(CNN) – El astronauta de la NASA Frank Rubio, que ha batido todos los récords, ha regresado por fin a la Tierra, sintiendo la atracción de la gravedad del planeta por primera vez en más de un año.
Rubio y sus dos colegas rusos —los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin— aterrizaron en Kazajstán a bordo de la cápsula rusa Soyuz MS-23, a las 17:17 hora local (7:17, hora de Miami) de este miércoles.
La llegada de la tripulación marcó el final de un largo e inesperado viaje para Rubio, que tenía previsto pasar solo seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional. En lugar de ello, pasó un total de 371 días en el espacio tras el descubrimiento de una fuga de refrigerante procedente de su viaje original mientras estaba acoplado al puesto orbital.
La estancia de Rubio batió el récord de mayor permanencia de un astronauta estadounidense en microgravedad. También se convirtió en el primer estadounidense en pasar un año entero en órbita.
Su misión récord también supuso otras notables primicias para Rubio: este fue su primer viaje al espacio después de ser seleccionado para el cuerpo de astronautas de la NASA, en 2017, y al inicio de la misión, se convirtió en el primer astronauta de origen salvadoreño en viajar a la órbita terrestre baja.
En una entrevista reciente con CNN, Rubio dijo que si hubiera sabido que su estancia en la estación espacial sería el doble de lo previsto originalmente, “probablemente habría declinado” la asignación antes de comenzar el entrenamiento.
“Y eso solo por las cosas familiares que estaban pasando este último año”, dijo. “Y si hubiera sabido que tendría que perderme esos acontecimientos tan importantes, simplemente habría tenido que decir: ‘gracias, pero no, gracias’”.
Se espera que Rubio, que tiene cuatro hijos, comience el viaje de vuelta a casa desde el lugar de aterrizaje de la nave Soyuz, cerca de la ciudad de Dzhezkazgan, en Kazajstán. Primero, volará a Karagandá, a unos 530 kilómetros al noreste de Dzhezkazgan, antes de embarcar en un vuelo a Houston.
En total, Rubio y sus compañeros recorrieron 253,3 millones de kilómetros y completaron 5.963 órbitas de la Tierra, según la NASA.
Rubio superó el récord anterior de mayor permanencia en el espacio de un astronauta estadounidense, 355 días, establecido por Mark Vande Hei, de la NASA, en 2022.
El cosmonauta ruso Valeri Polyakov, quien permaneció 437 días seguidos en órbita a bordo de la estación espacial rusa Mir –entre enero de 1994 y marzo de 1995–, ostenta el récord mundial de mayor permanencia en el espacio.
Cooperación espacial entre EE.UU. y Rusia
Rubio viajó a la estación espacial en una nave rusa como parte de un acuerdo de viaje compartido entre la NASA y Roscosmos, la agencia espacial rusa, que fue negociado en el verano boreal de 2022 en medio de la invasión rusa de Ucrania. El acuerdo de intercambio de asientos fue un esfuerzo para continuar con las políticas de larga data que han tratado de garantizar el acceso a la Estación Espacial Internacional tanto para Estados Unidos como para Rusia —los principales operadores del puesto de avanzada— en caso de que cualquiera de los dos países experimentara problemas con las naves espaciales que dejaran a sus astronautas en tierra.
Rubio, Prokopyev y Petelin despegaron a bordo del vehículo Soyuz MS-22 el 21 de septiembre de 2022 y llegaron sanos y salvos a la Estación Espacial Internacional tres horas más tarde, dejando la cápsula Soyuz acoplada al exterior de la estación espacial mientras se ponían a trabajar a bordo del laboratorio orbital.
En una entrevista con periodistas, la semana pasada, Rubio dio las gracias a su familia, señalando que su “resistencia y fortaleza me han llevado a lo largo de toda esta misión”.
Riesgo creciente de basura espacial
Menos de tres meses después del inicio de la misión de su tripulación, la Soyuz MS-22 empezó a expulsar líquido refrigerante. Las investigaciones de Roscosmos, revisadas posteriormente por la NASA, determinaron que la nave probablemente había sido golpeada por un pequeño objeto en órbita. Se determinó que el culpable era un micrometeorito o un trozo de basura orbital, una amenaza creciente en el entorno cada vez más congestionado de la órbita terrestre baja.
La nave Soyuz MS-22 se consideró no apta para devolver a los astronautas, y Roscosmos se apresuró a lanzar un vehículo de reemplazo –la Soyuz MS-23–, en febrero.
Pero Rubio y sus colegas aún no podían regresar a casa: las autoridades decidieron prolongar su estancia mientras Roscosmos preparaba otra cápsula Soyuz para lanzar una nueva tripulación que los sustituyera.
Rotación de la tripulación de la estación espacial
El vehículo Soyuz MS-24 estuvo finalmente listo este mes y transportó a la astronauta de la NASA Loral O’Hara y a los cosmonautas de Roscosmos Oleg Kononenko y Nikolai Chub a la estación espacial, el 15 de septiembre, allanando el camino para el regreso de Rubio este miércoles.
Rubio, médico y piloto de helicóptero militar con más de 600 horas de experiencia en combate, reconoció que probablemente no volverá inmediatamente a su vida anterior al vuelo espacial a su regreso, debido a los efectos que pueden tener en el cuerpo las largas estancias en microgravedad.
“No caminamos, no soportamos nuestro propio peso [mientras estamos en el espacio], así que pasarán entre dos y seis meses antes de que pueda decir que me siento normal”, afirmó.
Pero hay muchos tesoros terrenales que está deseando experimentar: “Aquí arriba tenemos el zumbido constante de la maquinaria que nos mantiene vivos”, dijo durante una entrevista desde el espacio. “Así que estoy deseando estar fuera y disfrutar de la paz y la tranquilidad”.