imagen de unidad que el partido busca proyectar, señalan analistas.
Nicolás Loza, profesor investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), considera que, si bien era previsible cierta inconformidad del excanciller con los resultados —pues recientemente había advertido que había acciones de dependencias federales para favorecer a Sheinbaum—, no lo era que la expresara en la forma como lo hizo.
“Lo único que está siendo relativamente sorpresa es el tamaño de la discrepancia”, dice Loza. “Lo que no era claro es que, a minutos de que comenzara el recuento, a unas horas de que se cantara el resultado, pidiera el principal contendiente, el principal desafiante, que se repusiera todo el proceso”.
Para Loza, la postura de Ebrard “es el peor desenlace” para la definición de la candidatura de Morena, pues no sólo muestra que el partido no está totalmente unido, sino que también cuestiona la legitimidad de la victoria de Sheinbaum.
Frente a las críticas de Ebrard, liderazgos de Morena han empezado a cerrar filas tanto con el proceso interno como con la propia Sheinbaum. En mensaje publicado en X, los 22 gobernadores de Morena respaldaron las encuestas realizadas para definir la nominación presidencial.
Loza considera que esto es parte de la estrategia de Morena para responder a Ebrard, que con su postura desafía al partido y al presidente López Obrador.
“Es un desafío sobre todo al presidente de la República, que ha sido el creador y el conductor de este proceso”, dice Loza. “Lo está desafiando Ebrard tras 20 años de una relación de bastante subordinación, y vamos a ver de qué tamaño es la respuesta de López Obrador”, comenta el analista.
El “desafío” de Ebrard a López Obrador
Gustavo López Montiel, profesor del Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), coincide en que la postura de Ebrard representa una confrontación con López Obrador después de años de haber trabajado juntos. Durante el mandato de López Obrador como jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2000-2005), Ebrard fue secretario de Seguridad y de Desarrollo Social, y de diciembre de 2018 a junio pasado, ocupó el cargo de canciller.
“Es un desafío al presidente. Morena al final procesa lo que el presidente quiere”, opina López Montiel en referencia a que desde la fundación de Morena en 2014 López Obrador ha sido el promotor de que el partido político defina sus candidaturas a través de encuestas.
Dentro del proceso actual, Ebrard estaba en su segunda carrera por una candidatura presidencial, luego de que en la contienda de 2012 compitió con López Obrador por la postulación del PRD. Al final, lo apoyó para que él fuera el candidato en esas elecciones, que perdió frente al priista Enrique Peña Nieto (2012-2018).
López Montiel estima que el desenlace de este choque entre Ebrard y López Obrador se conocerá en los próximos días, y dependerá de la forma en la que el presidente y Morena negocien con el excanciller para responder a sus inconformidades.
“De alguna manera, van a buscar que Marcelo no se vaya, van a buscar generar candidaturas al interior de Morena. Sin embargo, aquí habrá que ver el contexto que se genere afuera de Morena”, dice el analista, al mencionar una posibilidad de que Ebrard brinque a Movimiento Ciudadano para ser el candidato presidencial de ese partido.
A lo largo de los últimos meses, columnistas políticos han contemplado ese escenario de que Ebrard compita en 2024 con Movimiento Ciudadano, si llega a romper definitivamente con Morena.
“Las puertas están abiertas”, dice Sheinbaum
El miércoles por la tarde, en el World Trade Center de la capital mexicana, el gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, presentó ante medios de comunicación los resultados de las encuestas realizadas para definir la candidatura del partido.
Según estas cifras correspondientes a cinco ejercicios —cuatro elaborados por casas encuestadoras y uno por el propio partido—, Sheinbaum obtuvo entre 36,6% y 41,1% de las preferencias. Ebrard se quedó en segundo lugar con entre 25,0% y 26,4%, y detrás de ellos se quedaron los otros cuatro aspirantes: Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Manuel Velasco y Ricardo Monreal.
Durante el anuncio, dirigentes partidistas respaldaron a Sheinbaum. También acudieron cuatro de sus cinco rivales, todos menos Ebrard. Otra señal de las tensiones en la llamada “cuarta transformación”.
Eduardo Higuera, profesor de la Universidad Anáhuac, señaló en una publicación en X que la situación echa abajo algunos “mitos” sobre Morena. Uno de ellos —dice— es que se trate de un movimiento “desinteresado y unido”, y otro, que no sea posible cuestionar a su líder, es decir, al presidente López Obrador.
Durante la conferencia para anunciar los resultados de la encuesta, el dirigente de Morena, Mario Delgado, sin mencionar a Ebrard, dijo que la “cuarta transformación” y su proyecto para el país “están antes que cualquier aspiración personal”.
En tanto, aunque también sin nombrar a Ebrard, Sheinbaum señaló que “la unidad es fundamental y que las puertas siempre están abiertas, que nunca se van a cerrar”. Sobre el final de su mensaje, fijó su meta para 2024. “Vamos a ganar las diputaciones, vamos a ganar las senadurías, vamos a ganar las gubernaturas, y va a haber presidenta de la República y será de la ‘cuarta transformación’”, dijo la candidata.