(CNN) – Lahore se ha convertido en la última megaciudad en cerrar mientras la contaminación asfixia a franjas del sur de Asia, donde casi 50 millones de personas llevan casi una semana respirando aire tóxico.
La segunda ciudad más poblada de Pakistán —con más de 13 millones de habitantes— cerró escuelas y clausuró parques públicos, centros comerciales y oficinas después de que el índice de calidad del aire (ICA) se disparara esta semana a más de 400, según IQAir. Esta cifra es considerada “peligrosa” por la empresa suiza de seguimiento de calidad del aire.
Las autoridades de la provincia paquistaní de Punjab han impuesto una “emergencia medioambiental y sanitaria” en tres ciudades —Gujranwala y Hafizabad, además de Lahore— hasta que mejore la situación, según declaró esta semana su ministro principal, Mohsin Naqvi. Las tres ciudades suman más de 15 millones de habitantes.
“Habrá un movimiento limitado de personas hacia y desde estas áreas en transporte público y privado”, dijo este martes un comunicado de la oficina de Naqvi.
El gobierno de Naqvi también ha restringido las reuniones de más de cuatro personas en un mismo lugar.
El aumento de la contaminación en Pakistán se produce después de que la vecina India viera cómo la niebla tóxica cubría su capital, Nueva Delhi, la semana pasada, debido a que las temperaturas más frías atraparon las partículas contaminantes, creando una neblina tóxica que alcanzó niveles peligrosos.
Tradicionalmente, a finales de año, tras la cosecha de invierno, millones de agricultores limpian los rastrojos de arroz que les quedan prendiendo fuego a los campos para preparar la llegada de la cosecha de trigo. Esto, junto con la contaminación vehicular e industrial, ha creado grandes cantidades de niebla tóxica en los estados septentrionales de Haryana, Punjab, Uttar Pradesh y Nueva Delhi.
Esta semana, el Tribunal Supremo de la India ordenó a las autoridades de los estados que rodean Nueva Delhi que impidieran a los agricultores quemar las cosechas sobrantes, y prohibió el uso de petardos en todo el país antes de la festividad de Diwali, que se celebra este fin de semana.
El tribunal ha emitido órdenes similares a lo largo de los años con efectos mínimos.
Otras grandes ciudades indias, como Calcuta y Bombay, también figuran esta semana en la lista de IQAir de las 20 ciudades más contaminadas del mundo, con niveles de polución que fluctúan entre “peligroso” e “insalubre”.
Las autoridades locales se han apresurado a aplicar medidas para paliar la contaminación, desde restringir la circulación de vehículos por las carreteras y rociar con agua las aceras a prohibir construcciones no esenciales para reducir el polvo.
Dhaka, la capital de Bangladesh, que cuenta con una población de más de 10 millones de personas, también figuraba en la lista de ciudades más contaminadas de IQAir, con un AQI que alcanzó los 222 este viernes, una cifra que se considera “muy poco saludable” según la empresa.
Los niveles de PM2.5 en todas estas ciudades superan con creces el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud e ilustran una preocupación creciente en los países del sur de Asia, que experimentan rápidas industrializaciones y auges demográficos que disparan los niveles de contaminación.
Las partículas PM2.5 incluyen contaminantes como sulfatos, nitratos y carbono negro, cuya exposición puede dañar las funciones cognitivas e inmunitarias de las personas. También están relacionadas con trastornos pulmonares y cardíacos.
Los grupos ecologistas y los responsables políticos llevan mucho tiempo reclamando soluciones más eficaces para gestionar el crecimiento de la población, y afirman que las medidas actuales, como la restricción del transporte y la paralización de la construcción, apenas suponen cambios a largo plazo.
Los efectos del empeoramiento del aire ya son visibles en algunas partes de la India.
Según un estudio realizado en 2021 por el Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago (EPIC), el aire viciado podría reducir hasta en nueve años la esperanza de vida de los habitantes de Delhi.
El estudio también constata que cada uno de los 1.400 millones de habitantes de la India soporta unos niveles medios anuales de contaminación que superan las directrices establecidas por la Organización Mundial de la Salud.
Los médicos de la capital india afirman haber observado un aumento de las enfermedades relacionadas con la contaminación, con pacientes que se quejan de tos, irritación de garganta, dificultad para respirar y problemas cutáneos, entre otros.
– Sophia Saifi de CNN ha colaborado desde Islamabad.