(CNN) – Un trabajador de una empresa de agua local encontró por casualidad en el noroeste de España dos collares de oro que datan de hace unos 2.500 años.
Sergio Marciandi se encontraba trabajando en Cavandi, Asturias, el 29 de agosto cuando divisó un collar de oro entre unas rocas.
Se comunicó con Pablo Arias, profesor de arqueología prehistórica en la Universidad de Cantabria, quien contó la historia del hallazgo a CNN el miércoles.
Arias se desplazó al lugar junto a expertos del Museo Arqueológico de Asturias y realizaron una investigación inicial, en la que descubrieron un segundo collar que se había roto en varios pedazos, dijo.
“Es realmente impresionante”, afirmó Arias, quien añadió que el hallazgo podría ayudar a comprender mejor la Edad del Hierro, periodo en el que se realizaron.
Si bien se han encontrado otros collares de oro de la Edad del Hierro, la mayoría fueron descubiertos en los siglos XVIII y XIX, cuando las técnicas arqueológicas limitadas hicieron que gran parte de la información sobre su procedencia se perdiera, explicó Arias.
En este caso, el sitio está intacto, lo que da a los arqueólogos una idea mucho mejor de su contexto, añadió.
“Tenemos información muy precisa sobre dónde fueron encontrados”, dijo Arias. “Es bastante excepcional”.
El descubrimiento abre muchos campos potenciales de estudio, afirmó, que podrían arrojar nueva luz sobre un período del que se sabe poco.
Tal como están las cosas, los collares muestran signos de desgaste en áreas que habrían estado en contacto con la piel y la ropa del usuario.
“Sabemos que fueron utilizados”, dijo Arias.
Este tipo de collares se asociaban a las altas esferas de la sociedad, añadió, explicando: “No todo el mundo podía permitirse uno de estos collares”.
Datar los objetos es difícil, pero Arias cree que es poco probable que tengan más de 2.500 años.
El gobierno regional de Asturias elogió a Marciandi por informar a las autoridades sobre el hallazgo de inmediato y dijo en un comunicado el domingo que el hallazgo era “un avance extraordinario considerando su calidad y la habilidad de los artesanos que los hicieron, y sobre todo por abrir una ventana al estudio y conocimiento del tipo de joyería más emblemática de la orfebrería de la Edad del Hierro, que hasta ahora había permanecido cerrada”.