(CNN) – Los cruces de migrantes a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos van en aumento, al punto que se registraron más de 8.000 aprehensiones este lunes, según un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional. Una cifra que pone a prueba los recursos federales y sobrecarga las instalaciones ya abarrotadas.
En mayo, antes de que expirara la restricción implementada en la pandemia y conocida como Título 42, el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) registró más de 8.000 encuentros de migrantes al día, mientras tenía bajo custodia a unos 25.000, lo que hizo saltar las alarmas en el Gobierno de Biden.
Sin embargo, tras la expiración del Título 42, las cifras descendieron drásticamente, con unos 3.500 arrestos fronterizos al día, a medida que el Gobierno impuso consecuencias a quienes cruzaban ilegalmente la frontera.
Pero los cruces están aumentando de nuevo en medio de la migración masiva en curso en todo el hemisferio occidental.
La última cifra de encuentros diarios retrata un panorama sombrío para el otoño boreal, en un momento en que el presidente Joe Biden intensifica su campaña de reelección y los republicanos siguen criticando a la administración por su gestión de los cruces fronterizos.
Este lunes, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 8.000 inmigrantes, según el funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, que añadió que muchos de los que cruzan son familias.
Las familias migrantes plantean un conjunto único de desafíos para los funcionarios.
A finales de la semana pasada, un documento judicial reveló uno de esos retos cuando un monitor judicial independiente descubrió que, en raras ocasiones, los menores eran separados temporalmente de sus padres mientras eran procesados debido al hacinamiento en las zonas de espera.
El deterioro de las condiciones en América Latina, agravado por la pandemia del coronavirus, ha contribuido a que la gente quiera emigrar a Estados Unidos.
El número de migrantes que cruzan el traicionero tapón del Darién, que conecta Panamá y Colombia y ha servido recientemente como barómetro del movimiento en la región, batió un récord en 2023: según los funcionarios de inmigración de Panamá, 248.901 personas cruzaron la selva en 2023, y de ellas, aproximadamente el 20% son niños y adolescentes.