(CNN Español) –– Sergio Massa es un hombre que, según sus propias palabras, en la actualidad porta dos sombreros: el de ministro de Economía de Argentina y el de candidato presidencial del oficialismo.
Hace más de 20 años al peronismo desde la UCeDé, un influyente partido de la derecha de libre mercado, para luego alinearse con el kirchnerismo y después volverse un férreo opositor de este, y más adelante hacer las paces para regresar y ponerse al frente de la campaña de ese espacio. Comenzó en la política muy joven. Ya en sus años de colegio, perfilaba su camino.
Sergio Massa viene de una familia de italianos que llegaron al país en la época de posguerra. “Son primera generación de inmigrantes”, contó al podcast Método Rebord. Agregó que su madre, Luciana Cherti, oriunda de Trieste en el norte de Italia, llegó a Argentina con tan solo seis años, y que su padre, Alfonso Massa, de Sicilia en el sur del país europeo, a los 11.
El matrimonio tuvo dos hijos, Sergio Massa, nacido el 28 de abril de 1972, y su hermana, quien mantiene un bajo perfil mediático. Los Massa tuvieron una pequeña empresa de construcción, y reivindican su deseo de progresar al llegar al país. “Trajimos el esfuerzo y las ganas de trabajo”, dijo su madre en un documental publicado en el canal de YouTube de Massa.
Este encuentro entre el norte y el sur italiano llevó a que, desde pequeño, Massa viviera una especie de grieta en las reuniones familiares, algo que podría interpretarse como un anticipo de su presente en la polarizada escena política argentina.
En el marco de su infancia, al observar su interés por el mundo de la política, su abuelo paterno le advirtió que no siguiera ese camino: “No te metas en la política, la política es porca”, recuerda que le decía.
En las últimas elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), la coalición oficialista Unión por la Patria reunió 27,3% de los votos a nivel nacional. Dentro de ese porcentaje, Massa obtuvo un 21,4% individualmente, lo que le permitió imponerse sobre su adversario en la interna partidaria, Juan Grabois, quién alcanzó 5,9%.
Ese resultado lo consolidó como la figura gubernamental que competirá contra otros cuatro espacios políticos en las generales, a cargo de la peculiar tarea de llevar en simultáneo la campaña y su gestión como ministro en un difícil contexto económico.
En esa línea, queda en evidencia que Sergio Massa no siguió el viejo consejo que alguna vez su abuelo le dio.
De coordinador de viajes de egresados a aspirante a la presidencia
La juventud de Massa estuvo atravesada por la política. Cuenta que a sus 11 años se paraba sobre un balde e imitaba los discursos de los funcionarios que veía en televisión. Ya entrada su adolescencia, comenzó con la militancia en el partido Unión del Centro Democrático, durante su paso por la secundaria. En 1994 interrumpió sus estudios de Derecho en la Universidad de Belgrano, y sólo los completó durante la campaña electoral de 2013.
Recuerda que en su juventud tuvo distintos empleos, con veranos trabajando en la construcción con su padre, y otras etapas donde fue profesor en cursos de vacaciones. También coordinador de los tradicionales viajes con los que los egresados celebran en su último año de escuela.
Luego empezó a construir una larga carrera en la administración pública, que comenzó en 1999 cuando fue electo diputado provincial por el Partido Justicialista con apenas 27 años.
Después de ese punto, ha ocupado otros cargos ejecutivos y legislativos. Entre 2002 y 2007, encabezó la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), que maneja uno de los presupuestos más importantes del Estado.
En 2007, fue electo intendente de Tigre, ciudad de la provincia de Buenos Aires. Permaneció en ese cargo hasta 2013, con un período de licencia para ocupar la jefatura de Gabinete durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner entre 2008 y 2009, donde sucedió al actual presidente Alberto Fernández.
Tuvo una fuerte ruptura con el kirchnerismo en 2013, y así comenzó un período en el que se posicionó públicamente como un férreo opositor a esa fuerza.
