Un hombre vota en Varsovia el 15 de octubre de 2023.

(CNN) – El poder en Polonia está en juego luego de que el partido populista en el poder perdiera su mayoría parlamentaria en las elecciones de este domingo, según un sondeo a pie de urna.

Se proyecta que el partido Ley y Justicia, conocido por su acrónimo polaco PiS, gane la mayor cantid escaños después de la votación del domingo.

Pero se quedó muy lejos de la mayoría parlamentaria, y el bloque de la oposición —liderado por el ex primer ministro polaco y presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk— parecía tener un camino hacia el poder si llegaba a acuerdos con partidos más pequeños.

Tanto Tusk como Jaroslaw Kaczynski, presidente del PiS y líder de facto de Polonia, intentaron declarar la victoria el domingo por la noche. Sin embargo, en realidad lo cierto es que pueden quedar por delante días de negociaciones hasta que se aclare la composición del nuevo gobierno del país.

“Los resultados a pie de urna nos dan la cuarta victoria de la historia de nuestro partido en las elecciones parlamentarias y la tercera consecutiva. Es un gran éxito de nuestra formación y de nuestro proyecto para Polonia”, dijo Kaczynski a sus partidarios.

Tusk dijo por su parte: “Este es el fin de los malos tiempos, este es el fin del gobierno del PiS”. Afirmó que los partidarios de su grupo “han ganado la libertad”. “Hemos recuperado nuestra Polonia”.

Una coalición más pequeña, denominada Tercera Vía, puede acabar siendo la que decida el futuro. Este bloque centrista ha criticado a los dos partidos mayoritarios, argumentando que ninguno de ellos representa el mejor camino para Polonia. Pero su líder, Szymon Hołownia, lleva tiempo criticando la actuación del PiS e insistiendo en que no buscará un pacto con el partido en el poder.

El impacto de estas elecciones puede trascender Polonia con creces

El resultado de estas elecciones podría tener importantes ramificaciones para la futura dirección de Polonia, el equilibrio de poder en la Unión Europea y el futuro de la guerra en Ucrania.

El PiS, sumido en agrias disputas con la UE durante sus ocho años en el poder, buscaba su tercer éxito electoral consecutivo, un hecho sin precedentes desde que Polonia recuperó su independencia de la Unión Soviética.

La UE y la oposición polaca han acusado al partido de desmantelar las instituciones democráticas durante su mandato. El PiS ha sometido al poder judicial, los medios de comunicación públicos y los organismos culturales polacos a un mayor control gubernamental, y ha adoptado una línea dura contra el acceso al aborto y los derechos del colectivo LGBTQ+.

Durante una agria campaña, el partido arremetió contra la coalición opositora de Tusk, afirmando que el antiguo líder se sometería a Bruselas y Berlín si volvía al poder.

La alta inflación y la seguridad de las fronteras polacas han estado en el punto de mira de los votantes durante la campaña. También se observó la evolución de la situación en Kyiv, tras un tenso periodo en el que se agriaron las relaciones entre los dos estrechos aliados.

Polonia ha sido un socio crucial de Ucrania en su lucha contra las fuerzas rusas en el este del país, pero Varsovia criticó duramente al gobierno ucraniano durante una disputa sobre las importaciones de grano de Ucrania.

Los votantes elegían a los miembros de ambas cámaras del Parlamento polaco. Se necesitan 231 escaños en el Sejm, la cámara baja de Varsovia, para que un partido se haga con el poder.