(CNN) – El destructor USS Carney respondió este lunes a una llamada de socorro de un buque mercante tras ser atacado con “múltiples proyectiles” en el sur del mar Rojo, informó un oficial militar de Estados Unidos.
El buque mercante Swan Atlantic fue atacado hacia las 9 de la mañana, hora de Sana, capital de Yemen, dijo el oficial. No hay información disponible sobre qué tipo de proyectiles se lanzaron y desde dónde, aunque el ataque sigue a una serie de otros perpetrados en los últimos días por las fuerzas hutíes en Yemen, financiadas y entrenadas por Irán, contra buques comerciales en el mar Rojo.
El ataque se produjo mientras el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se encontraba en la región para reunirse con altos cargos israelíes en Tel Aviv, en medio de la violencia entre Israel y Hamas en Gaza.
Las fuerzas hutíes de Yemen han estado atacando buques comerciales en el mar Rojo, reivindicando los ataques como venganza contra Israel. El gigante petrolero BP anunció este lunes que suspendería todos sus envíos a través del mar Rojo debido al “deterioro de la situación de seguridad”, siendo la última empresa naviera en interrumpir sus rutas por el canal.
Otras empresas navieras también han suspendido los viajes a través del Mar Rojo.
El grupo naviero belga Euronav dijo: “Evitaremos la zona hasta nuevo aviso. Estamos siguiendo la situación muy de cerca. La seguridad de nuestra tripulación y nuestros barcos es primordial”.
Y en una declaración adicional, Evergreen dijo que además de suspender los cargamentos israelíes, suspendería toda navegación a través del Mar Rojo. La compañía dijo que “para las rutas de largo recorrido que conectan Asia con el Mediterráneo, Europa y la costa este de Estados Unidos, los portacontenedores que están programados para pasar por el Mar Rojo serán desviados alrededor del Cabo de Buena Esperanza para continuar sus viajes a sus puertos de destino”.
CNN ha informado que Estados Unidos está considerando la posibilidad de reforzar la protección de los buques comerciales en torno a la ruta marítima vital, según funcionarios militares, con miembros de las Fuerzas Marítimas Combinadas, una fuerza naval multinacional encargada de proteger la navegación comercial en el mar Rojo.
Las conversaciones sobre el refuerzo de la fuerza operativa reflejan la creciente preocupación en la región por la injerencia de los hutíes, apoyados por Irán, en el mar Rojo, por el que pasan a diario millones de barriles de petróleo. Funcionarios estadounidenses han dicho públicamente que las conversaciones se han centrado en la posibilidad de escoltar a los buques que operan en el mar Rojo y a través del estrecho de Bab-el-Mandeb en el Golfo de Adén, el estrecho canal que separa Yemen y el Cuerno de África.
El sábado, el USS Carney derribó 14 aviones no tripulados lanzados desde “zonas controladas por los hutíes” en Yemen, según el Mando Central estadounidense. Los sistemas de aeronaves no tripuladas “fueron evaluados como drones de ataque unidireccional y fueron derribados sin daños a los buques en la zona o heridos reportados”, CENTCOM publicó en X el sábado.
El mes pasado, el USS Thomas Hudner derribó varios drones de ataque unidireccionales lanzados desde Yemen. Y en otro caso, dos misiles balísticos fueron disparados desde zonas controladas por los hutíes en Yemen hacia el USS Mason en el Golfo de Adén después de que éste respondiera a una llamada de socorro de otro petrolero comercial que había sido atacado por cinco individuos armados que se cree que eran somalíes.
Estados Unidos ha respondido a los ataques de los últimos meses lanzando ataques en el este de Siria e Iraq, dirigidos contra depósitos de armas e instalaciones de almacenamiento utilizados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y sus grupos milicianos apoderados.