(CNN) – Con el creciente número de tiroteos en las escuelas y la falta de una legislación significativa para frenar la violencia armada, las escuelas y los padres están intentando tomar la seguridad en sus propias manos.
La violencia armada ha cambiado la vida cotidiana dentro y fuera del aula, y se ha destinado más tiempo y recursos para prepararse contra los peores escenarios.
Si bien algunos distritos escolares invierten en medidas de seguridad adicionales, como ventanas de emergencia de fácil salida, algunos padres están agregando mochilas a prueba de balas a las listas de compras de sus hijos para el regreso a clases.
Este año, se reportaron al menos 37 tiroteos en terrenos de escuelas K-12, según un análisis de datos de CNN hasta el 19 de septiembre. Hubo al menos otros 16 en campus universitarios.
Así es cómo cambiaron las aulas
Con la excepción de 2020, cuando las escuelas cambiaron en gran medida debido al aprendizaje en línea, los tiroteos escolares se han vuelto más frecuentes en todo el país. Según el análisis de CNN, se han reportado más de 300 desde 2018.
“He aceptado el hecho de que podría morir en mi salón de clases”, dijo Briana Takhtani, maestra de séptimo grado en el condado de Middlesex, Nueva Jersey. “La escuela era un buen lugar para ser niño, y parece que eso está cambiando”.
A la luz del aumento de la violencia armada, se han mejorado los accesorios de las aulas, como cerraduras de puertas y ventanas, para aumentar la seguridad. A continuación se muestran algunos elementos que, según los educadores de todo el país, se han instalado con un propósito oculto.
Cubiertas en las ventanas de las puertas
El día después del tiroteo en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, en mayo de 2022, la maestra de primer grado Melissa Parrish dijo que su escuela en Los Ángeles llevó a cabo un simulacro de encierro.
“Nos hicieron cubrir todas las ventanas que quedarían expuestas en el aula”, dijo. “Luego apagamos las luces y nos sentamos en silencio”.
Parrish dijo que hizo todo lo posible para consolar a sus jóvenes estudiantes y ser honesta con ellos. “Muchos de ellos estaban muy asustados. Y no me sentí cómoda diciendo: ‘Bueno, esto nunca sucederá aquí’, porque simplemente no lo sabes”, dijo. “Pero tienen 7 años, entonces quieres afirmarles que están en un lugar seguro”.
En Raleigh, Carolina del Norte, la maestra de cuarto grado, Sara Andrews, dijo que su escuela también realiza simulacros con protocolos similares, que incluyen cubrir las ventanas de las aulas con papel o tela.
“Les digo a mis hijos que este es un edificio realmente seguro y que estamos realizando estos simulacros de cierre para mantenerlos a salvo”, dijo. “Sin embargo, es una carga muy pesada sentarse con niños de 9 y 10 años acurrucados contra la pared”.
Habitaciones seguras con paneles
Una escuela de Alabama está probando una nueva característica de seguridad en dos aulas: paneles blancos a prueba de balas que se convierten en una sala segura. Estos paneles blancos, que van desde el suelo hasta el techo, quedan planos contra la pared hasta que es necesario desplegar una sala segura. En cuestión de segundos, los paneles se pueden convertir en una habitación a prueba de balas que se puede cerrar con llave desde el interior.
El inventor, Kevin Thomas, dijo a CNN que la seguridad escolar nunca fue un negocio en el que pretendía meterse.
“No puedo hacer leyes, no puedo cambiar la legislación”, dijo Thomas, fundador y director ejecutivo de KT Security Solutions. “Pero lo que puedo hacer es construir estos paneles e instalarlos en las escuelas. Y puedo darles [a los niños] la oportunidad de regresar a casa con sus seres queridos esta noche”.
Ventanas resistentes a las balas que también funcionan como salidas de emergencia
En enero de 2017, un estudiante de la escuela secundaria West Liberty-Salem en Ohio entró en el campus y abrió fuego, disparando e hiriendo gravemente a un compañero de clase. Alrededor de 400 estudiantes fueron evacuados a través de las ventanas de sus aulas, dijo a CNN el superintendente del distrito escolar local de West Liberty-Salem, Kraig Hissong.
