(CNN) – Tener un auto en Singapur, uno de los países más caros del mundo, siempre ha sido un lujo. Pero ahora los costos se han disparado.
Según datos de la Autoridad de Transporte Terrestre, un Certificado de Derecho de 10 años —una licencia que los habitantes de la rica ciudad-estado deben adquirir antes de poder comprar un vehículo— cuesta ahora un mínimo histórico de US$ 76.000 (104.000 dólares de Singapur), más de cuatro veces lo que costaba en 2020.
Y eso solo compra el derecho a comprar un auto estándar de categoría A, con un motor pequeño o mediano de 1.600 cc o menos.
Los que quieran algo más grande o llamativo, como un todoterreno, tendrán que desembolsar US$ 106.630 (146.002 dólares de Singapur) por la licencia de categoría B, frente a los US$ 102.900 (140.889 dólares de Singapur).
Además, hay que tener en cuenta los costes del propio vehículo.
El sistema de cuotas se introdujo en 1990 para minimizar el tráfico y reducir las emisiones en una ciudad-estado con 5,9 millones de habitantes y una impresionante red de transporte público.
Esto ha puesto los autos fuera del alcance del residente medio de Singapur, donde el ingreso mensual medio por hogar en 2022 era de US$ 7.376 (10.099 dólares de Singapur), según el Departamento de Estadística.
Ricky Goh, un vendedor de autos local, dijo que “casi se desmaya” cuando se enteró de la subida de precios. “Las ventas ya han sido muy escasas. Esto encima será aún peor para el negocio”, declaró a la CNN.
Wong Hui Min, madre de dos hijos, dijo que quizá tuviera que replantearse su dependencia del auto, a pesar de utilizarlo sobre todo para su familia.
“Me desplazo mucho para llevar y recoger a mis hijos del colegio, y también para otras actividades, como clases de natación y matrículas. Necesito mi auto. Ir en taxi o en auto compartido a todas partes no me resulta cómodo”, explica.
“Una familia singapurense, por término medio, tiene que ahorrar años sólo para comprar un auto que le ayude con sus necesidades”, continuó Wong, y añadió: “No sé si podré permitirme mantener mi auto a largo plazo”.
Para algunos, el anuncio no es más que el último golpe financiero.
Los singapurenses afirman que vivir en Singapur, ya clasificada como la ciudad más cara del mundo, se ha vuelto extraordinariamente caro en los últimos años debido a la persistente inflación, el aumento de los costes de la vivienda pública y la ralentización de la economía.
Pero los partidarios del sistema de cuotas afirman que ha contribuido a evitar a Singapur el tipo de congestión que habitualmente atasca a otras capitales del sudeste asiático como Bangkok, Yakarta y Hanoi.
Los que no pueden permitirse un Certificado de Derecho también pueden utilizar el amplio sistema de transporte público de Singapur, señalan.
En su defecto, existe la posibilidad de adquirir una motocicleta, cuyo permiso cuesta US$ 7.930 (10.856 dólares singapurenses).