(CNN Español) –– Javier Milei logró lo que hasta ahora ningún otro economista argentino pudo: llegar a la presidencia del país. Ni siquiera pudieron concretarlo los ministros de esa cartera que se postularon, como Domingo Cavallo (que fue quien más duró en ese cargo, con seis años en el puesto) o Roberto Lavagna (que estuvo con dos presidentes distintos y lo intentó en dos oportunidades). En un país que tuvo mayoritariamente presidentes abogados o militares, Milei se convertirá este domingo en el primer economista de la historia argentina en asumir la presidencia.
Milei se recibió como licenciado en Economía en 1993 en la Universidad de Belgrano, la misma casa de estudios donde su contendiente en el balotaje, Sergio Massa, se recibió de abogado. El nuevo presidente realizó posgrados en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), y desarrolló su carrera en el ámbito privado, hasta que fue elegido diputado nacional en 2021.
En un país con una fuerte impronta de educación pública, Milei es también el segundo presidente argentino que cursó sus estudios terciarios en un establecimiento privado, después de Mauricio Macri, que obtuvo su título de ingeniero civil en la Universidad Católica Argentina (UCA).
En Argentina, los abogados fueron los profesionales que más dirigieron los destinos del país, sobre todo después de la recuperación de la democracia en 1983. Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández se graduaron de algunas de las facultades de Derecho del país. Incluso, dos de los tres breves presidentes interinos durante la crisis de 2001, Adolfo Rodriguez Saa y Eduardo Camaño, también son abogados.
En un país signado también por las dictaduras, los militares tuvieron cierta predominancia en la presidencia, aunque la mayoría gobernó de facto: desde José Félix Uriburu a Reynaldo Bignone, pasando por, entre otros, Pedro Eugenio Aramburu, Juan Carlos Onganía, Alejandro Agustín Lanusse, Jorge Rafael Videla y Leopoldo Fortunato Galtieri. Sin embargo, otros fueron elegidos democráticamente, como el tres veces presidente Juan Domingo Perón, aunque previamente había sido funcionario de otro dictador: Edelmiro Farrell
Pero entre medio de los militares, en ese entonces también se colaban otros profesionales en la presidencia: el odontólogo Héctor Cámpora, el médico Arturo Illia o el escritor y docente Domingo Faustino Sarmiento. Pero, sobre todo, muchos abogados: Santiago Derqui (1860-1861), Nicolás Avellaneda (1874-1880), Miguel Juárez Celman (1886-1890), Carlos Pellegrini (1890-1892), Luis Saénz Peña (1892-1895), José Evaristo Uriburu (1895-1898), Manuel Quintana (1904-1906), José Figueroa Alcorta (1906-1910), Roque Saénz Peña (1910-1914), Victorino de la Plaza (1914-1916), Marcelo Torcuato de Alvear (1922-1928), Roberto Marcelino Ortiz (1939-1942), Ramón Castillo (1942-1943), Arturo Frondizi (1958-1962) y José María Guido (1962-1963).
Quizás, ante la gran cantidad de abogados presidentes que hubo, algunos puedan haber creído que esto era un requisito para ser presidente, pero nunca fue una condición necesaria, como sí era hasta la reforma constitucional de 1994, por ejemplo, ser católico.
Lo que sí sigue vigente en la Constitución Nacional es que “para ser elegido presidente o vicepresidente de la Nación, se requiere haber nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo” y tener 30 años.