(CNN) – El Tribunal Europeo de Derechos Humanos escuchará este miércoles una demanda “sin precedentes” presentada por seis jóvenes contra 32 países europeos, acusándolos de no abordar la crisis climática causada por el hombre.
Los demandantes, portugueses de entre 11 y 24 años, argumentarán que están en la primera línea del cambio climático y pedirán al tribunal que obligue a estos países a acelerar rápidamente sus acciones en relación al tema.
Es el primer caso climático que se presenta ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y es el más grande, de un total de tres demandas climáticas, que el tribunal está escuchando.
Las apuestas son altas. Una victoria obligaría a los países a aumentar rápidamente sus metas climáticas y también daría un gran impulso a otras demandas climáticas en todo el mundo, especialmente a aquellas que argumentan que los países tienen obligaciones en materia de Derechos Humanos para proteger a las personas de la crisis climática.
Sin embargo, si el tribunal falla en contra de los demandantes, podría resultar perjudicial para otros reclamos climáticos.
“Es un verdadero caso de David y Goliat, sin precedentes en su escala (e) impactos potenciales”, dijo Gearóid Ó Cuinn, director de Global Legal Action Network, o GLAN, que ha apoyado el caso de los demandantes.
“Nunca antes tantos estados habían tenido que defenderse en ninguna parte del mundo”, dijo a CNN.
Incendios forestales mortales
El camino hacia la audiencia de este miércoles comenzó hace seis años. “Todo empezó en 2017 con los incendios”, dijo Catarina Mota, una de las demandantes.
Devastadores incendios forestales quemaron 500.000 hectáreas de Portugal y mataron a más de 100 personas ese año. A medida que los incendios avanzaban hacia donde vivía Mota, su escuela y otras en el área fueron cerradas. “El humo estaba por todas partes”, le dijo a CNN.
El desastre catalizó la demanda. Mota comenzó a hablar con su amiga, y ahora compañera reclamante, Cláudia Duarte Agostinho, y con la ayuda de GLAN, reunieron a cuatro reclamantes más, todos afectados por los incendios de 2017.
Si bien el reclamo surgió a raíz de los incendios, el cambio climático continúa afectando sus vidas, argumenta el grupo, en particular las feroces olas de calor que Portugal experimenta regularmente. Dicen que estos períodos dificultan salir a la calle, concentrarse en las tareas escolares, dormir y, para algunos, incluso respirar, además de los impactos en su salud mental.
“Esto nos hace preocuparnos por nuestro futuro. ¿Cómo no vamos a tener miedo”, dijo el demandante André dos Santos Oliviera, de 15 años.
“Como un tratado jurídicamente vinculante”
La demanda, que se presentó en 2020 y se basó en gran medida en el crowdfunding, fue acelerada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos debido a la urgencia del asunto y al gran número de acusados.
Este miércoles, los demandantes argumentarán que no abordar la acelerada crisis climática está violando sus Derechos Humanos, incluidos su derecho a la vida y a la vida familiar, a no sufrir tratos inhumanos y a no ser discriminados por motivos de edad.
Piden al tribunal que dictamine que los países que alimentan la crisis climática tienen la obligación de proteger no sólo a sus propios ciudadanos sino también a aquellos fuera de sus fronteras.
Su demanda es que los 32 países, que incluyen los 27 países de la Unión Europea más Noruega, Rusia, Suiza, Turquía y el Reino Unido, reduzcan drásticamente la contaminación que calienta el planeta y también obliguen a las empresas con sede dentro de sus fronteras a reducir las emisiones en toda su cadena de suministros.
Por su parte, los países demandados han afirmado en presentaciones escritas que ninguno de los demandantes ha demostrado haber sufrido daños graves como resultado del cambio climático.
El gobierno de Grecia —un país que acaba de experimentar un verano mortal de calor, incendios y tormentas— dijo en su respuesta: “Los efectos del cambio climático registrados hasta ahora no parecen afectar directamente la vida o la salud humana”.
Varias cosas podrían pasar con la demanda.
El tribunal podría desestimarla por motivos procesales o decidir que no tiene competencia para darle curso.
Si supera obstáculos procesales, el tribunal podría dictaminar que los estados no tienen obligaciones de Derechos Humanos en lo que respecta al cambio climático. “Eso podría ser muy perjudicial para otros casos similares”, dijo Michael B. Gerrard, director del Centro Sabin para la Ley del Cambio Climático de la Facultad de Derecho de Columbia.
O el tribunal podría fallar a favor de los demandantes. La sentencia “actuaría como un tratado legalmente vinculante”, dijo Cuinn a CNN, obligando a los 32 países a acelerar la acción climática.
“Esta podría ser una decisión extremadamente importante que inspire más casos climáticos en toda Europa y quizás en muchas otras regiones”, dijo Gerrard a CNN.
La demanda es la mayor de tres reclamos que hay ante el tribunal, todas referidas a las obligaciones de los países hacia sus ciudadanos en lo que respecta al cambio climático.
Los otros dos fueron planteados ante el tribunal en marzo. Uno fue presentado por más de 2.000 mujeres mayores de Suiza, que afirmaron que las olas de calor alimentadas por el cambio climático socavaban su salud y calidad de vida, y el otro por un alcalde francés que afirmó que la falta de acción de Francia ante el cambio climático violaba sus Derechos Humanos.
No está claro si los tribunales se pronunciarán sobre todas las reclamaciones juntas, pero el plazo entre la audiencia y la sentencia suele ser de 9 a 18 meses, dijo Gerry Liston, abogado principal de GLAN.
El auge de los litigios climáticos
A medida que las condiciones extremas del clima empeoran, los litigios climáticos están demostrando ser una herramienta cada vez más popular para tratar de forzar la acción climática, especialmente porque las naciones del mundo no han hecho lo suficiente para reducir la contaminación y evitar niveles catastróficos de calentamiento.
Incluso si se cumplen las políticas climáticas actuales, el mundo todavía está en camino de alcanzar un calentamiento de más de 2,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales para finales de siglo. El planeta ya se ha calentado alrededor de 1,2 grados y los impactos son claros. Sólo este año se han producido olas de calor, incendios forestales e inundaciones sin precedentes.
Actualmente los países están haciendo lo mínimo indispensable, dijo Liston de GLAN, y si todos los países hacen lo mismo, “continuaremos en esta trayectoria totalmente catastrófica”.
Por eso la gente recurre a los tribunales. Según el Centro Sabin, hay más de 2.400 demandas climáticas en todo el mundo, y cada semana se agregan más.
El litigio climático es una herramienta importante, dijo Catherine Higham, coordinadora del proyecto Leyes del Mundo sobre el Cambio Climático de la Escuela de Economía de Londres. “Pero creo que es sólo una pieza del rompecabezas”, dijo a CNN.
La promoción continua y las conferencias sobre el clima, como la próxima cumbre COP28 de las Naciones Unidas en Dubai, también son vitales, añadió.
Para los demandantes portugueses, habrá una espera ansiosa por la sentencia del tribunal. Incluso si el reclamo no sale como ellos quieren, dijo Mota, al menos habrá gente que se sentará y prestará atención.
Aun así, añadió, “anhelamos un resultado positivo”.