(CNN) – Hubo un momento que pasó desapercibido esta semana, mientras el príncipe de Gales visitaba Singapur.
Todas las miradas estaban puestas en la ostentosa ceremonia de entrega de su ambicioso premio Earthshot de US$ 50 millones, que se celebró en Asia por primera vez.
Allí, el príncipe William y un elenco repleto de estrellas anunciaron el grupo de ganadores de este año. Sin embargo, a principios de semana, el heredero al trono logró su propia victoria, más silenciosa.
Los Windsor sobrecargan sus agendas cuando están en el extranjero, por lo que no fue una sorpresa que, además de sus compromisos con la iniciativa ecológica, el príncipe de 41 años completara sus cuatro días en el país con compromisos relacionados. Uno de ellos fue su asistencia a la primera gran cumbre en el extranjero de su proyecto United for Wildlife.
Establecida por William y su Fundación Real en 2014, la iniciativa reúne a figuras destacadas de la conservación, el Gobierno y las fuerzas del orden para detener la caza furtiva de animales y prevenir el comercio ilegal de sus partes.
En ese evento del lunes, William pronunció un discurso apasionado, enfatizando las repercusiones de largo alcance de la matanza y venta de los animales más amenazados del mundo, y reveló una asociación global histórica para poner fin a esta práctica.
“Estoy encantado de anunciar hoy que United for Wildlife ha liderado la creación de la primera Declaración Internacional de Principios del mundo, acordada por los gobiernos para prevenir, detectar y disuadir la actividad financiera que sustenta el comercio ilegal de vida silvestre”, dijo el príncipe a los delegados presentes.
Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia, Canadá, Sudáfrica y Singapur son algunos de los firmantes que se comprometieron a una cooperación regular. La esperanza es que el apoyo colectivo conduzca a más incautaciones y arrestos.
William también anunció una acción conjunta con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y la Interpol, en la que las organizaciones trabajarán juntas para desbaratar la red criminal global.
A menudo nos preguntan cuál es el impacto en el mundo real de todos los discursos, paseos y saludos que hace la familia real. Los anuncios de William son un ejemplo de su poder de convocatoria.
“Estoy increíblemente orgulloso de que nuestra red haya apoyado más de 600 investigaciones, colaborado con casi 300 incautaciones de productos ilegales de vida silvestre y capacitado a más de 110.000 personas”, dijo William en la Cumbre Mundial de United for Wildlife.
Tener este tipo de impacto cuantificable es el núcleo de la visión de William para su época como príncipe de Gales.
Con cuidado de no desestimar el trabajo realizado por el resto de su familia, que “ha estado brillando en el centro de la escena”, el príncipe dijo a la prensa británica que quiere “ir un paso más allá”.
“Realmente quiero hacer cambios y reunir a personas que puedan hacer los cambios si yo no puedo”, dijo.
William explicó que no quería diluir su impacto extendiéndolo demasiado a numerosas causas sociales. En cambio, ha estado reflexionando sobre cómo puede ir “más profundo” y “mostrar más mi intención”.
La difunta reina Isabel II puso la caridad en el centro de su reinado. Cuando Carlos era príncipe de Gales, superó los límites con su activismo y ahora, como rey, se ocupa de temas evitados por sus antepasados. Para William, en lugar de simplemente resaltar problemas, está profundizando en las causas que ha respaldado durante años y ahora está tratando de generar cambios mensurables para ellas.
Es una apuesta cuando la realeza se involucra en cuestiones potencialmente divisivas en lugar de limitarse a ponerlas de relieve. Pueden verse atacados por el tribunal de la opinión pública o correr el riesgo de adentrarse poco a poco en el espacio político. Pero en un mundo de actitudes cambiantes, el enfoque basado en la acción de William podría convertirlo en el miembro de la realeza más eficaz que los críticos han estado pidiendo.