(CNN Español) – Un coche bomba que explotó este viernes frente a una sede policial en el departamento del Valle del Cauca, en el sudoeste de Colombia, dejó varios heridos y daños. Es el segundo ataque a una estación de policía en una semana en la región. El miércoles otro ataque dejó al menos dos muertos y dos heridos.
Cinco civiles están recibiendo atención médica tras la reciente explosión que también causó daños en cinco residencias y en la fachada de la subestación de policía de Potrerito, según dijo a CNN Yesid Molina, portavoz de la Policía Nacional. Agregó que, aunque en primera instancia no se reportan policías heridos, aún se espera la verificación.
Potrerito es una estación adscrita al municipio de Jamundí, ubicado en el área metropolitana de Cali.
El alcalde de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, publicó un comunicado en su cuenta oficial de X, antes Twitter, en el que calificó al ataque como un “atentado terrorista” y llamó a mantener la calma, así como a denunciar cualquier situación sospechosa.
Ramírez remarcó que se activó la fuerza pública, “tanto ejército como policía para atender la situación”.
“Lo más importante siempre es la vida de la gente y estamos validando si tuvimos afectados”, dijo.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, también se pronunció al respecto en X y dijo que los hechos violentos son una reacción a que “seguimos afectando las economías ilegales”.
“No cederemos. La Fuerza Pública debe copar militarmente el territorio y como gobierno llegaremos de manera integral a estas poblaciones”, afirmó.
Tras el anterior ataque del miércoles, Petro había ordenado aumentar la presencia militar y policial en el Cauca.