(CNN Español) – El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Padilla, informó este domingo en su cuenta de X, antes Twitter, que la embajada de su país en Washington fue objeto de un ataque con dos cócteles molotov.
Rodríguez calificó el hecho como ¨un ataque terrorista¨ perpetrado por un solo individuo y señaló a grupos anticubanos que, según dijo, “acuden al terrorismo”.
El diplomático agregó que la acción no provocó daños al personal y destacó que este es el segundo acto violento contra la sede diplomática en Washington, en referencia al ataque a balazos que sufrió la Embajada de Cuba en abril de 2020. En esa oportunidad, un individuo realizó 32 disparos contra el edificio y fue detenido por el Servicio Secreto de EE.UU.
En respuesta a una solicitud de CNN, el Servicio Secreto informó que “después de las 8 de la noche hora local personal de la Embajada de Cuba contactó al Servicio Secreto para reportar que un individuo había lanzado un artefacto incendiario (cóctel Molotov) al edificio. Elementos del Servicio Secreto iniciaron una investigación. Nadie está en custodia hasta al momento y se trabaja de cerca con funcionarios de la embajada, la policía de Washington y el Departamento de Estado en la investigación”.
Por su parte, el gobierno de México se solidarizó con Cuba a través de un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores y rechazó cualquier acto de violencia.
Cuba acusó a EE.UU. de apoyar ataques en el pasado
Después del ataque a tiros de 2020 en la embajada de Cuba en EE.UU., el ministro de Exteriores cubano aseguró que el gobierno de EE.UU. apoyó al hombre acusado del ataque generando las condiciones para que el ataque se produjera.
En ese momento, Rodríguez presentó imágenes del ataque perpetrado por un hombre identificado como Alexo Alazo, que hizo 32 disparos contra la fachada de la embajada en Washington y luego se entregó sin resistencia a las autoridades. El hombre dijo en ese momento que sufría de enfermedades mentales y que lleva varios días sin sus medicamentos. Para se momento había 10 personas dentro de la embajada.
Aún así, el gobierno de Cuba acusó a EE.UU. de propiciar condiciones para el ataque.
“…Su conducta en Cuba fue totalmente normal durante los largos años que vivió en nuestro país y durante sus sistemáticas visitas a nuestro país, igual que su relación con los consulados cubanos que le brindaron servicios durante su estancia en el exterior”, dijo Rodríguez sobre el atacante.
“Todo eso me hace reiterar que hay una conexión indiscimulable y inocultable entre la política agresiva de odio y de instigación a la violencia que sigue el gobierno de Estados Unidos, que grupos de políticos norteamericanos de inclinación extremista y grupos de origen cubano u otros con antecedentes de violencia, generaron las condiciones para que este ataque se produjera”, dijo Rodríguez.
Las relaciones Cuba - EE.UU.
Las tensiones entre Washington y La Habana no se han relajado a pesar de una serie de vaivenes sobre las políticas hacia la isla en los últimos años.
En noviembre de 2021, meses después de que Cuba viera a miles de cubanos salieron a las calles para pedir libertad y mejores condiciones económicas en lo que se cree que son las protestas antigubernamentales más grandes desde la revolución de 1959, el gobierno local acusó a EE.UU. de liderar una campaña para “provocar situaciones de sufrimiento en nuestro pueblo, con la esperanza de crear las condiciones para un colapso social”.
Rodríguez culpó al gobierno de Biden por los planes de los grupos de oposición para realizar protestas pacíficas en Cuba, en medios de amenazas de EE.UU. de imponer más sanciones contra la isla comunista si los manifestantes eran arrestados por la policía cubana.
Después de las protestas, el gobierno de Cuba tomó medidas enérgicas contra los manifestantes con juicios masivos y largas penas de prisión.
EE.UU. y Cuba normalizaron relaciones en 2014 y un año más tarde restablecieron relaciones diplomáticas después de 54 años. En 2015, Cuba abrió su embajada en Washington y un año después el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo una visita histórica de dos días que incluyó reuniones con Raúl Castro y opositores cubanos.
Durante ese periodo de acercamiento entre La Habana y Washington, ocurrieron algunos hitos como la aprobación de vuelos directos de EE.UU. a Cuba y la eliminación de la ley “Pies secos, pies mojados”, una ley que les permitía a los cubanos llegar a Estados Unidos sin visa para ser ciudadanos residentes. Pero aún así, los cubanos pueden se pueden acoger a la Ley de ajuste cubano (CAA) –de 1966–, y, al cabo de un año, obtener un permiso temporal de trabajo, además de tener casi siempre familiares en Miami. Solo los que cumplan ciertos requisitos pueden optar a la residencia permanente. Si bien Obama derogó la primera ley, la CAA fue aprobada por el Congreso y no existe un consenso para derogarla.
En los últimos años, el éxodo cubano ha sido uno de los mayores focos, pues entre ctubre de 2021 a septiembre de 2022 más de 220.000 cubanos llegaron a Estados Unidos, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
En mayo de 2022, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden anunció una serie de medidas cuyo objetivo es apoyar al pueblo cubano, con medidas como el restablecimiento del Programa de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar Cubana (CFRP, por sus siglas en inglés) y el aumento de los servicios consulares y el procesamiento de visas, así como el aumento del límite de remesas.
La medida llegó para revertir las “políticas fallidas de Trump que perjudicaron a los cubanos y sus familias”, según Biden. Su administración había estado realizando una revisión de las políticas de Trump hacia Cuba desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021.
El aumento de las sanciones impuestas por la administración de Trump exprimió la ya debilitada economía de Cuba. Tras la pandemia y las protestas generalizadas del verano pasado, los cubanos han comenzado a abandonar la isla en el mayor éxodo máximo en décadas.
En ese momento el Gobierno de Cuba calificó la relajación de las restricciones de la administración de Biden en la isla como “un paso limitado en la dirección correcta”, que señaló como positivas pero de alcance muy limitado, con respecto a Cuba en materia de visas, migración regular, vuelos a provincias, remesas y ajustes a las regulaciones para transacciones con el sector no estatal”, dijo el Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Pero en noviembre del año pasado, el gobierno de EE.UU. prometió que desde principios de 2023 la embajada de Estados Unidos en La Habana reanudaría el procesamiento completo de visas de inmigrantes por primera vez desde 2017, a medida que los funcionarios fronterizos se enfrentan a un número cada vez mayor de cubanos en la frontera sur de Estados Unidos.
La medida forma parte de un esfuerzo concertado para expandir los caminos legales a Estados Unidos, el cual se desarrolló en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección durante la Cumbre de las Américas en junio pasado.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés) también aumentará la cantidad de personal en La Habana para procesar los casos y realizar entrevistas como parte del Programa Cubano de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar. La medida, que se reanudó en agosto, permite que ciertos ciudadanos estadounidenses elegibles y residentes permanentes legales soliciten la libertad condicional para su familia en Cuba, con el objetivo de que puedan reunirse en EE.UU.