(CNN) – Lejos de la atenta mirada de los guardacostas, las aguas de Escocia albergan un número creciente de parques eólicos marinos, junto con sus plataformas de petróleo y gas. Sin embargo, trabajar en esta infraestructura remota conlleva muchos riesgos.
Los accidentes son muy comunes y, a menudo, mortales, dice Sam Mayall, marinero de toda la vida y exoficial de cubierta de transporte marítimo. Un informe de 2023 de la Subdivisión de Investigación de Accidentes Marítimos del Reino Unido indica que el 40% de los incidentes de personas al agua son mortales.
“Muchas de las tecnologías que se emplean ahora en alta mar son las mismas que han existido allí durante los últimos 40 o 50 años”, explica Mayall.
Gracias a la ayuda de la inteligencia artificial y la tecnología inteligente que permite mejorar la seguridad marítima, su empresa Zelim está trabajando en un trío de dispositivos que pueden salvar vidas, incluido un bote salvavidas autónomo y no tripulado llamado “Guardian”.
La empresa emergente escocesa, que Mayall fundó en 2017 cuando solo tenía 22 años, ahora trabaja con la Guardia Costera de EE.UU. y varias compañías de energía marina para perfeccionar su tecnología. Mayall espera que pueda hacer que los rescates sean más rápidos para las víctimas y más seguros para los equipos de emergencia.
“Los marineros ya no deberían poner sus vidas en peligro para salvar a las personas”, dice Mayall. “Creemos que podemos establecer una nueva referencia en materia de seguridad”.
Botes salvavidas autónomos
El barco Guardian incorpora el sistema de detección de inteligencia artificial de Zelim para identificar víctimas, así como una cinta transportadora Swift para sacar a las personas del agua. El barco tiene comunicación bidireccional a bordo para que, una vez rescatada, la víctima pueda hablar con un equipo de telemedicina que ofrece orientación de primeros auxilios hasta que la embarcación pueda llegar a un barco más grande.
En lugar de reemplazar a los rescatistas, la tecnología está diseñada para eliminar el dilema ético de los rescates difíciles, dice Mayall: “En muchos casos en todo el mundo se toma la decisión de no lanzar los medios de rescate debido al riesgo que significa para el rescatista”.
Guardian podría desplegarse desde una instalación en alta mar, donde el personal suele ser escaso y no siempre hay tiempo para llamar a los servicios de emergencia, ya que muchos accidentes ocurren a horas de distancia de los botes salvavidas, dice Mayall.
“(Alrededor del) 80% de las muertes ocurren en los primeros 30 minutos, por lo que es fundamental que uno tenga la capacidad de ayudarse a sí mismo cuando se encuentre en alta mar”, añade.
Rescates rápidos
Guardian aún está en desarrollo, pero las tecnologías de detección y cinta transportadora de Zelim ya se están poniendo a prueba.
En 2017, el equipo comenzó con lo básico: detectar personas en aguas agitadas y condiciones climáticas adversas.
“Tratar de encontrar a alguien en el agua es extremadamente difícil”, dice Mayall, y explicó que la vista es falible y varía entre individuos. “Hay inconsistencia entre mis ojos al comienzo de una búsqueda y mis ojos después de media hora”.
Para combatir esto, el equipo de Mayall creó un programa de software impulsado por inteligencia artificial que se puede aplicar a las transmisiones de cámaras existentes, como drones o CCTV.
El modelo de aprendizaje automático de Zelim utiliza datos proporcionados por la Guardia Costera de EE.UU. para entrenarse con más de cinco millones de imágenes de personas reales en el agua. Actualmente, detecta víctimas en el agua con un 90% de precisión, dice Mayall.
Detectar personas es solo una parte de la búsqueda y el rescate; sacarlas rápidamente del agua también es fundamental.
En aguas frías, el shock se produce en tres minutos, lo que puede provocar hiperventilación, restricción del flujo sanguíneo y, en última instancia, hipotermia. El informe de la División de Investigación de Accidentes Marítimos encontró que, en promedio, las víctimas dejan de responder a los 11 minutos de haber tocado agua fría.
La cinta transportadora “Swift” de Zelim está adaptada al entorno marítimo para sacar a las personas del agua rápidamente.
Tradicionalmente, se saca a las personas del agua mediante un cabrestante , lo que demora unos 10 minutos, dice Laura Tognarelli, una exoficial de ingeniería del ejército que se unió a Zelim en 2022 y supervisa el despliegue de su tecnología.
Swift, por su parte, tarda sólo 30 segundos.
“No se trata solo de llegar más rápido, no se trata solo de encontrarlos más rápido, sino también de la consistencia, de la velocidad y de eliminar la fatiga”, dice Tognarelli. “Elimina el estigma de necesitar un cierto nivel de fuerza o resistencia para trabajar en alta mar y permite que el rescate esté abierto a todos”.
“Los trabajos más peligrosos”
El sistema de transporte Swift se encuentra actualmente en etapa de pruebas, incluso hasta con la Autoridad Portuaria de Milford Haven (MHPA, por sus siglas en inglés), uno de los puertos energéticos más grandes del Reino Unido.
“Quedamos impresionados por la simplicidad del diseño”, dice Gareth Phillips, director de proyectos de MHPA. Debido a que es fácil de usar, almacenar y mantener, Phillips puede ver posibilidades de aplicar Swift en una variedad de industrias, incluidos puertos y parques eólicos marinos.
La MHPA planea instalar Swift en uno de sus buques piloto, que guían a los barcos grandes dentro y fuera del puerto. Los pilotos marinos a menudo abordan barcos desde su embarcación y suben por una escalera en el exterior del casco. “El traslado que hacen los pilotos marinos es probablemente uno de los trabajos más peligrosos que existen en la industria marina”, dice Phillips.
A pesar de los costos iniciales de instalación y desarrollo, el precio de Swift es comparable a otros gastos en equipos de seguridad, dice Phillips, quien agrega que si la prueba tiene éxito, la MHPA planea implementar el sistema en toda su flota de embarcaciones piloto.
La industria marítima tarda en innovar, asegura Phillips, y los cabrestantes de rescate estándar de la industria han sido los mismos durante décadas. Las soluciones de Zelim ofrecen una forma nueva y más inteligente de abordar la seguridad marítima, afirma.
“Tenemos que asegurarnos que nuestra propia gente tenga el mejor equipo de salvamento posible en nuestros buques”, añade.