(CNN) – Mientras muchos bancos centrales de todo el mundo intentan enfriar la inflación, China lucha este año contra la caída de los precios.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó un 0,5% en noviembre respecto a hace un año, la mayor caída desde noviembre de 2020, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas este sábado. Fue peor de lo esperado, ya que los analistas encuestados por Reuters habían pronosticado un descenso del 0,1%.
La caída también supone una aceleración respecto a octubre, cuando el IPC bajó un 0,2% respecto al año anterior, y ha provocado llamados a Beijing para que tome medidas urgentes para impulsar la demanda y evitar una espiral de precios a la baja.
Los datos llegan días después de que los responsables políticos prometieran reforzar el apoyo fiscal y monetario para impulsar la debilitada economía.
China ha luchado contra la debilidad de los precios durante la mayor parte de este año debido al desplome del mercado inmobiliario y a la escasa confianza de los consumidores.
La inflación al consumo se ha ralentizado desde febrero y cayó a terreno negativo en julio por primera vez en más de dos años. Volvió a terreno positivo en agosto y se mantuvo estable en septiembre, pero volvió a caer por debajo de cero en octubre.
“La situación de deflación en China se está agravando por el triple golpe que suponen los precios internos de los alimentos, las correcciones de los precios internacionales del petróleo y la debilidad de la demanda interna”, señalaron los analistas de Citi en un informe dominical.
“Los signos de debilidad de los precios se están extendiendo ahora de los bienes a los servicios”, añadieron.
Los precios de los alimentos fueron uno de los principales lastres del IPC, con un descenso del 4,2% en noviembre respecto al año anterior. En particular, los precios del cerdo se desplomaron un 31,8%.
Los precios de la gasolina bajaron después de que los precios internacionales del petróleo alcanzaran en noviembre su nivel más bajo en meses.
La inflación de los servicios también se ralentizó. El mes pasado subió un 1% respecto al año anterior, frente al aumento del 1,2% de octubre.
El Índice de Precios de Producción (IPP), que depende principalmente de los precios de los productos básicos y las materias primas, bajó un 3% en noviembre, con lo que encadena 14 meses consecutivos de descensos.
Se necesitan más estímulos
El empeoramiento de la presión deflacionista sembró más dudas sobre la recuperación económica de China.
“No hay tiempo para vacilaciones políticas que impidan un bucle vicioso entre deflación, confianza y actividad”, afirmaron los analistas de Citi.
A finales del mes pasado, Pan Gongsheng, gobernador del Banco Popular de China, declaró en Hong Kong que China mantendría una política monetaria “acomodaticia” para apoyar la economía, y que esperaba que los precios al consumo subieran en los próximos meses.
Este viernes, los altos funcionarios chinos se reunieron en el Politburó y prometieron hacer más para expandir la demanda interna y estimular el gasto de los consumidores.
La reunión del Politburó, junto con la Conferencia Central de Trabajo Económico (CEWC) que se celebrará a finales de este mes, suele marcar la pauta de la política económica para el próximo año.
Los inversores esperan más detalles de la CEWC sobre la política económica para el próximo año, según los analistas de Citi, que añaden que esperan recortes “inminentes” del coeficiente de reservas obligatorias y de los tipos de interés oficiales.