(CNN Español) – El certamen de Miss Universo previsto para este sábado en El Salvador ha cautivado el interés de muchos en el país centroamericano. Muchos no han dejado pasar la oportunidad para ver o saludar a las candidatas cuando han visitado sitios turísticos, así como plazas y parques en el centro histórico de San Salvador. Otros incluso hicieron una larga fila para fotografiarse con ellas.
“Ellas son tan amables, tan lindas, que yo no pude con la emoción”, dijo entre lágrimas Desiré Novales. “Yo me sentí realizado”, agregó Sergio Domínguez, después de posar con un grupo de candidatas.
Los salvadoreños pueden disfrutar de este certamen, según el Gobierno, no solo porque el país pagó por ese derecho, sino debido a la mejora en los niveles de seguridad, una razón clave para que los organizadores eligieran a El Salvador como sede, explica a CNN Milena Mayorga, embajadora de El Salvador en Washington.
“[La seguridad] fue fundamental para que el país tomara la decisión de ser sede de un evento internacional como es Miss Universo, de gran prestigio y tradición. También [la seguridad fue importante para] los organizadores en elegir a El Salvador, porque competimos con otros países”, agrega Mayorga, designada por el Gobierno como vocera.
Los organizadores del concurso no han explicado las razones por las que eligieron El Salvador como sede y tampoco respondido la solicitud de comentarios hecha por CNN.
Mayorga representó a El Salvador en Miss Universo en 1996, estuvo entre las 10 finalistas y cree que este tipo de certámenes pone a prueba la organización y la capacidad del país para ser anfitriones, en el futuro, de otros eventos internacionales.
Los resultados del régimen de excepción
Desde marzo de 2022 a la fecha, tras 20 prórrogas, El Salvador está bajo régimen de excepción, una medida aprobada por la Asamblea Legislativa a petición del Ejecutivo, como respuesta a un repunte de violencia que en un solo día, el 26 de marzo de 2022, dejó 62 homicidios.
Esta medida suspende garantías constitucionales, entre estas la libertad de asociación, el derecho a la defensa, y extiende de 72 horas a 15 días la detención provisional. El régimen, además, permite a las autoridades la intervención de las telecomunicaciones sin necesidad de que sea autorizada por un juez.
El régimen de excepción, de acuerdo con el Gobierno, ha permitido reducir la cifra de homicidios y capturar a más de 73.000 personas. Además, el decomiso de 3.364 armas de fuego, 6.174 vehículos y 18.223 celulares.
El país más seguro, según Bukele
La ofensiva que lanzó el Gobierno del presidente Nayib Bukele contra las pandillas ha recibido críticas locales e internacionales por señalamientos de posibles violaciones a Derechos Humanos. Bukele ha rechazado las críticas. En septiembre, en su discurso durante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, destacó las acciones de su Gobierno en materia de seguridad.
Bukele aseguró que, bajo su mandato, El Salvador “pasó de literalmente ser el país más peligroso del mundo a ser el más seguro de América Latina”. En ese sentido agregó que “somos un referente de seguridad y nadie lo puede poner en duda: ahí están los resultados”.
Para 2023, el Gobierno estima que la tasa de homicidios cerrará en 2,3%. En 2022, fue de 7,8% y en 2021 el porcentaje de muertes violentas llegó al 18,1%.
Algunos expertos en seguridad consideran que la reducción de la violencia, entre otros factores, le ha permitido al país organizar los recientes juegos deportivos centroamericanos y ahora ser sede de Miss Universo.
“Es la primera barrera que debe superar un país para poder atraer la economía extranjera y reactivar la economía nacional”, dijo a CNN Misael Rivas Soriano, abogado y experto en criminología.
Los diputados de la Asamblea, de mayoría oficialista, han dicho que continuarán prorrogando el régimen de excepción tantas veces como lo solicite el Ejecutivo. Las autoridades de seguridad pública dicen que aún hay pandilleros en libertad y, por lo tanto, los patrullajes de policías y soldados van a continuar, algo a lo que algunos dicen haberse acostumbrado porque se sienten más seguros.