(CNN) – Dos veces al año, todo el mundo en la Tierra está aparentemente en igualdad de condiciones, al menos en lo que respecta a la distribución de la luz y la oscuridad.
Hemos entrado en nuestro segundo y último equinoccio de 2023. Si resides en el hemisferio norte, lo conoces como el equinoccio de otoño. Para las personas al sur del ecuador, este equinoccio en realidad señala la llegada de la primavera.
Tu ubicación en el mundo también determina la hora del equinoccio. La gente en las Américas lo celebrará en la madrugada por las diferencias de zona horaria con respecto a África, Europa y Asia que lo vivirán más tarde.
La gente que está muy cerca del ecuador tiene días de 12 horas y noches de 12 horas durante todo el año, así que no notan nada. Sin embargo, la gente cercana a los polos, en lugares como el norte de Canadá, Noruega y Rusia, experimenta cada año cambios bruscos en la relación día/noche. Tienen inviernos largos y oscuros y veranos en los que la noche apenas se interpone.
Pero durante los equinoccios, todo el mundo, de polo a polo, disfruta de una división de 12 horas entre el día y la noche. Solo hay un problema: no es tan perfectamente “igual” como te han dicho.
Hay una buena explicación (¡CIENCIA!) de por qué no hay exactamente 12 horas de luz en el equinoccio. Más adelante en el artículo encontrarás más información al respecto. Pero primero, aquí están las respuestas a tus otras preguntas sobre el equinoccio de otoño:
¿De dónde viene la palabra equinoccio?
De nuestro archivo CNN Fast Facts: el término equinoccio viene de la palabra latina equinoxium, que significa igualdad entre el día y la noche.
¿Cuándo se produce exactamente el equinoccio de otoño?
La hora exacta depende de a quién le preguntes. El equinoccio llegará a la 6:50 a.m. UTC (Tiempo Universal Coordinado) del sábado 23 de septiembre, según la NASA y TimeandDate.com.
Para las personas en lugares como Toronto y Washington, será las 2:50 a.m., hora local. Llega a las 0:50 a.m. en la Ciudad de México y a la 1:50 a.m. en Chicago. Hacia el oeste, en San Diego y Vancouver, será este viernes 22 de septiembre a las 11:50 p.m.
Pero si vas en la otra dirección a través del Océano Atlántico, el cambio de hora será más tarde. Para los residentes en Madrid y Berlín llega a las 8:50 a.m. del sábado. Más hacia el este, Dubái conmemora el evento exacto a las 10:50 a.m.
Para los residentes de Bangkok, serán las 1:50 p.m., mientras que en Tokio será a las 3:50 p.m.
¿Es el equinoccio de otoño el primer día oficial del otoño?
Sí. El otoño comienza oficialmente en el equinoccio de otoño.
Pero en realidad hay dos medidas de las estaciones: “las estaciones astronómicas” (que siguen la llegada de los equinoccios y solsticios) y lo que se llama “estaciones meteorológicas”.
Allison Chinchar, meteoróloga de la CNN, explica las diferencias: “El otoño astronómico es esencialmente el periodo que va desde el equinoccio de otoño hasta el solsticio de invierno. Esas fechas pueden variar uno o dos días cada año”, dice.
“El otoño meteorológico es diferente… en el sentido de que las fechas nunca cambian y se basan en las estaciones climatológicas y no en el ángulo de la Tierra con respecto al sol. Estas son quizás las estaciones con las que más gente está familiarizada”, dice Chinchar.
Las estaciones meteorológicas se definen como las siguientes: del 1 de marzo al 31 de mayo es primavera; del 1 de junio al 31 de agosto es verano; del 1 de septiembre al 30 de noviembre es otoño; y del 1 de diciembre al 28 de febrero es invierno.
“Esto hace que algunas fechas sean complicadas”, dice Chinchar. “Por ejemplo, el 10 de diciembre, la mayoría de la gente lo consideraría invierno, pero si se utiliza el calendario astronómico, técnicamente se sigue considerando otoño porque es antes del solsticio de invierno”.
La experta afirma que “los meteorólogos y climatólogos prefieren utilizar el ‘calendario meteorológico’ porque no solo las fechas no cambian –lo que hace que sea fácil de recordar– sino también porque se ajusta más a lo que la gente cree que son las estaciones tradicionales”.
¿Por qué se produce el equinoccio de otoño?
La Tierra gira a lo largo de una línea imaginaria que va del Polo Norte al Polo Sur. Se llama eje, y esta rotación es la que nos da el día y la noche.
Sin embargo, el eje se inclina 23,5 grados, como explica la NASA. Eso hace que un hemisferio del planeta reciba más luz solar que el otro durante la mitad de la órbita del año alrededor del Sol. Esta discrepancia en la luz solar es lo que desencadena las estaciones.
El efecto es máximo a finales de junio y a finales de diciembre. Esos son los solsticios, y en ellos se dan las diferencias más extremas entre el día y la noche, especialmente cerca de los polos. (Por eso hay tanta luz diaria durante el verano en lugares como Escandinavia y Alaska).
