(CNN) –– La recuperación de la capa de ozono, que se encuentra a kilómetros de altura sobre la Tierra y protege al planeta de la radiación ultravioleta, ha sido celebrada como uno de los mayores logros ambientales del mundo. Pero en un nuevo estudio publicado este martes, algunos científicos afirman que es posible que no se esté recuperando en absoluto y que el agujero incluso podría estar expandiéndose.
Los hallazgos disienten con evaluaciones ampliamente aceptadas sobre el estado de la capa de ozono, incluido un estudio reciente respaldado por la ONU que mostró que volvería a los niveles de la década de 1980 tan pronto como en 2040.
En 1987, varios países acordaron prohibir o reducir gradualmente el uso de más de 100 sustancias químicas que afectan la capa de ozono y que habían causado un “agujero” en una región sobre la Antártida. El agotamiento se atribuye principalmente al uso de clorofluorocarbonos (CFC), que eran comunes en aerosoles, solventes y refrigerantes.
Se considera ampliamente que esa prohibición, acordada en virtud del Protocolo de Montreal, ha sido eficaz para ayudar a la recuperación de la capa de ozono.
Pero el agujero, que crece sobre la Antártida durante la primavera austral antes de volver a reducirse en el verano austral, alcanzó tamaños récord entre 2020 y 2022, lo que llevó a los científicos de Nueva Zelandia a investigar el motivo.
En un artículo publicado por Nature Communications, descubrieron que los niveles de ozono se han reducido en un 26% desde 2004 en el centro del agujero en la primavera antártica.
“Esto significa que el agujero no solo ha seguido siendo grande en área, sino que también se ha vuelto más profundo (es decir, tiene menos ozono) durante la mayor parte de la primavera antártica”, dijo Hannah Kessenich, estudiante de doctorado en la Universidad de Otago y autora principal del estudio.
“Los agujeros de ozono especialmente duraderos durante 2020-2022 encajan perfectamente en este panorama, ya que el tamaño/profundidad del agujero durante octubre fue particularmente notable en los tres años”.
Cómo se hizo el nuevo estudio sobre la capa de Ozono
Para llegar a esa conclusión, los científicos analizaron el comportamiento de la capa de ozono entre septiembre y noviembre utilizando instrumentos satelitales.
Utilizaron datos históricos para comparar ese comportamiento y los cambios en los niveles de ozono, y para medir los signos de su recuperación. Luego buscaron identificar qué estaba impulsando estos cambios.
Descubrieron que el agotamiento del ozono y la profundización del agujero eran el resultado de cambios en el vórtice polar antártico, un vasto remolino de baja presión y aire muy frío, muy por encima del Polo Sur.
Los autores del estudio no exploraron más a fondo qué estaba causando esos cambios, pero reconocieron que muchos factores también podrían contribuir al agotamiento de la capa de ozono, incluida la contaminación que calienta el planeta; partículas diminutas en el aire que emiten incendios forestales y volcanes; y cambios en el ciclo solar.
“En conjunto, nuestros hallazgos revelan que los grandes agujeros de ozono recientes pueden no ser causados solo por los CFC”, dijo Kessenich. “Entonces, si bien el Protocolo de Montreal ha tenido un éxito indiscutible en la reducción de los CFC con el tiempo y en la prevención de catástrofes ambientales, los recientes y persistentes agujeros de ozono en la Antártida parecen estar estrechamente relacionados con cambios en la dinámica atmosférica”.
Algunos científicos se muestran escépticos ante los hallazgos del estudio, que se basan en gran medida en los agujeros observados entre 2020 y 2022 y utilizan un período corto (19 años) para sacar conclusiones sobre la salud a largo plazo de la capa de ozono.
“La literatura existente ya ha encontrado las razones de estos grandes agujeros de ozono: el humo de los incendios forestales de 2019 y una erupción volcánica (La Soufriere), así como una relación general entre la estratosfera polar y la Oscilación del Sur de El Niño”, dijo al Science Media Center Martin Jucker, científico del Centro de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia.
“Sabemos que, durante los años de La Niña, el vórtice polar en la estratosfera tiende a ser más fuerte y frío de lo habitual, lo que significa que las concentraciones de ozono también serán menores durante esos años. En los años 2020-22 se ha visto una rara triple La Niña, pero esta relación nunca se menciona en el estudio”.
Señaló que los autores del estudio dijeron que eliminaron dos años del registro (2002 y 2019) para garantizar que los “eventos excepcionales” no distorsionaran sus hallazgos.
“Se ha demostrado que esos eventos han disminuido considerablemente el tamaño del agujero de la capa de ozono”, dijo, “por lo que incluirlos probablemente habría anulado cualquier tendencia negativa a largo plazo”.