(CNN) – Los estadounidenses adoran los dulces de Halloween. Las ventas de dulces de Halloween crecieron un 14% entre 2021 y 2022 y este año va camino de ser igual. En 2022, los consumidores estadounidenses gastaron más de US$ 3.700 millones en caramelos durante las seis semanas previas a la festividad.
¿El dulce favorito de los consumidores? El chocolate, que los estadounidenses compraron en una proporción de casi 2:1. Y en el mundo del chocolate, el chocolate con leche es el rey: más gente compró chocolate con leche la pasada temporada de Halloween que todos los demás dulces sin chocolate juntos.
Pero mientras que las ventas por unidad de caramelos de chocolate se han mantenido estables en comparación con hace cinco años, los caramelos de otro tipo son el mercado en crecimiento. Los estadounidenses compraron aproximadamente un 7,8% más de paquetes de dulces sin chocolate la temporada de Halloween pasada en comparación con 2018, mientras que las ventas de paquetes de chocolate se redujeron en un 2,5%.
Pero hay una excepción notable a la dolce vita de los dulces sin chocolate: el icónico “candy corn”, típico de Halloween.
Los estadounidenses están comprando cada vez menos de este dulce en forma de grano de maíz, según muestran los datos de NIQ, y más gomitas y malvaviscos.
El número de paquetes de candy corn vendidos durante la temporada de Halloween, o las seis semanas previas a la primera semana de noviembre, han estado cayendo cada año desde al menos 2018, alcanzando un mínimo de 12,7 millones en 2022. Hasta el 14 de octubre, los estadounidenses habían comprado 5,3 millones de paquetes del dulce esta temporada.
“No es como, ‘Sí, está bien’”, Beth Kimmerle, autora de “Candy: The Sweet History” y fundadora de la empresa de datos del sector alimentario Attribute Analytics, se refiere al gusto de los estadounidenses por el candy corn. “La gente lo ama o lo odia”.
En comparación, las ventas de paquetes de gomitas y caramelos de malvavisco, que incluyen Peeps, han subido cada una más del 30% desde 2018.
“Así que piensa en un Peep”, dijo Kimmerle. “Puedes cubrirlo con azúcar, puedes colorear ese azúcar, puedes colorear su interior. Puedes darle diferentes formas. Hay mucha flexibilidad con los malvaviscos”.
Nostalgia, no sabor
“El sabor es muy, muy dulce”, afirma Susan Benjamin, historiadora del dulce y presidenta de la tienda de caramelos True Treats, en Virginia Occidental. “Pero no es un dulzor descriptible. Y a menudo desafía lo que debería parecer”.
Según Kimmerle, en un perfil de sabor realizado por Attribute Analytics el 8 de octubre, el panel de cata descubrió que el candy corn tiene un alto grado de sabor “dulce”, mientras que sus otros sabores son menos perceptibles y se disipan rápidamente. El panel describió una bolsa de Nice! Brand como “dulce”, seguido de vainilla artificial, azúcar caramelizado y “químico”.
Por el contrario, el perfil de sabor de un paquete variado de Albanese Gummi Bear Cubs realizado ese mismo día muestra una gama de varios sabores que permanecen más tiempo en la boca y se complementan entre sí, dijo Kimmerle: dulce, cereza artificial, fruta artificial y ácido.
Los caramelos estilo candy corn también se ofrecen en otros sabores, pero Kimmerle también subraya la importancia de la textura de un caramelo.
“Las gomitas rebotan alegremente en la boca mientras se mastican y luego se disuelven”, explica Kimmerle. Los caramelos candy corn, por el contrario, parecen granulados y cristalizados.
“No es un malvavisco ni un caramelo duro. Es algo intermedio”, afirma Kimmerle.
Sin una textura o un sabor atractivos, ¿qué razones quedan para comprar candy corn?
“Yo lo pondría en la categoría de algo que la gente se siente obligada a comprar por el factor nostalgia”, afirma Kimmerle.
Benjamin también ve el atractivo sentimental del candy corn.
“Yo lo recuerdo de mi infancia, y los más jóvenes no”, afirma. “Y el caramelo tiene tanto que ver con el recuerdo como con el sabor”.