(CNN) – El único superviviente de un envenenamiento con presuntos hongos mortíferos que mató a otras tres personas en Australia fue dado de alta del hospital tras una notable recuperación que ahora podría ayudar a la Policía a reconstruir lo sucedido.
Ian Watkins, un reverendo de 68 años, quedó gravemente enfermo a finales de julio después de ingerir una comida de carne Wellington en el pueblo rural de Leongatha que había sido cocinada y servida por Erin Patterson, según informó la policía de Victoria.
A los pocos días, Gail Patterson, de 70 años, y su hermana Heather Wilkinson, de 66, murieron en el hospital, seguidos por el marido de Gail, Don, de 70 años, un día después.
Watkins sobrevivió, estaba gravemente enfermo y supuestamente necesitaba un trasplante de hígado, pero se recuperó lo suficiente como para abandonar el hospital de Austin en Melbourne el pasado viernes, casi dos meses después.
“Nos complace anunciar que Ian Wilkinson logró avances significativos en su recuperación”, dice un comunicado compartido por un portavoz de su familia que también agradeció al personal médico por su atención. “Este hito marca un momento de inmenso alivio y gratitud para Ian y toda la familia Wilkinson”.
Patterson, que no ha sido acusada, negó haber actuado mal y dijo a los medios locales que no tenía idea de que los hongos que usó en la receta fueran peligrosos.
Los asistentes a la comida eran los exsuegros de Patterson y la hermana y el esposo de su suegra.
“Ahora estoy devastada al pensar que estos hongos pueden haber contribuido a la enfermedad que sufrieron mis seres queridos. Realmente quiero repetir que no tenía ningún motivo para lastimar a estas personas a las que amaba”, dijo Patterson en una declaración que dio a la policía, citada por la emisora pública ABC.
En la misma declaración afirmó que compró los hongos utilizados en la comida en dos tiendas distintas.
La policía de Victoria dijo este lunes que la investigación sobre las muertes está en curso.
Hongos mortales
Cuando surgió la noticia de la investigación a principios de agosto, el inspector detective Dean Thomas del escuadrón de homicidios de la policía de Victoria dijo que Patterson era sospechosa porque ella cocinó la comida y fue la única adulta que comió este almuerzo que no se enfermó.
Los síntomas sufridos por los invitados de Patterson eran consistentes con el envenenamiento por hongos de la muerte (Amanita phalloides), dijo Thomas en agosto, aunque todavía no se han hecho públicos informes de toxicología que muestren exactamente lo que consumieron.
Dijo que Patterson se había separado de su esposo, Simon, cuyos padres murieron después de la comida, pero describió su relación como “amistosa”.
“Tenemos que mantener la mente abierta en relación a esto. Podría ser inocente”, dijo Thomas en ese momento. “Pero repito, simplemente no lo sabemos en este momento… aparecen cuatro personas y tres de ellas fallecen, y otra se encuentra en estado crítico, así que tenemos que resolver esto”.
Como único sobreviviente, Wilkinson, un reverendo de la Iglesia Bautista Korumburra, será un testigo clave de lo que pudo haber sucedido esa noche.
En su declaración, su familia expresó su gratitud por el apoyo de su comunidad pero pidió privacidad a pesar del interés público en el caso.
“Esta bondad colectiva ha sido un pilar de fortaleza para Ian y la familia, reforzando el sentido de unidad y compasión que define a nuestra comunidad. Mientras Ian continúa su viaje hacia la recuperación total, la familia Wilkinson solicita amablemente que se respete su privacidad”, dice el comunicado.
“Entendemos el interés público en la recuperación de Ian, pero instamos a todos, incluidos los medios de comunicación, a actuar con consideración y respetar los deseos de la familia”.
– Kathleen Magramo y Hilary Whiteman de CNN contribuyeron con el reportaje.