(CNN) – Estados Unidos está listo para votar una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Gaza después de varios retrasos, dijo el jueves por la noche la embajadora del país ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
“Solo quiero compartir con ustedes que hemos trabajado duro y diligentemente durante el transcurso de la semana pasada con los emiratíes, con otros, con Egipto, para llegar a una resolución que podamos apoyar. Y ahora tenemos esa resolución. Estamos listos para votar al respecto”, dijo Thomas-Greenfield a periodistas.
Thomas-Greenfield habló después de una reunión a puertas cerradas en la que el Consejo de Seguridad de la ONU retrasó nuevamente la votación sobre la resolución, que exige la suspensión de los combates entre Israel y Hamas y un aumento de la ayuda humanitaria a la Ciudad de Gaza.
Ahora se espera que la votación tenga lugar el viernes. Como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, un veto estadounidense significaría que la resolución no sería aprobada.
Thomas-Greenfield no compartió cómo votará sobre la medida, pero dijo que “será una resolución, si la resolución se presenta tal como está, que podemos apoyar”.
La resolución traerá asistencia humanitaria y apoyará “la prioridad que tiene Egipto de garantizar que establezcamos un mecanismo sobre el terreno que apoye la asistencia humanitaria”, añadió Thomas-Greenfield.
Más temprano, Estados Unidos había expresado su preocupación por un proyecto de resolución que pide la suspensión de los combates y un aumento de la asistencia humanitaria para Gaza, argumentando que la propuesta de un mecanismo de seguimiento creado por la ONU para la ayuda que llega a Gaza podría ralentizar la entrega de asistencia.
“El objetivo de esta resolución es facilitar y ayudar a ampliar la asistencia humanitaria que llega a Gaza, y no podemos perder de vista ese propósito”, dijo Nate Evans, portavoz de la Misión de Estados Unidos ante la ONU. “Todavía existen preocupaciones serias y generalizadas de que esta resolución, tal como está redactada, pueda en realidad ralentizar la entrega de ayuda humanitaria al ordenar a la ONU que cree un mecanismo de seguimiento inviable. Debemos asegurarnos de que cualquier resolución ayude y no perjudique la situación sobre el terreno”.
Una fuente diplomática le dijo anteriormente a CNN que los temas clave en las negociaciones sobre el borrador son el lenguaje del “cese de hostilidades” y el llamado a la ONU para “establecer un mecanismo de monitoreo en Gaza con el personal y el equipo necesarios, bajo la autoridad del secretario general de las Naciones Unidas”.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha estado en contacto con miembros de su equipo de seguridad nacional y funcionarios que representan a Estados Unidos y la ONU para discutir la resolución, dijo el jueves el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Kirby se negó a opinar sobre cómo un posible veto de Estados Unidos se reflejaría la administración Biden en el escenario internacional.
“No nos adelantemos: no hay una resolución para votar en este momento, todavía estamos trabajando con nuestros socios sobre cuál debería ser ese lenguaje”, dijo. “Por supuesto, es importante para nosotros que se aborde la situación humanitaria en Gaza. Trabajamos más duro que cualquier otra nación para abordar esas preocupaciones”.
No obstante, reconoció, el texto propuesto que asigna a la ONU la responsabilidad exclusiva de inspeccionar la entrega de ayuda podría ser un punto conflictivo.
“No voy a negociar este lenguaje aquí desde este podio; todavía trabajamos activamente con nuestros socios de la ONU sobre la resolución y el lenguaje mismo”, dijo. “Israel ha tenido –y es comprensible– un papel en el régimen de inspección, un papel clave, un papel fundamental, y lo entendemos y respetamos, y creo que lo dejaré así”.
Los retrasos anteriores de esta semana se centraron en la reticencia de Estados Unidos a firmar una resolución que podría verse como una reprimenda a la continua campaña militar de Israel en Gaza.
Los diplomáticos tenían la esperanza de que cambiar algún texto pudiera lograr el apoyo estadounidense, o al menos una abstención en la votación, lo que permitiría que se aprobara la resolución.
Pero mientras Estados Unidos, el aliado más fuerte de Israel, ha condenado repetidamente el ataque de Hamas que mató a más de 1.200 personas el 7 de octubre, el creciente número de muertes de civiles en Gaza debido a la respuesta de Israel ha llevado a altos funcionarios estadounidenses –incluido Biden– a instar al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tomar medidas más significativas para proteger vidas inocentes mientras libra su guerra contra Hamas.
Unos 20.000 palestinos han muerto desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud controlado por Hamas.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad a principios de esta semana, el embajador adjunto ante la ONU, Robert Wood, dijo que los civiles y los periodistas aún deben estar protegidos y que es necesario que la ayuda humanitaria vital llegue a los civiles.
Wood, quien también expresó su preocupación por la violencia de los colonos israelíes en la Ribera Occidental, no dio a entender cómo votaría Estados Unidos sobre la resolución.
Estados Unidos ha vetado medidas anteriores en el Consejo de Seguridad de la ONU y votó en contra de un llamado a un alto al fuego en la Asamblea General de la ONU.
La semana pasada, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó a favor de exigir un alto el fuego inmediato en Gaza devastada por la guerra, en una reprimenda a Estados Unidos, que ha bloqueado repetidamente los llamados a un alto al fuego en el Consejo de Seguridad.
Si bien la votación de la Asamblea General es políticamente significativa y se considera que tiene peso moral, no es vinculante, a diferencia de una resolución del Consejo de Seguridad.