(CNN) – Un incendio forestal en el condado de Riverside, California, se extendió en tamaño debido a los vientos cálidos y secos de Santa Ana. Las llamas calcinaron múltiples estructuras y obligaron a miles de personas a abandonar sus hogares.
Cuando el incendio, llamado Highland, se reportó por primera vez este lunes a las 12:37 p.m., hora del Pacífico (3:27 p.m., hora de Miami), cerca de Aguanga, California, cubría apenas 5 hectáreas. Siete horas más tarde, el incendio consumía más de 485 hectáreas, según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Cal Fire.
A primera hora de la mañana del martes, el incendio de Highland había calcinado 890 hectáreas y estaba contenido al 0%, informó la agencia. Sus llamas destruyeron al menos tres estructuras y dañado otras seis.
Las órdenes de evacuación se emitieron por primera vez en la tarde de este lunes, pero se ampliaron rápidamente horas después y de nuevo el martes por la mañana.
Más de 1.100 hogares fueron evacuados en la zona del incendio, afectando aproximadamente a 4.000 personas, dijo a CNN la portavoz de Riverside Fire, Maggie Cline De La Rosa. Otras 1.700 personas han sido advertidas de que también podrían tener que evacuar.
Las órdenes de evacuación y las advertencias, estas últimas destinadas a avisar a los residentes para que se preparen para una orden de evacuación, siguen activas.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, se prevén vientos sostenidos de 32 km/h a 40 km/h con ráfagas de hasta 56 km/h en la zona del incendio de Highland y sus alrededores para este martes. Estos vientos seguirán siendo un reto para los bomberos y podrían seguir avivando el incendio.
Al menos 310 bomberos de 49 compañías de bomberos trabajaban en la respuesta al incendio este martes, según Cal Fire.
La causa del incendio está bajo investigación.
Aunque su origen sigue sin estar claro, no es un misterio cómo el incendio Highland pudo crecer tan rápidamente. El aire extremadamente seco y los fuertes vientos que soplaron en California el lunes y el martes contribuyeron a la rápida propagación del fuego.
La humedad relativa, una medida de la cantidad de humedad que hay en el aire, era muy baja este lunes: entre el 5% y el 15%, según un pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional de San Diego. Cuando la humedad relativa disminuye, los incendios se desencadenan y se mantienen con facilidad.
Una vez que se forman, las ráfagas de viento hacen que estos incendios se propaguen rápidamente e incluso que sus brasas vuelen en la distancia para comenzar otros incendios. Las ráfagas de viento superaron los 80 km/h cerca del incendio, impulsados por un fenómeno de Santa Ana que comenzó el fin de semana en algunas zonas del sur de California.
Los vientos de Santa Ana, apodados así por la cadena montañosa del sur de California, son vientos cálidos y secos estacionales que se desarrollan cuando el aire fluye de este a oeste, algo que suele suceder durante el otoño e invierno.
A medida que el aire se desplaza desde la altura de las montañas hasta el nivel del mar, es comprimido por una presión más alta, que lo calienta y lo seca. Los vientos de Santa Ana pueden llegar a ser bastante fuertes al precipitarse montaña abajo, potenciados por cañones y puertos que actúan como túneles de viento naturales. Los vientos pueden secar la vegetación, haciéndola más propensa al fuego, y avivar las llamas de los incendios existentes.
En lo que va de 2023, los incendios forestales de California se han situado muy por debajo de la media, con más de 130.000 hectáreas quemadas hasta el 31 de octubre. Normalmente, los incendios han calcinado unas 600.000 hectáreas de California a estas alturas del año, según Cal Fire.
– Cheri Mossburg de CNN contribuyó con este reportaje.