Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La iniciativa Perpetual Planet de Rolex se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN Español) – Si te preguntan qué puedes hacer para reducir tu impacto negativo en el medio ambiente, probablemente pienses en cambiar el coche por la bicicleta. En limitar tu consumo de carne roja. O en evitar comprar toda esa ropa nueva que no necesitas (aunque esté en oferta). Tal vez lo que no sabes es que tienes a la mano, literalmente, una forma más de reducir tu huella de carbono: usar de otra manera el teléfono, la tableta o la computadora en la que estás leyendo este artículo ahora mismo.
En ocasión del Día Mundial de Cero Emisiones, que se celebra cada 21 de septiembre, te explicamos cómo.
A revisar la nube
Una de las claves para usar tu dispositivo electrónico de manera más amigable con el medio ambiente está en lo que almacenas en la nube. Los archivos que guardamos en la nube “no existen solo en un espacio nebuloso y libre de carbono. Internet y nuestros datos almacenados se sustentan en centros de datos: enormes espacios que albergan servidores de alto consumo energético que almacenan cantidades ingentes de datos, también llamados granjas de servidores”, explica el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
¿Y qué necesitan estos centros? Energía, mucha energía. Según la Agencia Internacional de Energía, hoy los centros de datos son responsables del 1% de los gases de efecto invernadero vinculados al sector energético (en 2018, por ejemplo, los centros en China produjeron 99 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, equivalente a 21 millones de coches en circulación, según un informe de Greenpeace reportado por CNN). La agencia destaca los avances para que estos centros sean más eficientes en su consumo de energía, pero al mismo tiempo apunta a la necesidad de una acción más grande.
¿Qué podemos hacer nosotros? Usar la nube de manera más inteligente. Esto implica, por ejemplo, no almacenar allí los archivos que no necesitamos y, de tanto en tanto, revisar lo que está guardado y eliminar lo que no nos sirve o lo que está duplicado. Guardar los archivos pesados en discos externos, en lugar de tenerlos en la nube, también puede ayudar.
Usar inteligentemente el correo electrónico
El correo electrónico, esa gran herramienta para evitar reuniones innecesarias, también tiene un costo ambiental. Según el WEF, “cada correo electrónico (teniendo en cuenta todos los procesos que hay detrás de enviar un mensaje) equivale a emisiones de carbono: 0,3 gramos de CO2 por un correo spam, 4 gramos por un correo normal y 50 gramos por un correo con foto adjunta”, explica la organización. “Si lo ponemos en perspectiva, conducir un coche algo más de 800 metros produce aproximadamente las mismas emisiones que enviar 65 correos electrónicos”, concluye.
¿Qué podemos hacer? Además de no enviar correos electrónicos innecesarios (algo que los destinatarios también agradecerán), es buena idea cancelar suscripciones a listas de distribución que no nos interesan, no generar listas de distribución que no sean necesarias, limpiar la bandeja de entrada a menudo y, cuando sea posible, enviar links en lugar de archivos adjuntos, aconseja el Banco de Inversión Europeo.
Sí: también hay que poner un ojo en el streaming
Si tienes la nube y el correo electrónico bajo control, hay una tercera cosa en la que puedes poner atención: la reproducción de videos.
Un total de 300 millones de toneladas de CO2 se generan cada año por la reproducción de videos online, según una estimación de The Shift Project, citada por el WEF.
Limitar nuestro consumo de los servicios de streaming parece cosa difícil, pero incluso disfrutando de tus videos favoritos puedes hacer ciertos ajustes: desactivar la función de “autoplay”, parar la reproducción cuando ya no vas a ver o prestar más atención y cerrar las pestañas que pueden reproducir videos automáticamente sin que te enteres, según recomienda la organización. Otro consejo: evitar la visualización en HD si es posible (según el Banco de Inversión Extranjera, esto hará que consumas de cuatro a 10 veces menos de energía).