(CNN) – Después de entregar con éxito la primera muestra de asteroide de la NASA recolectada en el espacio, la misión Osiris-Rex, ahora rebautizada como Osiris-Apex, se embarca en un nuevo viaje, esta vez para estudiar un asteroide que se acercará a la Tierra en tan solo unos años.
Apophis, una roca espacial de aproximadamente 366 metros de diámetro, se acercará a 32.187 kilómetros de la Tierra en aproximadamente cinco años y medio, lo que está más cerca que los satélites que orbitan nuestro planeta y 10 veces más cerca que la Luna. El asteroide lleva el nombre del dios egipcio del caos y la oscuridad y se cree que tiene forma de maní.
Una hora después de que Apophis se acerque a la Tierra el 13 de abril de 2029, Osiris-Apex, que es la abreviatura en inglés de “Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security-APophis Explorer”, utilizará la gravedad de la Tierra para entrar en una órbita alrededor del asteroide y acercarse estudiarlo durante 18 meses.
Es un capítulo nuevo y extenso para una nave espacial que ya ha emprendido un gran viaje. Como Osiris-Rex, pasó siete años en un viaje de ida y vuelta al asteroide cercano a la Tierra Bennu, que incluyó tiempo dedicado a inspeccionar, aterrizar y recolectar una muestra de la roca espacial.
Ahora, la muestra se encuentra en su nuevo hogar en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde un análisis de las rocas y el suelo recolectados del asteroide cercano a la Tierra Bennu podría revelar información sobre el origen de nuestro sistema solar y la composición de los asteroides que podrían colisionar con la Tierra en el futuro.
La nave espacial no podrá recolectar una muestra de Apophis porque el cabezal de recolección de muestras estaba incluido en la cápsula con la muestra de Bennu entregada a la Tierra. Pero Osiris-Apex utilizará sus propulsores de gas en un intento de levantar polvo y pequeñas rocas tanto sobre como debajo de la superficie de Apophis para estudiarlas unos 15 meses después de orbitar el asteroide.
Lo que Apophis podría revelar
Apophis es interesante porque es un asteroide de tipo S, o pedregoso, a diferencia de Bennu, que es un asteroide de tipo C, o carbonoso.
Los asteroides de tipo C están hechos de arcilla y rocas de silicato, mientras que los de tipo S están compuestos de materiales de silicato y níquel-hierro.
La capacidad de la nave espacial para orbitar cerca del asteroide puede revelar la resistencia de la superficie de los asteroides pedregosos y cuánto desgaste soporta el asteroide en el entorno espacial.
Pero planear defender la Tierra es otra motivación clave para la misión extendida. Los asteroides pedregosos son parte de la clase más común de asteroides potencialmente peligrosos que representan una amenaza para nuestro planeta. Comprender su composición y otros detalles que solo pueden obtenerse desde una órbita cercana podría ayudar a agencias como la NASA y sus socios a determinar la mejor manera de desviar tales asteroides si se predice que estarán en curso de colisión con la Tierra.
“Apophis es uno de los asteroides más infames”, dijo Dani DellaGiustina, investigador principal de Osiris-Apex. “Cuando se descubrió por primera vez en 2004, existía la preocupación de que impactara la Tierra en 2029 durante su aproximación cercana. Ese riesgo fue descartado después de observaciones posteriores, pero será lo más cerca que haya estado un asteroide de este tamaño en los aproximadamente 50 años en los que se ha seguido de cerca a los asteroides, o durante los próximos 100 años de asteroides que hemos descubierto hasta ahora”.
“Se acerca a una décima parte de la distancia entre la Tierra y la Luna durante el encuentro de 2029”, añadió DellaGiustina, profesora asistente de ciencias planetarias en la Universidad de Arizona. “La gente en Europa y África podrá verlo a simple vista, así de cerca estará. Nos emocionó saber que la misión se había ampliado”.
Las observaciones de la órbita de Apophis alrededor del Sol en 2021 descartaron el riesgo de que la roca espacial impactara la Tierra en 2068, según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.
El centro mantiene una lista de riesgos, rastreando asteroides con órbitas que los acercan a la Tierra, lo suficientemente cerca como para causar preocupación sobre un posible impacto. Los científicos del centro utilizan radares y telescopios para estudiar objetos cercanos a la Tierra y comprender los peligros que pueden representar para el planeta.
Vigilar a Apophis durante y después de su aproximación a la Tierra permitirá a los científicos ver si hay cambios en su órbita que podrían afectar la probabilidad de que golpee la Tierra en el futuro, así como cualquier cambio en la superficie o tasa de rotación del asteroide.
DellaGiustina tiene una larga trayectoria con la nave espacial y actualmente también trabaja como investigadora principal adjunta para el análisis de la muestra de Bennu. Como estudiante de primer año en la Universidad de Arizona en 2004, asistió a un seminario sobre asteroides impartido por Dante Lauretta, profesor regente de ciencias planetarias e investigador principal de la misión Osiris-Rex.
“(DellaGiustina) dirigió el diseño de un experimento estudiantil para una versión de descubrimiento de lo que llamábamos Osiris en aquel entonces”, recordó Lauretta. “Ahora lleva la nave espacial a la siguiente aventura”.