(CNN) – No toda la ciencia la llevan a cabo personas con batas blancas de laboratorio bajo las luces fluorescentes en edificios académicos. En ocasiones, la trayectoria del registro científico se altera para siempre en un pub mientras se bebe un vaso de cerveza.
Tal es el caso de las luces violetas y verdes que flotan sobre el horizonte en el hemisferio norte. El fenómeno parece una aurora, pero en realidad es algo completamente diferente.
Se llama un Steve.
El raro espectáculo de luz ha causado un poco de revuelo este año a medida que el sol entra en su período más activo, aumentando la cantidad de fenómenos naturales deslumbrantes que aparecen en el cielo nocturno y dando lugar a nuevos informes de personas que ven un Steve en áreas donde no suelen aparecer, como partes del Reino Unido.
Pero hace unos ocho años, cuando Elizabeth MacDonald, física espacial del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, estaba en Calgary, Alberta, para un seminario, nunca había visto el fenómeno en persona. Y aún no tenía nombre.
De hecho, pocos científicos que estudian activamente las auroras y otros fenómenos del cielo nocturno han presenciado un Steve, que aparece más cerca del ecuador que las auroras y se caracteriza por un arco de color rosa púrpura acompañado de franjas verticales verdes.
Después de que MacDonald dio una charla en una universidad cercana, se reunió con algunos científicos ciudadanos (en su mayoría fotógrafos que pasan las noches esperando capturar la siguiente imagen impresionante de colores bailando en el cielo canadiense) en el Kilkenny Irish Pub.
“Ya me había estado comunicando con los cazadores de auroras locales de Alberta en un grupo de Facebook, que era bastante pequeño en ese momento”, dijo MacDonald, “pero que estaba muy interesado en compartir sus observaciones e interactuar con la NASA”.
Los fotógrafos acudieron con sus fotografías en mano, ansiosos por mostrar el misterioso espectáculo de luces que habían captado.
Así le dieron nombre al fenómeno
En ese momento, “no sabíamos exactamente qué era”, dijo MacDonald sobre el fenómeno que aparece en las imágenes.
Neil Zeller, un científico ciudadano o experto en la materia de fotografía, como a veces se llama a los fotógrafos que persiguen auroras, estuvo en esa reunión.
“Comencé a detectar lo que solíamos llamar un arco de protones en 2015”, dijo Zeller. “Había sido fotografiado en el pasado, pero identificado erróneamente, por lo que cuando asistí a esa reunión en el Pub Kilkenny… comenzamos una pequeña discusión sobre [si] había visto un arco de protones”.
Eric Donovan, profesor de la Universidad de Calgary que estaba en el pub con MacDonald ese día, aseguró a Zeller que no había visto un arco de protones, que según un artículo del que Donovan fue coautor más tarde es “subvisual, amplio y difuso”, mientras que un Steve es “visualmente brillante, estrecho y estructurado”.
“Y la conclusión de esa noche fue, bueno, no sabemos qué es esto”, dijo Zeller. “¿Pero podemos dejar de llamarlo arco de protones?”
Poco después de esa reunión en el pub, otro cazador de auroras, Chris Ratzlaff, sugirió un nombre para las misteriosas luces en la página de Facebook del grupo.
Los miembros del grupo estaban trabajando para comprender mejor el fenómeno, pero “propongo que lo llamemos Steve hasta entonces”, escribió Ratzlaff en una publicación de Facebook de febrero de 2016.
El nombre fue tomado de “Over the Hedge”, la película animada de DreamWorks, de 2006, en la que un grupo de animales se asusta ante un frondoso arbusto imponente y decide referirse a él como Steve. (“Le tengo mucho menos miedo a un Steve”, declara un puercoespín).
El nombre se quedó. Incluso después de que el fenómeno pudo explicarse mejor. Incluso después de que las explicaciones para un Steve comenzaron a tomar forma en artículos científicos.
Posteriormente, los científicos desarrollaron un acrónimo que acompaña al nombre: Strong Thermal Emission Velocity Enhancement.
Y aquel encuentro en un pequeño pub canadiense supuso un punto de inflexión.
“Esa fue la reunión en persona que fue una de las piezas que le dio más impulso para eventualmente recopilar más y más observaciones de una manera cada vez más rigurosa para poder correlacionarlas con nuestro satélite”, dijo MacDonald.
¿Qué es un Steve?
Finalmente, MacDonald dijo que un satélite observó directamente un Steve, recopilando datos cruciales y conduciendo a un estudio de 2018, que sugirió que las luces son una manifestación visual de algo llamado deriva de iones subauroral, o SAID.
La SAID se refiere a un flujo estrecho de partículas cargadas en la atmósfera superior de la Tierra. Los investigadores ya sabían que existían las SAID, dijo MacDonald, pero no sabían que ocasionalmente podría ser visible.
