(CNN) – Los reguladores federales otorgaron permiso a SpaceX para lanzar el segundo y esperado vuelo de prueba de su sistema Starship, el cohete más poderoso jamás construido, luego de un primer intento que terminó en una explosión en abril.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), que otorga licencias para los lanzamientos de cohetes comerciales, dijo este miércoles que SpaceX obtuvo permiso para lanzar la misión después de que la agencia determinara que “cumplía con todos los requisitos de seguridad, medio ambiente, políticas y responsabilidad financiera”.
El sitio web de SpaceX indica que la compañía tiene como objetivo una ventana de lanzamiento de dos horas el viernes 17 de noviembre, que se abre a las 8 a.m. hora de Miami.
Los avisos públicos emitidos a los navegantes indican que las oportunidades de respaldo para el despegue podrían incluir las mañanas del 18, 19 y 20 de noviembre.
La nave espacial Starship y su propulsor Super Heavy están en el centro de los planes de SpaceX para eventualmente llevar humanos a Marte, así como para ayudar en la campaña de la NASA para volver a enviar humanos a la Luna por primera vez en más de 50 años. Starship está destinado a servir como módulo de aterrizaje lunar para la misión Artemis III, actualmente programada para 2025. Y si el vuelo de prueba falla una vez más, podría empantanarse el cronograma de exploración lunar de la NASA.
El vuelo de prueba integrado inaugural de abril de Starship y Super Heavy, el enorme cohete que se espera propulse la nave espacial a velocidades orbitales, terminó pocos minutos después del despegue cuando el vehículo comenzó a colapsar sobre sí mismo, lo que obligó a SpaceX a iniciar el modo de autodestrucción y explotar ambos sobre el Golfo de México.
SpaceX ha pasado los últimos meses reconstruyendo el lugar del lanzamiento y realizando mejoras en el sistema de cohetes en las instalaciones Starbase de la compañía en Boca Chica, Texas. La plataforma de lanzamiento fue destrozada por la fuerza de los motores del Super Heavy al encenderse, enviando los escombros hasta la zona costera circundante.
Los posibles impactos del accidente del cohete impulsaron a un grupo de defensores del Medio Ambiente y la vida silvestre a presentar una demanda en mayo contra la FAA, alegando que la agencia no cumplió con las leyes ambientales federales cuando dio luz verde al primer vuelo de prueba de Starship.
William Gerstenmaier, vicepresidente de construcción y confiabilidad de SpaceX, culpó a los reguladores por retrasar el segundo vuelo de prueba y dijo en una audiencia en el Senado de Estados Unidos a mediados de octubre: “Es una pena que nuestro hardware está listo para volar y no podemos hacerlo debido a regulaciones o revisiones”.
La FAA finalizó su investigación de seguridad en septiembre y estableció 63 acciones correctivas para SpaceX. Luego, la agencia completó una revisión de seguridad para el segundo vuelo de prueba planeado por SpaceX el 31 de octubre.
Sin embargo, como parte de su revisión ambiental, la FAA organizó una consulta con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. en virtud de la Ley de Especies en Peligro. Ese proceso concluyó el 14 de noviembre, según un comunicado de la agencia, permitiendo a la FAA emitir el permiso de lanzamiento.
Ahora, SpaceX está listo para hacer otro intento de impulsar Starship fuera de la plataforma de lanzamiento y enviarlo en una misión para completar casi una vuelta completa a la Tierra.
Desafíos de Starship
Si la misión de prueba falla una vez más, el objetivo de la NASA de volver a enviar humanos a la superficie de la Luna podría enfrentar serios retrasos, mientras la agencia compite con otros países, incluido China, para construir un asentamiento lunar permanente. La agencia espacial ya advirtió que Starship podría no estar listo a tiempo para un intento de alunizaje en 2025.
Incluso si tiene éxito, SpaceX todavía tiene numerosos obstáculos tecnológicos que superar. La compañía debe demostrar que el cohete puede llevar de manera segura un satélite u otra carga útil a la órbita de la Tierra, así como acoplarse a un camión cisterna de reabastecimiento de combustible para completar su propulsor mientras está en órbita, una medida que será esencial para llevar el enorme vehículo a la Luna.
El director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, publicó en agosto en las redes sociales que prevé alrededor de un “50% de probabilidad de alcanzar la velocidad orbital”, aunque agregó con cautela que “incluso llegar a la etapa de separación sería una victoria”, refiriéndose a la fase en la que el cohete Super Heavy se desprende de la nave espacial Starship.
Preocupaciones ambientales
SpaceX también puede enfrentar un rechazo adicional de los ambientalistas antes o después del segundo intento de lanzamiento.
El grupo de defensores del Medio Ambiente y la vida silvestre que anteriormente demandó a la FAA podría intentar solicitar una orden judicial para detener el próximo lanzamiento.
Cuando se le contactó la semana pasada para hacer comentarios, Jared Margolis, abogado principal del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que el grupo sin fines de lucro no había decidido si seguir esa ruta, aunque reconoció que la opción todavía estaba sobre la mesa. Sin embargo, se desconoce si el grupo tendrá tiempo suficiente para presentar la documentación adecuada antes de que SpaceX avance con el lanzamiento anticipado.