Durante esa etapa, arrojó lapidarias críticas: “Cuando allá en el 2013 nos querían imponer el ‘Cristina eterna’ tuvimos el valor de frenarla. Si vuelve a aparecer, vamos a volver a frenarla”, afirmó en campaña en 2017, en referencia a la hoy vicepresidenta y su compañera de gabinete.
En 2019, tras una reconciliación política, volvió al peronismo como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, para llegar así a la Presidencia de la Cámara baja y tercero en la línea sucesoria presidencial. En 2022, se convirtió en ministro de Economía, y hoy en día, en candidato presidencial.
En el marco de ese doble rol, Massa anunció antes de la veda electoral para actos de gobierno una serie de medidas que buscan paliar los efectos de la inflación récord y la crisis económica que castiga al país. Entre ellas, se destaca la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, junto a la iniciativa de eliminarlo para algunos sectores, y la devolución del impuesto al valor agregado (IVA) para compras con tarjeta de débito.
Pese los intentos de alivio, las medidas no fueron tan bien recibidas, lo que no es un dato menor a semanas de los comicios. Una encuesta realizada por el centro de estudios Celag muestra que el 58,5% de las personas entiende que estas “son totalmente insuficientes” y que “la inflación evapora sus efectos”.
De todos modos, el mismo estudio posiciona a Massa como el segundo candidato con más intención de voto, apenas un punto porcentual detrás de Javier Milei, lo que plantearía un escenario de balotaje.
El candidato oficialista ya había competido por la presidencia en las elecciones de 2015, donde terminó en tercer lugar por detrás de los candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli, quienes compitieron en una segunda vuelta.
Una familia de coalición: el encuentro entre política y espectáculo
Massa suele mostrarse con su esposa, Malena Galmarini, a quien conoce desde que tenían 24 y 21 años, respectivamente. Juntos criaron dos hijos.
Galmarini es presidenta de la empresa estatal Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), que aspiraba a intendencia de Tigre pero perdió la elección primaria ante el actual intendente. Es además hija de Fernando “Pato” Galmarini, un experiodista y político peronista de larga data en la administración pública argentina, que formó parte del gobierno del entonces presidente Carlos Menem.
Este vínculo llevó a Massa a construir lo que él llama una “familia ensamblada, como es Unión por la Patria”, haciendo un paralelismo con la coalición política de la que forma parte.
En las grandes mesas familiares, que celebra desde pequeño, se sientan funcionarios del pasado y del presente, pero también personalidades del mundo del espectáculo. Esto en parte porque su suegro es pareja de la reconocida actriz Moria Casan, con quien su núcleo familiar tiene un estrecho vínculo, y por quien él siente mucho aprecio. “(Moria es) muy llana, muy humilde y además muy buena compañera”, dijo a Método Rebord.
Fanático de Tigre y amigo de Juan Román Riquelme
La identificación de Massa con el municipio de Tigre va más allá de su gestión como intendente. Es un confeso seguidor del Club Atlético Tigre y del fútbol en general, en el que se desempeñó como arquero, aunque nunca profesionalmente. En ocasiones, ha dejado ver su fervor desde las tribunas del estadio, en una pasión que comparte con su hijo.
Pero, más allá de eso, hay otro punto que lo une con el deporte: su amistad con el exfutbolista Juan Román Riquelme. El ídolo de Boca Juniors y actual vicepresidente de ese popular club de fútbol, vivió mucho tiempo en la ciudad de Don Torcuato, ubicada en el partido de Tigre, lo que fomentó los primeros acercamientos con Massa a partir de su gestión.
Según cuenta, juntos construyeron una gran amistad, marcada por asados y mates compartidos hasta altas horas de la noche. “Una noche me llama y me dice: Che, termino una cena y paso a tomar un mate. Y como a las 4:30 de la madrugada mi hija baja a buscar agua y nos encuentra a mí y a Román tomando mate”, comentó Massa a Método Rebord.