Steve es visualmente diferente de las auroras, que son causadas por partículas cargadas eléctricamente que brillan cuando interactúan con la atmósfera y aparecen como cintas danzantes de color verde, azul o rojo. El Steve, si es causado por la SAID, se compone prácticamente de la misma materia. Pero aparece en latitudes más bajas y aparece como un rayo de luz de color malva (un tono violeta) acompañado de bandas verdes distintivas, a menudo denominadas vallas.
El Steve puede ser frustrantemente difícil de detectar, ya que aparece junto a las auroras con poca regularidad. A veces, detectar un Steve es cuestión de suerte, señaló Donna Lach, fotógrafa que vive en la provincia canadiense de Manitoba.
Lach ha visto y fotografiado los Steve aproximadamente dos docenas de veces, un logro poco común en el mundo de la fotografía celeste. Dijo que utiliza la granja de su familia en un terreno remoto en el sur de Manitoba, donde hay poca o ninguna contaminación lumínica.
Ella siempre comprueba el clima espacial antes de salir. Busca que las condiciones sean al menos un Kp3, un índice del clima espacial que varía de Kp0 a Kp9, donde los números más altos indican más actividad.
Parece, dijo Lach, que el fenómeno comienza con el Arco SAR, un arco auroral rojo estable, que aparece cerca del óvalo auroral.
“Eventualmente puede migrar hacia el sur… hacia el lado ecuatorial de la aurora y formar un Steve”, dijo Lach.
Un Steve siempre aparecerá junto a una aurora, dijeron Lach y Zeller, pero no todas las auroras incluyen a un Steve.
¿Dónde y cómo ver un Steve?
La Tierra está entrando en un período de mayor actividad solar, o máximo solar, que ocurre aproximadamente cada 11 años, dijo MacDonald.
Durante este tiempo, los espectadores pueden esperar más espectáculos de luces visibles en el cielo y, potencialmente, la oportunidad de presenciar un Steve en latitudes bajas. Se han observado fenómenos de luz en lugares tan al sur como Wyoming y Utah, dijo.
“Ha habido tormentas recientes que han sido visibles en EE.UU., solo un poco, incluso hasta en el Valle de la Muerte”, dijo MacDonald. “Y recientemente, el de noviembre… fue visible en su punto más al sur sobre Turquía, Grecia y Eslovaquia, e incluso en China, lo cual es muy raro”.
Sin embargo, a un Steve se le ve mejor a través de la lente de una cámara.
A simple vista, puede parecer nada más que una débil estela de un avión que cruza el cielo, observaron Zeller y Lach, y puede ser fácil de pasar por alto.
Las cámaras son mucho más sensibles a la luz y captan los colores vibrantes de un Steve a través de sus lentes.
Incluso la cámara de un teléfono puede funcionar, añadió MacDonald.
“Este es el primer máximo solar, diría yo, en el que los teléfonos móviles de la mayoría de las personas pueden tomar una buena fotografía de la aurora”, dijo.
Según Zeller y Lach, es más probable que el fenómeno Steve se pueda ver cerca de los equinoccios de primavera y otoño. (El equinoccio de otoño boreal de este año ocurrió el 23 de septiembre).
“No creo que sea un Steve el que ocurre más durante el equinoccio, pero es bien sabido que las tormentas de auroras más grandes ocurren más cerca de los equinoccios”, señaló MacDonald. Y debido a que el Steve tiende a aparecer junto a la aurora, es más probable que se observe el fenómeno en marzo o septiembre.
Zeller y Lach dijeron que normalmente ven un Steve entre la tarde y la medianoche.
“No es algo que dure toda la noche”, dijo Zeller. “La duración más larga del Steve que he visto ha sido una hora de principio a fin”.
Zeller añadió que espera a que una tormenta de auroras comience a disminuir antes de girar su cámara hacia el este (desde su punto de vista en Canadá) o hacia arriba, y luego “empiezas a ver este río púrpura”.
Ese es un Steve.
¿Cómo convertirse en un científico ciudadano?
MacDonald anima a cualquiera que esté interesado en fotografiar auroras (o a un Steve) a participar en comunidades en línea. Aurorasaurus, un sitio web que conecta a fotógrafos con científicos, es un proyecto que muy importante para ella y destacó su papel crucial para ayudar a los científicos a identificar formalmente a Steve.
Las fotografías aportadas por el público ayudan constantemente a los científicos a mejorar su comprensión de estos espectáculos de luces, afirmó.
“Los científicos no son tan buenos cazadores de auroras como el público apasionado”, dijo. “No nos quedamos despiertos toda la noche, ni somos fotógrafos”.