(CNN) – En mayo, Viveca Chow transfirió apresuradamente US$ 3.700 a través de su teléfono mientras estaba en el vestíbulo de un edificio en Queens, Nueva York. Hizo el pago por adelantado para asegurar un apartamento minutos después de verlo.
Fue un momento que la influencer de estilo de vida de 28 años, obligada a abandonar su alojamiento anterior después de que el propietario aumentara su alquiler mensual en US$ 1.000, describió a CNN como “distópico”.
Sin embargo, es algo que Chow —junto con millones de inquilinos en las grandes ciudades— se ha acostumbrado a esperar como parte de la lucha por viviendas asequibles. Su agente inmobiliario la instó a pagar el depósito en el acto para asegurarse un espacio de un dormitorio.
En muchos centros urbanos, la afluencia de trabajadores y estudiantes después de la pandemia ha chocado con la falta de alojamiento para alquilar, los altos niveles de inflación y el aumento de las tasas de interés que afectan a algunas personas en el mercado de alquiler cuando en otras circunstancias estarían comprando una casa.
Los alquileres promedio en Nueva York y Sydney crecieron en el año hasta agosto a un ritmo de 4,7% y 6,9%, respectivamente, según la firma inmobiliaria Knight Frank. Si bien el crecimiento de los costos de alquiler en ambas ciudades se ha desacelerado en comparación con los topes de la pandemia, los alquileres promedio todavía se encuentran en máximos históricos.
En otros lugares, los alquileres aumentan aún más rápido. En Londres, el incremento anual promedio en el costo de una propiedad en alquiler superó el 17% en abril y nuevamente el mes pasado, los mayores saltos desde que la agencia inmobiliaria Hamptons comenzó a recopilar datos en 2014.
Ese crecimiento galopante supera con creces tanto la inflación como los aumentos salariales en el Reino Unido.
Muchos luchan para cubrir sus costos.
Según el sitio web inmobiliario Realtor.com, la asequibilidad en el área metropolitana de Nueva York fue la que más se deterioró entre las 50 áreas metropolitanas más grandes de Estados Unidos en el año hasta julio. La proporción del ingreso familiar medio en el área de Nueva York que se gasta en el alquiler medio aumentó del 35% al 37% en ese tiempo.
Según un enfoque, los costos de la vivienda se consideran asequibles si no representan más del 30% del ingreso familiar típico, dijo Realtor.com. Este es también el punto de referencia utilizado por la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido al evaluar las pensiones privadas.
“Totalmente impagable”
En Londres, el destino de muchos estudiantes universitarios del Reino Unido que buscan trabajo después de graduarse, el alquiler se ha vuelto “completamente impagable” para ese grupo, dijo SpareRoom, el sitio de búsqueda de habitaciones más grande del Reino Unido, en un análisis reciente.
La plataforma utilizó la medida de asequibilidad de la ONS en su estudio y el salario inicial promedio de los graduados de 29.000 libras ( unos US$ 36.000) al año. Según el último índice de alquiler trimestral de SpareRoom, el alquiler mensual promedio de una habitación alcanzó las 971 libras esterlinas (US$ 1.190) en el segundo trimestre, casi una quinta parte más que en el mismo período de 2022.
Barnaby Scudds lo está sufriendo. El ejecutivo de relaciones públicas se mudó a Londres en marzo después de graduarse el año pasado y ahora paga 975 libras( US$ 1.195) al mes por alquilar una habitación, lo que consume más de la mitad de su sueldo mensual.
“Me pagan bien por el trabajo que hago y, aun así, sigue siendo difícil”, le dijo a CNN.
Incluso a esos precios, las habitaciones se agotan rápidamente.
“Es muy difícil porque las propiedades generalmente entran alrededor de las seis de la mañana y normalmente están agotadas a las seis de la tarde”, dijo.
Matt Hutchinson, director de comunicaciones de SpareRoom, dijo a CNN que se debía a la falta crónica de oferta de propiedades para alquiler en el Reino Unido.
Más allá de los problemas que afectan a la mayoría de las ciudades globales, como la proliferación de alquileres a corto plazo ofrecidos a través de plataformas como Airbnb, la escasez de lugares para alquileres a largo plazo en Londres se ve exacerbada por factores locales.
Desde 2016, el gobierno del Reino Unido aumentó los impuestos sobre la compra de segundas viviendas y ha reducido la cantidad de impuestos que los propietarios pueden reclamar. En pocas palabras, ser propietario en el Reino Unido no es tan lucrativo como solía ser.
“[Es] una experiencia con márgenes mucho más estrechos que hace seis o siete años. Y mucha gente simplemente está vendiendo y abandonando el mercado”, dijo Hutchinson, añadiendo que el aumento de las tasas de interés, así como los mayores costos de mano de obra y materiales, habían disuadido a muchos de invertir en propiedades para alquilar.
En una nota reciente sobre los mercados de alquiler en 10 ciudades de todo el mundo, Liam Bailey, jefe global de investigación de Knight Frank, concluyó: “La asequibilidad de la vivienda se convertirá en el principal tema político en los próximos 12 meses”.
Los topes a los precios de los alquileres son “una mala idea”
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, reiteró el mes pasado su llamado a controlar los alquileres, instando al gobierno del Reino Unido a imponer un congelamiento de los alquileres durante dos años para los 2,7 millones de inquilinos de la capital. Es una versión de una política propuesta por políticos y activistas a lo largo de los años como una salida a la crisis de asequibilidad.
Pero los topes al alquiler, aunque instintivamente atractivos, generalmente son “una mala idea”, dijo a CNN Nikodem Szumilo, director del Bartlett Real Estate Institute del University College de Londres.
“Beneficia a las personas que viven en la unidad de control de alquileres y tal vez a los políticos que imponen la política, pero a nadie más”, dijo Szumilo, señalando que los topes a los alquileres disuadieron a los constructores de invertir en nuevas unidades, lo que a su vez limitó el crecimiento de la oferta en lugares donde la demanda podría estar aumentando.
Una mejor manera, sostiene Szumilo, es simplemente facilitar la construcción de más viviendas. Tokio, la ciudad más poblada del mundo, que alberga a más de 37 millones de personas, tiene un “mercado muy desregulado” donde los alquileres son “relativamente estables”, dijo.
Las políticas que ayudan a las personas a convertirse en propietarios de viviendas (por ejemplo, ofrecer subsidios para los pagos iniciales o las hipotecas para quienes compran por primera vez, como lo ha hecho el gobierno del Reino Unido) también son efectivas, dijo Szumilo, porque ayudan a aliviar la demanda en el mercado de alquiler.
Aun así, Chow en Nueva York agradece el tope a los alquileres.
Ella y su pareja viven en una de las codiciadas unidades de alquiler estabilizado de la ciudad, lo que significa que los US$ 3.700 que pagan cada mes no pueden aumentar más del 3,75 % si renuevan el contrato de arrendamiento por un año más. Eso está por debajo del aumento anual del 4,7% en los costos de alquiler en la ciudad registrado por Knight Frank a principios de agosto.
Eso “no significa necesariamente que sea barato”, dijo Chow, pero el límite proporciona una red de seguridad que es bienvenida después de las inestabilidades (e indignidades) de su último departamento.
“Ni siquiera teníamos una cocina adecuada. Era como una cocina clavada a la pared. Entonces pensé: ¡No me vas a cobrar US$ 1.000!”.