“Simplemente echaron a patadas o rompieron esas ventanas”.
Desde entonces, la escuela ha experimentado una serie de cambios para mejorar la seguridad. La escuela secundaria quitó las mallas de las ventanas e instaló ventanas de salida de emergencia con palancas a las que los estudiantes pueden acceder desde el interior, para que sea más fácil realizar otro escape si es necesario.
Para proteger a los estudiantes de un tirador activo que intenta ingresar a un salón de clases desde afuera del edificio, el distrito también ha instalado una película resistente a las balas en las ventanas del salón de clases.
“Si alguien intenta disparar por una ventana [para entrar], las balas la atravesarán, pero no romperán la ventana”, dijo. “No mantendrá alejado [al tirador] para siempre, pero dos minutos permiten que la Policía o los socorristas puedan llegar allí”.
Mochilas antibalas
Las mochilas a prueba de balas, a menudo fabricadas con fibra de polietileno (un material flexible que puede brindar protección balística cuando se teje firmemente) se están volviendo cada vez más comunes. Yasir Sheikh, presidente de Guard Dog Security, un fabricante de mochilas a prueba de balas, dijo que las ventas han aumentado constantemente durante la última década.
“Después del tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, comenzamos a recibir algunas consultas sobre productos de seguridad escolar”, dijo Sheikh. “Los padres buscan algún tipo de solución para sus hijos”.
Kevin Lim, fundador de Bulletproof Zone, un minorista especializado en chalecos antibalas y productos antibalas como mochilas, dijo que notó una tendencia similar después del tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, en 2018. “De la noche a la mañana hubo un montón de pedidos de estas mochilas anitbala”.
Varias empresas también venden placas sueltas para insertar y volver una mochilas a prueba de balas. Una placa estándar de Bulletproof Zone mide 27 a 35 cm y pesa alrededor de 6 kilos.
Puertas con bloqueo automático
Andrews dijo que dejar las puertas abiertas es cosa del pasado en su escuela en Carolina del Norte, donde la mayoría de las puertas ahora se cierran automáticamente.
“[Las puertas] se cierran automáticamente y luego tienes una tarjeta de acceso para entrar”, le dijo a CNN. “En general, poner un pie en el campus se ha convertido en un proceso más complicado”.
“Ahora estás parado en la puerta principal, la cámara de video te mira si eres un visitante y la secretaria te llama para entrar”, dijo Andrews.
Hannah Lee, profesora de inglés de secundaria en Irvine, California, que comenzó su carrera durante la pandemia de covid-19, dijo que piensa con frecuencia en cómo pondría una barricada en su puerta o qué haría si un tirador rompiera la cerradura de su puerta.
“Soy una profesora joven y a veces me pregunto: ¿será lo mejor en este momento?”, dijo. “¿Será cada vez peor y más difícil?”
Lee no es la única que cuestiona su futuro como profesora. Con el aumento de los tiroteos en las escuelas y el aprendizaje interrumpido por la pandemia que afecta y agota a los docentes, la educación pública está luchando por atraer (y retener) personal escolar calificado , dijo Becky Pringle, presidenta de la Asociación Nacional de Educación, la mayor asociación de docentes en el país.
Los activistas por los derechos a las armas han propuesto desde hace mucho tiempo armar a los maestros para combatir los tiroteos en las escuelas. La mayoría de los educadores, sin embargo, dice que poner armas en manos de los profesores no es la respuesta. Más de la mitad de los docentes estadounidenses creen que estar armados haría que las escuelas fueran menos seguras, según una encuesta reciente de RAND Corporation .
“Ya soy niñera, madre y consejera de salud mental”, dijo Takhtani. “No quiero ser policía”.
A través de cambios que han ido en ascenso es como las escuelas de todo el país han respondido al empeoramiento de la epidemia de armas. Esta es la nueva aula estadounidense.