Pero desde el solsticio de verano de hace tres meses, en junio, habrás notado que nuestros días se han ido acortando progresivamente en el hemisferio norte y las noches se han alargado. Y ahora estamos en el equinoccio de otoño.
¿Qué sabían nuestros antepasados de todo esto?
Mucho antes de la era de los relojes, los satélites y la tecnología moderna, nuestros antiguos ancestros sabían mucho sobre el movimiento del sol por el cielo, lo suficiente como para construir enormes monumentos y templos que, entre otras cosas, servían de calendarios gigantes para marcar las estaciones.
Estos son algunos de los lugares asociados al equinoccio y al paso anual del sol:
– Stonehenge (Reino Unido): Aún quedan muchos misterios sobre estas losas gigantes, pero sabemos que fueron diseñadas para marcar el paso anual del sol. Aunque está alineado para resaltar los solsticios de verano e invierno, Stonehenge también acapara la atención en esta época del año.
– Los templos megalíticos de Malta: Estos siete templos de la isla mediterránea son algunas de las primeras construcciones de piedra independientes del mundo, que se remontan a hace entre 5.000 y 6.000 años. En los templos de Hagar Qim y Mnajdra, las cámaras semicirculares están alineadas de manera que el sol naciente en un equinoccio queda enmarcado entre las piedras.
– Chichén Itzá (Península de Yucatán, México): El Castillo, la famosa pirámide de Chichén Itzá, ofrece un llamativo espectáculo en los equinoccios. Construida por el pueblo maya entre 1050 y 1300, la pirámide fue construida para proyectar una sombra durante los equinoccios en la balaustrada norte del Castillo. Parece la forma de una serpiente deslizándose por las escaleras, y el antiguo efecto especial se ve aumentado por las cabezas de bestias esculpidas en la base.
– Jantar Mantar (Nueva Delhi, India): De origen mucho más reciente (1724 y 1730), estos edificios de finales del periodo mogol son observatorios astronómicos.
¿Cuáles son algunas fiestas, mitos y rituales que aún perduran?
En todo el mundo, el equinoccio de otoño se ha entretejido en nuestras culturas y tradiciones.
En la mitología griega, el equinoccio de otoño marca el regreso de la diosa Perséfone al inframundo durante tres meses, donde se reúne con su marido, Hades.
Los chinos y los vietnamitas siguen celebrando la luna de la cosecha (también conocida como Fiesta del Medio Otoño). Los faroles se alinean en las calles mientras la gente da las gracias, observa la Luna y come. Los pasteles redondos llamados mooncakes son uno de los favoritos del Festival de Medio Otoño. Se celebra el día 15 del octavo mes lunar del calendario chino. En 2022, cayó el 10 de septiembre.
Los queridos festivales de la cosecha en Gran Bretaña tienen sus raíces en el equinoccio de otoño desde tiempos paganos.
En Japón, el Día del Equinoccio de Otoño es una fiesta nacional. En japonés, se conoce como Shubun no Hi (秋分の日), según la Academia Japonesa Coto. Se cree que las raíces de la celebración se remontan al sintoísmo y al budismo.
¿Son las auroras boreales realmente más activas en los equinoccios?
Sí, en esta época del año suelen ofrecer un mayor espectáculo.
Resulta que el equinoccio de otoño y la primavera (o equinoccio de primavera) suelen coincidir con el pico de actividad de las auroras boreales.
Estas hermosas y fascinantes tormentas geomagnéticas tienden a ser más activas en marzo y abril, y de nuevo en septiembre y octubre, según 75 años de registros históricos analizados por el físico solar David Hathaway, del Centro de Vuelo Espacial Marshall de Huntsville (Alabama).
Entonces, ¿por qué el equinoccio no es exactamente igual?
Resulta que en realidad hay un poco más de luz que de oscuridad en el equinoccio, dependiendo del lugar del planeta en el que te encuentres. ¿Cómo ocurre esto? La respuesta es un poco complicada, pero fascinante.
Como explica el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., las horas “casi” iguales de día y noche se deben a la compleja forma de medir la salida del Sol y a la refracción de la luz solar en nuestra atmósfera.
Esta flexión de los rayos de luz hace que el Sol aparezca por encima del horizonte cuando la posición real del Sol está por debajo del horizonte. El día es un poco más largo en las latitudes más altas que en el ecuador porque el Sol tarda más en salir y ponerse cuanto más se acerca a los polos.
Así que en el equinoccio de otoño, la duración del día variará un poco dependiendo de dónde te encuentres. He aquí algunos desgloses para que te hagas una idea aproximada:
– En el ecuador: alrededor de 12 horas y 6 minutos (Quito, Nairobi, en Kenya, y Singapur están todos cerca del ecuador)
– A 30 grados de latitud: alrededor de 12 horas y 8 minutos (Houston, en Texas, El Cairo y Shanghái, China)
– A 60 grados de latitud: alrededor de 12 horas y 16 minutos (Helsinki, en Finlandia, y Anchorage, Alaska)
Para obtener la verdadera igualdad entre el día y la noche, hay que esperar hasta días o incluso semanas después del equinoccio oficial. Ese día se denomina equilux, y el momento en que se produce depende de tu latitud.
Esta noticia ha sido actualizada el 22 de septiembre del 2024.