(CNN) – Dos buques de guerra rusos resultaron dañados después de que Ucrania lanzara un extenso ataque contra una base rusa de reparación de barcos en Crimea, la madrugada de este miércoles, dijeron funcionarios, en lo que parece ser el ataque más ambicioso de Kyiv contra el puerto desde que comenzó la guerra.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que las Fuerzas Armadas ucranianas atacaron el astillero Sergo Ordzhonikidze, en Sebastopol, que Rusia utiliza como base de reparación para su flota del mar Negro, con 10 misiles de crucero y tres embarcaciones no tripuladas.
El ministerio dijo que sus fuerzas de defensa aérea derribaron siete de los misiles y que el barco patrullero Vasily Bykov destruyó todas las embarcaciones.
Pero los funcionarios rusos confirmaron que el ataque había dañado dos buques de guerra rusos y había dejado 24 personas heridas.
Mikhail Razvozhaev, gobernador designado por Rusia de Sebastopol, la ciudad más grande de la península ucraniana de Crimea –que fue anexada ilegalmente por las fuerzas de Moscú en 2014–, confirmó el sustancial ataque. Videos e imágenes supuestamente de la zona, algunos publicados por Razvozhaev, muestran una gran columna de humo y un incendio arrasando.
Razvozhaev dijo más tarde que estaba en el lugar “en terrenos del sur de Sevmorzavod… Como resultado del ataque, según información preliminar, 24 personas resultaron heridas, 4 de ellas en estado moderado”.
Dos barcos resultaron dañados, según un bloguero militar no oficial ruso: un submarino diésel-eléctrico, Rostov-on-Don, y el gran barco de desembarco Minsk, que se incendió. Ambos buques estaban siendo reparados en dique seco. CNN no pudo verificar esto de forma independiente.
Otro destacado bloguero militar ruso afirmó que el ataque contra el astillero de Sebastopol fue llevado a cabo por la Fuerza Aérea Ucraniana, que lanzó 10 misiles de crucero Storm Shadow contra las instalaciones. El Storm Shadow, desarrollado conjuntamente por el Reino Unido y Francia, es un misil de crucero con capacidades furtivas, y es el arma de mayor alcance del arsenal de Kyiv.
El autor del blog, Rybar, dijo que los misiles fueron lanzados desde aviones Su-24M sobre el mar Negro. Rybar dijo que las defensas aéreas, incluido un Pantsir-S1, habían derribado siete misiles, pero añadió que “desgraciadamente, tres misiles Storm Shadow alcanzaron su objetivo: el buque de desembarco Minsk y el submarino Rostov-on-Don, que estaban en dique seco, recibieron daños de diversa consideración”.
El Rostov-on-Don es un submarino relativamente moderno de la clase Kilo, capaz de transportar misiles de crucero Kalibr. CNN no pudo verificar de forma independiente el alcance de los daños sufridos por ninguno de los buques.
“Tras una larga pausa, se han reanudado los ataques con misiles de crucero contra Crimea”, dijo Rybar. “Con un grado muy alto de probabilidad, las incursiones continuarán en los próximos días [y no solo en Sebastopol]”.
En una aparente referencia al ataque nocturno en Sebastopol, el jefe de la Oficina del presidente ucraniano, Andriy Yermak, dijo que “además de la presión de las sanciones y de privar al complejo militar-industrial ruso de la capacidad de producir armas, tenemos que privar al Ejército ruso de la logística. Sin ella, no podrán mantener nuestro territorio”.
“El camino hacia la victoria en el campo de batalla es noquear la logística de los rusos”, dijo Yermak.
El comandante de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el teniente general Mykola Oleshchuk, declaró este miércoles que: “Mientras los ocupantes todavía se están recuperando del bombardeo nocturno en Sebastopol, ¡me gustaría dar las gracias a los pilotos de la Fuerza Aérea Ucraniana por su excelente trabajo de combate! Continuará…”
En los últimos meses, las tropas ucranianas han empezado a lanzar ataques en las profundidades del territorio controlado por Rusia, en un intento de, en palabras del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, “devolver” la guerra a los “centros simbólicos y bases militares” de Rusia.
A principios de agosto, drones marítimos ucranianos atacaron una importante base naval rusa en Novorossiysk, dejando un buque de guerra ruso dañado en el mar Negro. Y en julio, Ucrania también lanzó un ataque con drones marítimos contra el puente de Kerch, que une la península anexionada con Rusia, su segundo ataque con éxito contra el puente desde que comenzó la guerra.
El último ataque se produce días después de que el fundador de SpaceX, Elon Musk, enfureciera a Kyiv tras revelarse que ordenó en secreto a sus ingenieros que no encendieran la red de comunicaciones por satélite Starlink de su empresa cerca de la costa de Crimea, el año pasado, lo que frustró un ataque furtivo ucraniano contra la flota naval rusa, según un extracto adaptado de la nueva biografía de Musk, escrita por Walter Isaacson, que se le facilitó a CNN.
La decisión de Musk, que dejó a los funcionarios ucranianos rogándole que encendiera los satélites, fue impulsada por un agudo temor de que Rusia respondiera a un ataque ucraniano contra Crimea con armas nucleares, creando lo que Musk temía que podría convertirse en un “mini-Pearl Harbor”.