(CNN) – Un avión Airbus A321 despegó del aeropuerto Stansted en Londres en octubre con daños en cuatro cristales, dos de los cuales faltaban por completo, de acuerdo con investigadores de accidentes aéreos de Reino Unido.
Nueve pasajeros y 11 miembros de la tripulación estaban a bordo del avión rumbo al Aeropuerto Internacional de Orlando, en Florida, el 4 de octubre, cuando los daños, aparentemente causados por luces de alta potencia utilizadas durante un evento de filmación el día anterior, se detectaron después del despegue.
El avión había alcanzado una altitud de al menos 14.000 pies cuando dio la vuelta, se lee en un boletín especial de la División de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB, por sus siglas en inglés) de Reino Unido. El avión aterrizó de regreso en el aeropuerto de Stansted de manera segura poco después.
‘Aumento del ruido en la cabina’
El informe, publicado el 4 de noviembre, detalla el incidente y señala que podría haber tenido “consecuencias más graves” si la “integridad de la ventana” se hubiera “perdido con una presión diferencial más alta”.
Describe también cómo los pasajeros notaron que el avión parecía estar “más ruidoso y más frío que de costumbre” después de despegar en el aeropuerto de Stansted.
Mientras el avión continuaba ascendiendo y las señales de cinturón de seguridad se apagaron, el jefe de carga, que también había notado un “aumento de ruido en la cabina”, caminó hacia la parte trasera del avión y detectó una ventana en el lado izquierdo del avión con un sello que estaba “aleteando por la corriente”.
El jefe de carga, que describió el ruido de la cabina como “lo suficientemente fuerte como para afectar su oído”, informó a la tripulación de cabina y también fue a la cabina de vuelo para informarle al comandante.
Investigación en curso
Aunque no hubo “indicios anormales”, la tripulación optó por detener el ascenso del avión a 14.000 pies y reducir la velocidad mientras un ingeniero y el tercer piloto inspeccionaban la ventana.
“Después de inspeccionar la ventana, se acordó que el avión debería regresar a Stansted”, continuó el informe.
“La tripulación de cabina dijo a los pasajeros que permanecieran sentados y con los cinturones abrochados, y les recordó del uso de máscaras de oxígeno si fuera necesario”.
La magnitud total de los daños sufridos por el avión no se conoció hasta que volvió a aterrizar.
La tripulación de vuelo inició un descenso y el avión llegó de regreso al aeropuerto de Stansted poco después. El tiempo total de vuelo fue de 36 minutos, según el boletín.
Después de que los pasajeros desembarcaron y el avión fue estacionado y apagado, la tripulación inspeccionó el avión desde el exterior y descubrió que faltaban dos cristales de las ventanas de la cabina y un tercero se había zafado.
Más tarde se encontró un panel exterior roto “durante una inspección de rutina en la pista”, mientras que también se descubrió una cuarta ventana que “sobresalía del lado izquierdo del fuselaje”.
“Las cuatro ventanas afectadas estaban una al lado de la otra, justo detrás de la salida superior izquierda”, añadió el boletín.
La AAIB explicó que las ventanas pueden haber “sufrido daños térmicos y distorsión” debido al aumento de temperaturas cuando el avión se utilizó durante el rodaje durante cuatro a cinco horas y media el día antes del vuelo.
La entidad continuará investigando el incidente para “comprender completamente las propiedades de las luces utilizadas y cómo se puede gestionar este riesgo en el futuro”.
“Los propietarios y operadores de aeronaves deberían considerar el peligro que plantean tales actividades para minimizar el riesgo de daños a las aeronaves”, añadió.
CNN se ha puesto en contacto con la AAIB para obtener más comentarios.