(CNN Español) – Hace 75 años, después de una guerra civil que dividió el país, Costa Rica tomó una decisión que cambió su rumbo: abolir el ejército. El antiguo Cuartel Bellavista, hoy Museo Nacional, es símbolo de ese giro histórico, que se conmemora cada 1 de diciembre.
Sus paredes perforadas por balas recuerdan su pasado de fortaleza militar, pero hoy resguardan con esmero parte de la historia del país.
Al frente está la Plaza de la Democracia y la Abolición del Ejército, denominada así en 2016 cuando se colocó la escultura del artífice de esa decisión, el tres veces presidente de Costa Rica, José Figueres Ferrer. El conjunto escultórico en su honor lo completa una niña que representa la cultura, un niño que simboliza la educación y un mazo como alegoría de la abolición del ejército.
Ese mazo es parte de una fotografía que inmortalizó ese 1 de diciembre de 1948 cuando Figueres, en un acto simbólico para abolir el ejército, golpeó uno de los muros del cuartel, decisión de la Junta Fundadora de la Segunda República, que la Asamblea Nacional Constituyente de 1949 plasmó en el artículo 12 de la Constitución Política actual:
“Se proscribe el Ejército como institución permanente. Para la vigilancia y conservación del orden público, habrá las fuerzas de policía necesarias. Solo por convenio continental o para la defensa nacional podrán organizarse fuerzas militares; unas y otras estarán siempre subordinadas al poder civil: no podrán deliberar, ni hacer manifestaciones o declaraciones en forma individual o colectiva”.
Un acto que la legislación en Costa Rica destaca como hito en la construcción social, política, cultural y económica del país, además de “sello mundial del aporte de nuestra nación al mundo”. Así lo dice el decreto de 2018 que regula las actividades del día de la conmemoración, destacando también que el evento “marcó la paz y la democracia como elementos esenciales de la cultura costarricense”.
Por decreto ejecutivo, la conmemoración se realiza desde 1986. Para el historiador costarricense Arnaldo Moya, se trata de una “decisión trascendental, una garantía para la democracia, sin el ‘jaloneo’ de un ejército, como ha sucedido en otros países latinoamericanos”.
Moya dijo a CNN que, a partir de entonces, los recursos se han destinado a la educación y no a una cartera militar, con lo que se engrosó el rubro a ese sector bajo la consigna de que un pueblo que se educa mira al futuro. “El Estado costarricense, más que un gobierno en particular, ha impulsado la educación y se fortalecieron las bases de un sistema civilista”.
El historiador explica que el detonante de la Guerra Civil de 1948 fue la anulación de las elecciones entre Otilio Ulate y Rafael Carderón Guardia. Agrega que Figueres, aliado de Ulate, quien había sido declarado ganador de las justas, lideró la Guerra Civil con el ejército que se denominó de Liberación Nacional, por lo que al resultar victorioso se convierte en el jefe del gobierno de facto o Junta Fundadora de la Segunda República.
“Ulate asume el poder, una vez que la junta dirige el país por 18 meses, según lo convenido. Se disuelve el Ejército de Liberación Nacional y el 1 de diciembre de 1948 se realiza el acto simbólico que elimina el ejército oficial de Costa Rica”, detalló Moya.
Moya también destaca la fecha, porque justo después de la independencia de Costa Rica de España en 1821, un 1 de diciembre, se promulgó el Pacto de Concordia, “donde el país se declara soberano, es su primera Constitución Política, por eso la fecha es doblemente importante”, enfatizó el historiador.
Este viernes, en los actos conmemorativos, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, colocó una ofrenda floral en el monumento a José Figueres Ferrer.
El Museo Nacional informó que se realizarán otras actividades, como un paseo por la historia de la abolición del ejército, y la presentación de la Orquesta Sinfónica Juvenil y el grupo nacional Malpaís.