(CNN) – En Irán murió una adolescente que entró en coma tras ser supuestamente agredida por la policía de la moral del país, informaron medios estatales.
“Desgraciadamente, los daños cerebrales llevaron a la víctima a pasar un tiempo en coma y falleció hace unos minutos”, señala el comunicado de la agencia IRNA.
A principios de esta semana, Armita fue declarada en “muerte cerebral” a pesar de los esfuerzos del personal médico por salvarla.
Armita Geravand, de 16 años, fue hospitalizada con lesiones en la cabeza tras la presunta agresión en una estación de metro de Teherán a principios de este mes, según activistas, pocas semanas después de que Irán aprobara una legislación draconiana que impone penas mucho más duras a las mujeres que violen las ya estrictas normas sobre el hiyab del país.
A principios de octubre, la Organización Hengaw para los Derechos Humanos, con sede en Noruega y centrada en los derechos de los kurdos, afirmó que Geravand fue “agredida” por la policía de la moral y cayó en coma. Otra red de la oposición, IranWire, dijo que Geravand fue ingresada en el hospital con “traumatismo craneal”.
Awyer Shekhi, colaboradora de Hengaw, había declarado anteriormente a CNN que unas agentes de la policía de la moral se habían acercado a Geravand cerca de la estación de metro de Shohada y le habían pedido que se ajustara el hiyab.
“Esta petición dio lugar a un altercado en el que los agentes de la policía moral agredieron físicamente a Geravand. La empujaron, lo que provocó su desmayo”, declaró Shekhi.
CNN no pudo verificar la información publicada por Hengaw e Iranwire, que en el pasado han cubierto ampliamente las protestas iraníes.
Las autoridades iraníes han negado las acusaciones, afirmando que Geravand fue hospitalizada debido a una lesión causada por presión arterial baja.
Los amigos y familiares de Geravand se han hecho eco de estos desmentidos en entrevistas con medios de comunicación estatales, aunque no está claro si fueron coaccionados para hacerlo. Funcionarios de la ONU y grupos de derechos humanos han acusado anteriormente a las autoridades iraníes de presionar a las familias de los manifestantes muertos para que hagan declaraciones que apoyen la versión del gobierno.