(CNN Español) – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inicia este domingo 1 de octubre el último año de gobierno que comenzó el 1 de diciembre de 2018, en el que se enfocará en terminar sus principales proyectos y en asegurar que su partido, Morena, gane las elecciones del 2 de junio de 2024, de acuerdo con analistas consultados por CNN en Español.
Debido a una reforma político-electoral promulgada en 2014, la administración de López Obrador durará un poco menos de seis años, a diferencia de sus antecesores desde el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940). López Obrador finalizará su gestión el 30 de septiembre próximo y al día siguiente entregará el cargo a quien gane los comicios presidenciales.
En diversas declaraciones durante sus conferencias de prensa diarias, López Obrador ha dicho que entre sus objetivos para este último año está inaugurar el Tren Maya el 1 de diciembre, una de las obras insignia de su gobierno, concluir la construcción de la refinería de Dos Bocas y enviar al Congreso reformas sobre asuntos como el Poder Judicial.
López Obrador ha intentado que la Guardia Nacional quede bajo control del Ejército y para ello promovió una reforma legal, pero en abril la Suprema Corte anuló la medida.
Javier Aparicio, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), pronostica que, en el cierre del sexenio, el presidente se concentrará en sus grandes proyectos, pero al mismo tiempo prestará atención a la elección en la que Morena postula a la candidata Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y una política que ha sido cercana al mandatario desde hace más de 20 años.
“Va a estar orientando sus actividades sí, por un lado, a sembrar su legado, pero, por otro, él se percibe como el coordinador de campaña de Claudia Sheinbaum, él va a viajar, va a ir y a decir lo que tenga que decir para apuntalar a Claudia Sheinbaum”, dice Aparicio.
El analista sustenta su argumento en hechos como la entrega del “bastón de mando”. Esta fue una ceremonia realizada el 7 de septiembre pasado, un día después de que Morena eligió a Sheinbaum como candidata, en la que López Obrador le dio un objeto que simboliza el liderazgo de su movimiento de “cuarta transformación”.
Jesús Carrillo, director del área de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), coincide en que, en el tiempo que queda de mandato, López Obrador se concentrará en sus principales proyectos y en que su partido gane la elección.
Más aún, Carrillo considera que, con fines propagandísticos, el gobierno buscará inaugurar obras a pesar de que no estén completamente concluidas.
“De que va a haber actos simbólicos, sin duda los va a haber, estén las obras como estén”, dice el analista. “Lo principal es mostrar que ya se terminó de hacer algo, incluso si no se ha terminado”, opina Carrillo.
Planes y pendientes para el último año
López Obrador busca que el Tren Maya se inaugure el 1 de diciembre próximo. Se trata de una obra de 1.525 km de extensión que cruzará los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
El gobierno sostiene que el Tren Maya impulsará el desarrollo económico de la región sureste del país, que posee un alto porcentaje de población en pobreza de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), aunque grupos ambientales como el colectivo Sélvame del Tren señalan que generará un fuerte daño ambiental, algo que el presidente niega.
Otras promesas del mandatario son que la refinería de Dos Bocas opere en su totalidad, concluir el aeropuerto de Tulum, en Quintana Roo, y crear un sistema de salud de atención gratuita a las personas sin seguridad social. Sin embargo, especialistas en políticas públicas como Jesús Carrillo consideran que el Ejecutivo presumirá avances en estos campos sin tener resultados reales.
En salud, el analista resalta que el gobierno no ha podido consolidar sus planes y señala que el combate a la corrupción es otra área donde hay pendientes.
“Va a haber un esfuerzo de parte del gobierno, más simbólico, de mostrar que se acabó con la corrupción, aunque tengamos mediciones internacionales, como el Índice de Percepción de la Corrupción o el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción, que ubican a México como un país donde sigue siendo un problema público de gran impacto”, dice Carrillo.
A lo largo del sexenio, si bien México ha mejorado su posición en el Índice de Percepción de la Corrupción que anualmente elabora la organización no gubernamental Transparencia Internacional, aún está lejos de los primeros lugares de la tabla. En 2018, México se ubicó en el lugar 138 entre los países analizados, mientras que en 2022 estuvo en el sitio 126, de un total de 180 países y territorios analizados en ambos años.
Un pendiente más para el presidente es conocer la verdad y castigar a los responsables en el caso Ayotzinapa, tarea que incluyó entre los 100 compromisos iniciales de su gestión. López Obrador asegura que hay avances, aunque los padres de los 43 jóvenes desaparecidos en 2014 señalan que el Ejército se niega a dar información clave para conocer el paradero de sus hijos.
Frente a estos señalamientos, el mandatario dijo el pasado 26 de septiembre que no estaba de acuerdo con tal señalamiento y afirmó que “el Ejército ha entregado toda la información que tiene y ha ayudado mucho a esclarecer estos casos”.
Las últimas reformas de López Obrador
Entre sus metas para el cierre del sexenio, López Obrador no solamente espera concluir sus principales proyectos, sino también presentar reformas en temas que considera prioritarios para lo que su partido llama “cuarta transformación”.
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, expuso el 31 de agosto ante senadores de Morena cuál es la agenda legislativa del gobierno para este último año. El paquete incluye cuatro iniciativas de reforma a la Constitución: bajar de 68 a 65 la edad para recibir pensión para adultos mayores, garantizar la pensión para personas con discapacidad, elevar el rango del programa agroforestal Sembrando Vida, que México planteó replicar en Guatemala, Honduras y El Salvador, y hacer que la Guardia Nacional pase a control del Ejército.
Un día después, en su mensaje del 1 de septiembre por su Quinto Informe de Gobierno, López Obrador anunció que también presentará una reforma al Poder Judicial para que ministros, magistrados y jueces sean elegidos por la ciudadanía.
López Obrador dijo que se necesita “limpiar” de supuestos actos de corrupción al Poder Judicial, con el que mantiene una confrontación por fallos contrarios a algunas de sus decisiones.
El presidente ha dicho que propondrá todas estas iniciativas hasta septiembre de 2024, durante su último mes en el cargo, una vez que se haya elegido un nuevo Congreso en el que espera que su partido tenga la mayoría calificada necesaria para poder hacer algunos de estos cambios constitucionales.
Para Javier Aparicio, que López Obrador marque como prioridad no solamente que Morena gane la presidencia en 2024, sino también la mayor parte del Senado y de la Cámara de Diputados, indica que él mismo estará activo para promover a todos los candidatos morenistas.
“Vamos a ver un presidente que se despide, pero también será como la última campaña del presidente”, dice el analista. “Por muchas cosas que haga en su gobierno, se lo ve al presidente más cómodo haciendo actos de propaganda que actos de gobierno”.