(CNN) – Es poco probable que la estrategia de Israel para eliminar a Hamas —destruir sus capacidades militares y políticas hasta el punto de que el grupo terrorista no pueda volver a lanzar ataques importantes contra civiles israelíes— funcione.
De hecho, es probable que Israel ya esté produciendo más terroristas de los que mata.
Para derrotar a grupos terroristas como Hamas es importante separar a los terroristas de la población local de la que surgen. De lo contrario, se puede matar a la generación actual de terroristas, solo para ser reemplazada por una nueva y mayor generación de terroristas en el futuro. (Esto es lo que los expertos describen como “matemáticas de la contrainsurgencia”).
Aunque el principio —separar al grupo terrorista de la población en general— es sencillo, resulta increíblemente difícil de conseguir en la práctica.
Esta es la razón por la que Israel y Estados Unidos han llevado a cabo operaciones militares de gran envergadura que acabaron con un gran número de terroristas existentes a corto plazo, pero que en última instancia provocaron el surgimiento de muchos más terroristas, a menudo en cuestión de meses.
Exactamente este patrón ocurrió en el pasado cuando:
1) Israel invadió el sur del Líbano con unos 78.000 soldados de combate y casi 3.000 tanques y vehículos blindados en junio de 1982.
El objetivo era aplastar a los terroristas de la OLP (Organización para la Liberación Palestina), e Israel logró un importante éxito a corto plazo. Sin embargo, esta operación militar provocó la creación de Hezbollah, en julio de 1982, generó un amplio apoyo local a Hezbollah y oleadas de atentados suicidas y, en última instancia, condujo a la retirada del Ejército israelí de gran parte del sur del Líbano, en 1985, y al crecimiento de Hezbollah desde entonces.
2) Israel mantuvo una fuerte ocupación militar de Gaza y la Ribera Occidental desde principios de la década de 1990 hasta 2005.
Estas operaciones consiguieron matar a muchos terroristas de Hamas y otros grupos palestinos, pero también desencadenaron un amplio apoyo local a los grupos terroristas y campañas masivas de atentados suicidas contra israelíes que solo cesaron cuando se marcharon las pesadas fuerzas militares israelíes. Lejos de ser derrotado, Hamas ganó las elecciones palestinas de 2006.
3) Israel lanzó una ofensiva terrestre en el Líbano en julio-agosto de 2006.
Aunque el objetivo era destruir por completo a los líderes y combatientes de Hezbollah para que nunca más pudiera secuestrar a soldados israelíes ni lanzar misiles contra ciudades israelíes, la ofensiva israelí fracasó y, como consecuencia, Hezbollah es hoy mucho más fuerte.
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4) Estados Unidos invadió y ocupó Iraq en 2003 con 150.000 soldados de combate.
Las fuerzas estadounidenses derrotaron completamente al ejército de Saddam Hussein en 6 semanas. Sin embargo, estas duras operaciones militares condujeron a la mayor campaña terrorista suicida de los tiempos modernos, a una gran guerra civil en Iraq y, en última instancia, al surgimiento del ISIS.
¿Se repite la historia con Hamas en 2023?
En Gaza, es probable que este trágico patrón ya esté ocurriendo. Ahora mismo, no estamos presenciando la separación de Hamas y la población local, sino la creciente integración de ambas, con un probable aumento del reclutamiento para Hamas.
La orden israelí de que 1,1 millones de palestinos —la población del norte de Gaza— se desplacen al sur no va a crear una separación significativa entre los terroristas y la población.
Muchos miles no pueden desplazarse porque son demasiado jóvenes, demasiado viejos o están demasiado enfermos o heridos y dependen de atención especializada y hospitales. Por lo tanto, evacuar a toda la población civil del norte de Gaza no es posible. Incluso si la población civil se trasladara, muchos combatientes de Hamas simplemente se irían con ellos.
Además, Hamas ha ordenado a la población civil que no evacúe. Dado que Hamas y la población civil siguen estando estrechamente integrados, no es de extrañar que las operaciones israelíes para matar a los terroristas de Hamas hayan causado la muerte de más de 8.000 civiles, según el Ministerio de Sanidad palestino en Ramallah, citando fuentes de Gaza controlada por Hamas. Prácticamente todos tienen familiares que probablemente ya están siendo reclutados por Hamas en gran número.
Así pues, cabe esperar que Hamas se haga más fuerte, no más débil, cada día que pasa.
Entonces, ¿qué es lo que funciona para eliminar a Hamas?
Para derrotar a los grupos terroristas, es crucial emprender largas campañas de presión selectiva, a lo largo de años, no simplemente un mes (o dos, o tres) de fuertes operaciones terrestres, y combinar las operaciones militares con soluciones políticas desde el principio.
De hecho, el propio esfuerzo por acabar militarmente con los terroristas en solo uno o dos meses sin tener apenas idea del resultado político —como parece estar haciendo Israel ahora— es lo que acaba produciendo más terroristas de los que mata.
La única forma de causar un daño duradero a los terroristas es combinar, normalmente en una larga campaña de años, ataques selectivos sostenidos contra terroristas identificados con operaciones políticas que abran brechas entre los terroristas y las poblaciones locales de las que proceden.
Israel está estableciendo comparaciones con la derrota de ISIS, pero es importante recordar que las fuerzas terrestres musulmanas marcaron una enorme diferencia al aplicar presión militar contra ISIS en Iraq y Siria, durante años, de manera que no galvanizaron a la población local para reemplazarlos, al permitir que las poblaciones locales gobernaran efectivamente el área limpiada de terroristas.
La campaña que derrotó al ISIS unió operaciones militares y políticas prácticamente desde el principio.
De cara al futuro, Israel necesita una nueva concepción estratégica para derrotar a Hamas. La única forma viable de separar a Hamas de la población local es políticamente.
La visión estratégica de Israel ha sido entrar primero con fuerza militar y luego resolver el proceso político. Pero es probable que esto integre cada vez más a Hamas y a la población local y que produzca más terroristas de los que mata.
Además, Israel no parece tener un plan político para el periodo posterior a la eliminación de Hamas. Desde 2006, Hamas ha sido el único Gobierno de Gaza. Israel afirma que no quiere gobernar Gaza, pero Gaza necesitará ser gobernada, e Israel aún tiene que explicar cómo será una Gaza posterior a Hamas.
¿Qué impedirá que un Hamas 2.0 llene el vacío de poder? Dada la ausencia de alternativas políticas serias a Hamas, ¿por qué deberían los palestinos abandonar a Hamas?
Hay una alternativa: ahora, no más tarde, iniciar el proceso político hacia un camino hacia un Estado palestino y crear una alternativa política viable para los palestinos frente a Hamas.
Esto podría, con el tiempo, separar cada vez más a Hamas de la población local, y conducir así a un éxito significativo. Deben ser los palestinos quienes decidan quién dirige Gaza.
Esta nueva concepción estratégica es la mejor manera de derrotar a Hamas, asegurar la población de Israel y hacer avanzar los intereses de Estados Unidos en la región.