(CNN) – Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas donde la naturaleza puede parecer algo lejano.
Sin embargo, existen ecosistemas prósperos en nuestras ciudades –incluso bajo nuestros pies– y abrazar la naturaleza urbana puede ser una poderosa fuerza de cambio.
Por ejemplo, por primera vez en 400 años hay una represa construida por castores el oeste de Londres luego de la reintroducción de una familia de cinco de estos animales en octubre en un humedal de las afueras de la ciudad. Los laboriosos castores podrían ayudar a evitar inundaciones tras fuertes lluvias.
Nuestro hogar compartido fue el tema de la tercera edición del Llamado a la Tierra de CNN, en el que la cadena destacó la conexión crucial entre las ciudades y los espacios naturales.
Érase una vez un planeta
Las interacciones entre los habitantes de las ciudades y la vida salvaje no siempre son fluidas.
Los babuinos de Ciudad del Cabo se encuentran a menudo hurgando en los cubos de basura y en los patios traseros, lo que les expone a un mayor riesgo de conflicto con los humanos.
Para los primates, este comportamiento tiene cierto sentido: los suburbios invaden sus zonas de alimentación. El fácil acceso a la comida de la basura de Ciudad del Cabo hace que los babuinos dediquen menos tiempo y energía a buscar comida y más a socializar con posibles parejas y el resto de su grupo.
Sin embargo, esto tiene consecuencias para los babuinos. Su salud y bienestar pueden resentirse al entrar en contacto con perros, coches y líneas eléctricas. Algunos babuinos han recibido incluso disparos.
La ciudad empezó a tomar medidas proactivas para mantenerlos alejados de las afueras de Ciudad del Cabo y en su hábitat natural de las laderas.
Criaturas fantásticas
Gran parte de la fotografía de naturaleza se centra en las maravillas salvajes de la Tierra y su majestuosa biodiversidad.
Dos fotógrafos cuyas obras presentó CNN en el marco de la iniciativa Llamado a la Tierra adoptaron un enfoque diferente. Captaron imágenes íntimas de la vida salvaje en un hábitat urbano.
El fotógrafo Corey Arnold descubrió una madriguera de oso en el sótano de una casa de California, mientras que en las exuberantes laderas de los Nuevos Territorios de Hong Kong, Lawrence Hylton grabó un autillo, una culebra de labios blancos y una polilla del Atlas durante sus safaris nocturnos por el parque Shing Mun Country Park.
Las asombrosas, y a veces divertidas, imágenes muestran lo listos que son algunos animales para adaptarse a un paisaje dominado por el hombre.