(CNN) – Manuel Rocha, exembajador de Estados Unidos en Bolivia, fue acusado de actuar como agente extranjero secreto de Cuba, según documentos judiciales revelados el lunes en EE.UU.
El exdiplomático estadounidense de 73 años “apoyó secretamente a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de inteligencia contra Estados Unidos sirviendo como agente encubierto de los servicios de inteligencia de Cuba”, escribieron los fiscales.
Rocha se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Bolivia de 2000 a 2002 y como subdirector de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba en la década de 1990. Rocha también trabajó para la embajada de Estados Unidos en la República Dominicana en la década de 1980, así como para el consulado de Estados Unidos en Italia, y desempeñó diferentes funciones para las embajadas de Estados Unidos en México y Argentina.
En varias reuniones con un empleado encubierto del FBI que se hizo pasar por miembro de la inteligencia cubana, Rocha se refirió repetidamente a Estados Unidos como “el enemigo”, y elogió al revolucionario y político cubano Fidel Castro, según los documentos judiciales.
Rocha dijo estar “a cargo” de lo que describió como el “derribo de las avionetas”, que los fiscales creen que refiere a un incidente durante el mandato de Rocha trabajando para el Departamento de Estado en La Habana, cuando Cuba derribó dos aviones desarmados operados por miembros de Hermanos al Rescate, un grupo con sede en EE.UU. opuesto al gobierno de Castro. En el episodio murieron cuatro hombres.
En la acusación, los fiscales afirman que el Gobierno cubano ha trabajado durante años para reclutar a personas dentro de Estados Unidos para ayudar en la recopilación de información de inteligencia, incluidas personas dentro del Gobierno estadounidense.
Como empleado del Departamento de Estado, el exdiplomático tenía un acceso “único” a información gubernamental que no era pública, según los fiscales.
El secretario de Justicia Merrick Garland dijo este lunes que el caso contra Rocha “expone una de las infiltraciones de mayor alcance y más duraderas del gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”.
Rocha enfrenta tres cargos federales, entre ellos el de actuar como agente ilegal de un Gobierno extranjero. Rocha fue arrestado y tuvo su comparecencia inicial ante la corte este lunes en Miami, donde los fiscales federales pidieron a un juez que lo mantuviera detenido hasta el juicio.
A Rocha lo representó la abogada de Miami Jacqueline Arango, quien trabaja para el bufete de abogados Akerman, donde es copresidenta de delitos de cuello blanco e investigaciones gubernamentales.
El juez principal de Estados Unidos Edwin Torres fijó una audiencia de prisión preventiva para este miércoles a la 1 p.m., hora local, y Rocha permanecerá detenido hasta ese momento.
El fiscal federal adjunto, Jonathan Stratton, dijo que el gobierno planea presentar cargos adicionales ante un jurado investigador, y dijo que estos llegarán a la lista de expedientes el martes.
Torres también fijó una audiencia preliminar y lectura de cargos para el 18 de diciembre.
Cómo un empleado encubierto del FBI se acercó a Rocha
Un empleado encubierto del FBI que se hizo pasar por agente de la inteligencia cubana envió un mensaje a Rocha por WhatsApp en noviembre de 2022, poco después de que los investigadores recibieran una pista del presunto trabajo encubierto de Rocha, dicen los documentos judiciales. En el mensaje, dicen los fiscales, el empleado encubierto dijo que “tiene un mensaje para usted de sus amigos en La Habana. Se trata de un asunto delicado”.
Rocha supuestamente respondió: “No lo entiendo, pero puede llamarme”. El exembajador accedió a reunirse con el empleado encubierto en Miami para hablar.
Durante la reunión, Rocha supuestamente tomó varias precauciones para asegurarse de que no le seguían, entre ellas tomar una ruta más larga hasta su cita y pedir al empleado encubierto que hablaran en un “patio de comidas” con solo “empleados de bajo nivel (…). Así no hay posibilidad de que nadie me vea”.
Durante su primer encuentro, Rocha supuestamente le dijo al empleado encubierto que la agencia de inteligencia cubana, llamada Dirección General de Inteligencia, le pidió “que llevara una vida normal”, y le dijo que había “creado la leyenda de una persona de derechas”.
“Siempre me dije a mí mismo: ‘Lo único que puede poner en peligro todo lo que hemos hecho es… es… la traición de alguien, alguien que puede haberme conocido, alguien que puede haber sabido algo en algún momento”, dijo Rocha, según una grabación de la reunión citada en documentos judiciales.
Supuestamente añadió: “Mi preocupación número uno, mi prioridad número uno era (…) cualquier acción por parte de Washington que pusiera en peligro la vida de los dirigentes o la propia revolución”.
Durante otra reunión varias semanas después, Rocha supuestamente describió al empleado encubierto la obtención de su empleo en el Departamento de Estado, diciendo: “Fui poco a poco (…). Fue un proceso muy meticuloso (…), muy disciplinado, pero muy disciplinado”.
“Sabía exactamente cómo hacerlo y, obviamente, la Dirección me acompañó (…). Sabían que yo sabía cómo hacerlo (…). Es un proceso largo y no fue fácil”, dijo, según los fiscales.
Rocha también se jactó supuestamente de sus “décadas” de trabajo en favor del Gobierno cubano, diciendo que “fortaleció la revolución” durante “los últimos 40 años”, y lamentó “los golpes que el enemigo”, refiriéndose supuestamente al Gobierno de EE.UU., “ha asestado a la revolución actual”.
Rocha trabaja actualmente en la consultora LLYC USA como “asesor sénior de negocios internacionales”, según los documentos judiciales. Rocha también trabajó anteriormente como asesor del Comandante del Mando Sur de Estados Unidos, puesto que abandonó en 2012.
Esta historia fue actualizada con detalles adicionales.
Denise Royal y Katelyn Polantz, las dos de CNN, contribuyeron a este reporte.