(CNN Español) – Córdoba es la segunda provincia más poblada de Argentina. Con 3.065.088 electores, representa el 8,66% de los votantes del país, según datos del Ministerio del Interior. Sin embargo, a pocos días del balotaje, las miradas se concentran allí, ¿por qué?
La provincia ha sido una gran opositora al kirchnerismo, donde el expresidente Mauricio Macri obtuvo los porcentajes de votos más amplios, aun cuando perdió las elecciones generales en 2019, y donde ahora el “outsider” Javier Milei ha sido el más votado, tanto en las primarias como en la primera vuelta.
En Córdoba, en la primera vuelta electoral Javier Milei se alzó con el 33,54% de los votos. Le sigue el gobernador peronista saliente, Juan Schiaretti, que obtuvo el 29%, sin integrar la coalición kirchnerista. Juntos por el Cambio (JxC), con Patricia Bullrich, quedó tercero con el 22,62%, y Sergio Massa, con la oficialista Unión por la Patria (UxP), sólo consiguió el 13,42%. Fue la provincia donde tuvo menos porcentaje de votos, según los datos provisionales en los que se informa el 99,86% de las mesas escrutadas.
Más de la mitad de los cordobeses no encontrarán al candidato que votaron en primera vuelta en el balotaje que se celebrará el 19 de noviembre. ¿A quién elegirán, entonces, en el cuarto oscuro ese día?
Milei, ahora en alianza con Macri, buscará acaparar un gran caudal de votos de Juntos por el Cambio, teniendo en cuenta que Córdoba siempre ha sido una provincia favorable a ese espacio. En 2015, cuando Macri ganó la presidencia en el balotaje, obtuvo allí el 71,52% de los votos y aunque en 2019 perdió la reelección en la primera vuelta, en Córdoba sacó más del 60% de los votos.
También en concordancia con su nuevo socio, que cerró sus dos campañas presidenciales en Córdoba, desde el espacio de Milei confirman que el libertario también planea hacer lo propio en la capital de la provincia, pero no dieron más detalles.
Sin embargo, habrá que ver si, finalmente, Milei logra reeditar los resultados que Macri supo conseguir en la provincia. La del 22 de octubre, fue la peor elección histórica de Juntos por el Cambio, una coalición que integra la Unión Cívica Radical (UCR), que siempre pisó fuerte en la provincia y que ha dicho que no apoyará a ninguno de los dos candidatos en el balotaje, separándose así del apoyo de Macri al libertario. “El extremismo demagógico de Javier Milei se encuentra en las antípodas de nuestro pensamiento”; escribió la UCR en un comunicado en el que agregaron que jamás podrán “tener nada que ver con su espacio”.
¿Para qué lado jugará Schiaretti?
Los votos que obtuvo el gobernador de Córdoba y excandidato Juan “El Gringo” Schiaretti son muchos, más de 665.000 y es una incógnita ver cómo se reparten. El peronismo cordobés, que actualmente lidera Schiaretti, no es kirchnerista. Desde su llegada a la gobernación, en 2007, mantuvo una relación distante con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. A pocos meses de su asunción, estalló el conflicto del kirchnerismo con el campo por los tributos a la exportación del agro, en esencial la soja. Al ser Córdoba una provincia eminentemente agropecuaria, tanto Schiaretti como su antecesor, José Manuel de la Sota, a pesar de ser peronistas, apoyaron al campo, al igual que la oposición.
Esa distancia con el kirchnerismo puede ser una de las razones que explica por qué cuando en 2015 a nivel nacional ganó Mauricio Macri, en Córdoba siguió gobernando el peronismo. Y lo mismo en 2019, cuando en esa provincia Macri fue el candidato presidencial más votado, aunque perdió la elección frente a Alberto Fernández, Schiaretti logró su reelección.
En la recta final hacia el balotaje el oficialista Sergio Massa estuvo esta semana en Río Cuarto, la segunda ciudad más poblada de la provincia, donde hizo varios anuncios económicos y hasta ensayó un pedido de disculpas por el largo historial de desencuentros del kirchnerismo. “Muchas veces Córdoba sintió que desde el poder central se le dio la espalda, por la parte que me toque, mis disculpas a los cordobeses”, afirmó el candidato.
Pero Córdoba no deja de ser hostil para Massa, aunque planea volver a la provincia en los próximos días.
Si bien Schiaretti y su sucesor en la provincia, Martín Llaryora mantuvieron una postura de prescindencia en relación con la segunda vuelta electoral, en los últimos días el gobernador cordobés y su esposa, la senadora Alejandro Vigo, han criticado al ministro-candidato, incluso mientras Massa se encontraba en campaña en la provincia. El Gringo habló públicamente del “desastre económico que viene haciendo el gobierno kirchnerista de Sergio Massa”, mientras que en varias publicaciones en redes sociales Vigo también lo fustigó. “Inexplicable. El candidato kirchnerista vino a nuestra provincia a pedir disculpas por las injusticias que su actual gobierno -sí, del que es ministro de Economía y actúa como presidente- con Córdoba”, señaló en X, antes Twitter.
Sin embargo, Massa ya había recibido el apoyo de otros políticos del espacio de Schiaretti, como Natalia de la Sota, hija del popular exgobernador cordobés, y de varios intendentes.
Habrá que ver cómo se desenvuelven allí ambos candidatos en los próximos días y qué decidirán los cordobeses en las urnas. Lo que es seguro, es que ese caudal de votos será determinante para definir quién será el próximo presidente de Argentina.