Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La Iniciativa Perpetual Planet de Rolex se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN Español) – En el corazón de Quito, en medio del cemento que caracteriza a las grandes urbes, un corredor biológico se abre paso, repoblando a la ciudad con la flora y fauna nativas de un país megadiverso.
El corredor biológico forma parte del proyecto “Reconectar”, que nació en septiembre de 2022. Se ubica a lo largo de la Avenida Mariana de Jesús entre los parques La Carolina y Rumipamba, a los que une.
Los beneficios de la fauna nativa en las ciudades
El corredor se ha vuelto un espacio de interacción de especies animales y vegetales que incluyen abejas, mariposas, colibríes y plantas endémicas como la ñackak, la salvia rosada y la santa maría.
La ejecución del proyecto cuenta con el apoyo de la fundación Great Leaf, una organización sin fines de lucro enfocada en la conservación y restauración de ecosistemas ecuatorianos. Lidera la iniciativa Liliana Jaramillo, una bióloga apasionada por la conservación que es cofundadora de la organización
“Las plantas nativas en un espacio urbano tienen varios beneficios para empezar, crean un espacio de biodiversidad donde crean hábitat y alimento para muchas especies”, explica Jaramillo.
Además, los espacios verdes “pueden ser esponjas donde se pueda retener el agua de lluvia” y “ayudan a regular la temperatura en la ciudad”, agrega.
“Una planta en la ciudad no necesariamente va a cambiar todo, pero muchas plantas en la ciudad lo pueden hacer”, dice, y vincula el proyecto con el orgullo que siente como originaria de Ecuador, uno de los países megadiversos del planeta.
Los voluntarios, clave para el éxito del corredor
La sostenibilidad de este proyecto depende en gran parte de los voluntarios, que son el brazo ejecutor para la propagación de esta red de 1,5 km de áreas verdes.
Para ellos la experiencia es muy satisfactoria.
“Es algo hermoso colaborar de alguna manera con un granito de arena para conservar el medio ambiente que sea más sano, más saludable”, cuenta Bertha Calle, auxiliar de Enfermería que además aporta como voluntaria de Reconectar.
El involucramiento de la población local es clave para el éxito del proyecto. Así lo explica Andrea Narváez, cofundadora de Great Leaf: “No existe una solución sin participación ciudadana y refiriéndonos a las ciudades y lugares urbanos. No sirve de nada que plantemos árboles si no va haber personas involucradas en proteger esa zona que ha sido recuperada”.
Jaramillo, por su parte, apunta al hecho de que cada persona, desde su espacio, puede trabajar en soluciones para la naturaleza: “Hay muchos hábitos que podemos cambiar muchas decisiones que podemos hacer para contribuir de una pequeña forma a la mitigación del cambio climático”.
El proyecto también incluye una óptica de género.
“El hecho de que lideremos el proyecto mujeres puede estar generando un impacto en la sociedad y que las mujeres nos sintamos parte de las soluciones”, dice al respecto Narváez.
Con el apoyo de científicos, voluntarios, vecinos y organismos públicos y privados, el corredor se está convirtiendo en un pulmón de la ciudad que reconecta a las personas con la sustentabilidad. Es “una bendición”, dice Calle, porque “da vida en medio de una ciudad tan convulsionada, tan contaminada”. “Da vida, da alegría”.