(CNN) – OpenAI, la empresa matriz del chatbot viral ChatGPT, despidió a su CEO y fundador, Sam Altman, este viernes. Su sorprendente partida conmocionó a la incipiente industria de la inteligencia artificial.
La compañía dijo en un comunicado que una investigación interna encontró que Altman no siempre fue sincero con la junta directiva.
“La salida del señor Altman ocurre después de un proceso de revisión deliberativo por parte de la junta, el cual concluyó que él no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades”, dijo la empresa en una declaración. “La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI”.
La compañía anunció que Mira Murati, directora de tecnología de OpenAI, se desempeñará como CEO interina hasta que se elija a un sucesor permanente.
En un tuit posterior a la noticia, Altman escribió que le “encantó” su “tiempo en OpenAI”.
“Fue transformador para mí personalmente y, con suerte, un poco para el mundo. Sobre todo, me encantó trabajar con gente tan talentosa”, señaló. “Tendré más para decir sobre lo que sigue más adelante”, completó.
La noticia se conoce después de la primera conferencia de desarrolladores de OpenAI celebrada en San Francisco la semana pasada, en la que Altman fungió como maestro de ceremonias y presentó una serie de actualizaciones para las herramientas de inteligencia artificial, incluida la capacidad para que los desarrolladores creen versiones personalizadas de ChatGPT. También compartió que alrededor de dos millones de desarrolladores usan ahora la plataforma, y alrededor del 90% de las 500 empresas de Fortune usan las herramientas internamente. Actualmente cuenta con 100 millones de usuarios activos.
ChatGPT se lanzó a finales del año pasado, lo que convirtió a Altman en prácticamente una celebridad de la noche a la mañana, y en el rostro de una nueva generación de herramientas de inteligencia artificial que pueden generar imágenes y textos en respuesta a simples indicaciones del usuario. La tecnología se llama IA generativa y desde entonces Microsoft la ha implementado en su motor de búsqueda y otras herramientas. Google lanzó un rival para ChatGPT llamado “Bard” y en los últimos meses se han desarrollado otras herramientas de inteligencia artificial generativa.
Poco después de su lanzamiento, ChatGPT se convirtió en un nombre familiar, casi sinónimo de la propia inteligencia artificial. Los CEOs lo utilizaron para redactar correos electrónicos, la gente creó sitios web sin experiencia previa en codificación y aprobó exámenes de facultades de derecho y negocios.
Aunque Altman ha sido durante mucho tiempo un defensor de la IA, también es uno de sus mayores críticos. En un testimonio ante el Congreso a principios de este año, Altman describió el actual auge de la tecnología como un momento crucial.
“¿Será [la IA] como la imprenta que difundió ampliamente el conocimiento, el poder y el aprendizaje, que empoderó a individuos comunes y corrientes que condujeron a un mayor florecimiento, que condujo sobre todo a una mayor libertad?”, dijo. “¿O será más como la bomba atómica: un gran avance tecnológico, pero cuyas consecuencias (graves, terribles) continúan persiguiéndonos hasta el día de hoy?”.
También fue uno de varios CEOs de tecnología que se reunieron este año con líderes de la Casa Blanca, incluidos la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente Joe Biden, para enfatizar la importancia del desarrollo ético y responsable de la IA.
Otros querían que Altman y OpenAI actuaran con más cautela. Elon Musk, que ayudó a fundar OpenAI antes de separarse del grupo, y docenas de líderes tecnológicos, profesores e investigadores, instaron a los laboratorios de inteligencia artificial como OpenAI a detener el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes durante al menos seis meses, citando “profundos riesgos para sociedad y humanidad”. (Al mismo tiempo, algunos expertos cuestionaron si quienes firmaron la carta buscaban mantener su ventaja competitiva sobre otras empresas).
OpenAI rechazó la solicitud de CNN sobre comentarios al respecto.
Arun Chandrasekaran, analista de Gartner Research, calificó la salida de Altman de “impactante”, ya que fue un gran defensor de la causa de OpenAI ante desarrolladores, consumidores, reguladores y otros. “Estoy seguro de que la junta directiva de OpenAI tomó esta decisión después de mucha deliberación”, dijo.
“OpenAI tiene una gran cantidad de líderes técnicos y será interesante ver cómo hace su próxima generación de líderes para continuar con su cultura de innovación a ritmo rápido, escalar el negocio y cumplir con las expectativas de los reguladores y de la sociedad en general”.
Murati nació y creció en Albania y estudió ingeniería en Dartmouth. Se unió a OpenAI en 2018. Anteriormente, dirigió los equipos de ingeniería y productos de la empresa de realidad aumentada Ultraleap (entonces llamada Leap Motion) y anteriormente trabajó en Tesla, donde ayudó a desarrollar el Modelo X.
La noticia conmocionó tanto a los expertos en IA como a los analistas y ejecutivos de tecnología. En un tuit, el ex CEO de Google, Eric Schmidt, dijo que Altman es “un héroe”.
“Construyó una empresa desde la nada hasta alcanzar un valor de US$ 90.000 millones y cambió nuestro mundo colectivo para siempre”, dijo Schmidt. “Estoy ansioso por ver qué hace a continuación. Miles de millones de personas y yo nos beneficiaremos de su trabajo futuro; será simplemente increíble. Gracias [Altman] por todo lo que has hecho por todos nosotros”.
Reece Hayden, analista de ABI Research, dijo que esto podría ser un “gran golpe” para quienes piden una regulación de la IA.
“Sam Altman ha sido un apasionado defensor de esto, y esto podría indicar que OpenAI se está inclinando hacia un enfoque más autorregulador”, dijo Hayden.
Clare Duffy de CNN contribuyó a este informe.