(CNN) – La guerra de Israel contra Hamas podría hacer retroceder la economía palestina de Gaza y la Ribera Occidental en varias décadas, según un nuevo análisis del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El informe que publicó este jueves la organización pinta un panorama desolador de las condiciones económicas en el enclave palestino, donde más de 10.700 personas han muerto en la respuesta al ataque terrorista del 7 de octubre en Israel, según el Ministerio de Salud palestino en Ramallah, que se nutre de fuentes en el enclave controlado por Hamas.
Desde el inicio del último conflicto, el número de palestinos que viven en la pobreza ha aumentado en 300.000, según Abdallah Al Dardari, director de la Oficina Regional del PNUD para los Estados árabes.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, casi 1,5 millones de personas se han visto desplazadas en Gaza desde el comienzo de los combates el mes pasado, mientras que el bloqueo de combustible por parte de Israel, unido a las severas restricciones en el suministro de alimentos, agua y medicinas, ha desencadenado una crisis humanitaria.
Según el análisis del PNUD, los principales indicadores económicos, como la tasa de empleo y el PIB, se han desplomado en Gaza y la Ribera Occidental.
El último mes de conflicto ha eliminado el 61% del empleo en Gaza y el 24% en la Ribera Occidental, advierte el informe. Se calcula que el PIB palestino ha caído un 4,2% tras un mes de guerra en comparación con las estimaciones previas, lo que supone una pérdida de unos US$ 857 millones. Si la guerra se prolonga durante un segundo mes, la cifra ascendería a US$ 1.700 millones, lo que supondría una pérdida del 8,4% del PIB, añade el informe.
“Es enorme”, dijo Al Dardari en una entrevista. “Llevo 30 años siguiendo conflictos y escribiendo sobre ellos, nunca había visto un choque tan dramático en tan poco tiempo”, declaró a CNN.
La pobreza en Gaza ya era grave antes de la campaña israelí de octubre, con un 61% de la población considerada por debajo del umbral de pobreza en 2020, según el Banco Mundial.
El acceso al abarrotado enclave de unas 2 millones de personas ha estado severamente restringido por Israel y Egipto durante los últimos 17 años en lo que la ONG Human Rights Watch ha denominado durante mucho tiempo una “prisión al aire libre”.
El último estallido de la guerra no ha hecho sino agravar la desgracia económica.
Tras un mes de combates, el número de personas que viven en la pobreza en Gaza y la Ribera Occidental aumentó casi un 20%, según el informe del PNUD. Si la guerra durara un segundo mes, el aumento total de la población en situación de pobreza superaría el 34%, es decir, 500.000 personas, según Al Dardari.
Los daños estructurales en esta zona densamente desarrollada han sido considerables durante las cuatro semanas de campaña israelí: casi la mitad de las viviendas han resultado dañadas o destruidas por los bombardeos y el 40% de las instalaciones educativas han sufrido daños, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.
En general, el informe del PNUD predice un retroceso de 11 a 16 años en una métrica que denomina “desarrollo humano” en toda Gaza y la Ribera Occidental por el conflicto hasta la fecha. La estimación procede de una evaluación del PNUD de los indicadores educativos, sanitarios y económicos que contribuyen a la puntuación del Estado en el Índice de Desarrollo Humano.
Si los combates continuaran durante un segundo mes, la economía palestina retrocedería 19 años en su desarrollo, dijo Al Dardari.
“Eso significa que Palestina retrocederá a 2001, 2002”, dijo. “Toda la inversión que la comunidad internacional, el pueblo palestino, han puesto en su desarrollo humano, salud, educación, crecimiento, negocios, todo lo que se construyó desde 2002 se pierde”.
Las autoridades israelíes no han dado ninguna indicación pública sobre la duración prevista de la operación militar en Gaza, aparte de las declaraciones de que es probable que la guerra sea larga y que el objetivo de la ofensiva aérea y terrestre es la eliminación completa de Hamas.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reiteró este miércoles que no aprobaría un alto el fuego hasta que se liberara a los cerca de 240 rehenes retenidos en Gaza.
Aun así, en los últimos días han surgido dudas sobre la gestión de Gaza tras la guerra, después de que Netanyahu dijera el lunes en una entrevista que Israel debería tener la “responsabilidad general de la seguridad” en el enclave palestino durante un “periodo indefinido”. Sus asesores han dicho desde entonces que Israel buscaría el control de la seguridad en la región, no el poder de gobierno.
El PNUD no ha elaborado una estimación de los costos de reconstrucción en Gaza una vez que se alcance un alto el fuego, dada la incertidumbre en torno a la duración de la campaña. Al Dardari afirmó que es probable que el PNUD acabe participando en la reconstrucción del enclave asediado, aunque advirtió que la continuación del bloqueo israelí complicaría el proceso.
“Desde un punto de vista técnico”, dijo, “un ejercicio de reconstrucción masiva y un bloqueo no van de la mano”.