(CNN) – Su prioridad siempre habían sido los viajes y, tras sentar cabeza y tener a su primer hijo, Courtney y Justin Orgias tenían muchas ganas de seguir explorando el mundo todo lo que pudieran.

Aunque a la pareja, que trabaja en el sector tecnológico, le encantaba la idea de poder conectarse a distancia desde destinos exóticos, no fue hasta el apogeo de la pandemia del covid-19 en 2020 cuando se dieron cuenta de que un estilo de vida nómada digital era una perspectiva real para su familia.

“Nuestros trabajos pasaron a ser totalmente remotos”, explica Justin, originario de Toronto, Canadá. “Y creo que nos hizo darnos cuenta de que no tenemos por qué conformarnos con la vida en Atlanta.

“Nos abrió la posibilidad de trabajar desde la playa en México. Así que lo probamos durante un par de semanas y la verdad es que nos encantó”.

“Salto de fe”

La familia Orgias dicen que sus hijos se acostumbraron a estar en movimiento. Crédito: Courtney Orgias

Durante un tiempo fueron y vinieron de México a Estados Unidos, y enseguida se dieron cuenta de que era algo que les funcionaba.

Cuando se reabrieron las fronteras y la vida volvió a la normalidad, Courtney y Justin, que esperaban su segundo hijo, estaban impacientes por volver.

Empezaron a estudiar la posibilidad de convertirse en nómadas digitales a tiempo completo y decidieron intentarlo dentro de unos años.

Pero a medida que pasaba el tiempo y su hijo Xavier se acercaba a la edad escolar, la pareja admitió que siempre habría una razón para posponerlo.

Courtney y Justin explican que también les preocupaba cada vez más el clima político de Estados Unidos en aquel momento, sobre todo en relación con el problema de la violencia armada, que fue la principal causa de muerte de niños y adolescentes en 2020.

“Creo que nos dimos cuenta de que íbamos a tener un segundo hijo, de que Xavier iba a tener que ir al colegio aquí y de que se acercaban las elecciones”, explica Courtney, originaria de Jacksonville, Florida. “Se convirtió en una especie de espiral. Y fue como: ‘Demos un salto de fe y solucionémoslo’”.

La pareja, que lleva seis años junta, tomó la decisión de abandonar Estados Unidos a finales de 2021.
Durante los ocho meses siguientes, vendieron su casa y la mayoría de sus posesiones mientras ponían en marcha planes para vivir de forma nómada en el futuro inmediato.

Según Courtney y Justin, algunos de sus amigos y familiares se sorprendieron por su decisión y no podían entender por qué se iban del país con dos niños pequeños.

“No lo entendían del todo”, admite Justin. “Pero creo que con el tiempo, la gente lo entendió”.

En marcha

Courtney y Justin, que trabajan en el sector tecnológico, dicen que les encanta llevar un estilo de vida nómada y están deseando demostrar a otras familias que es posible. Crédito: Courtney Orgias

Los Orgias se mudaron finalmente el 19 de junio, fiesta federal en Estados Unidos que conmemora el fin de la esclavitud, justo 10 semanas después de que naciera su hija Whitley.

“Nuestra partida no estaba planeada de antemano, pero en mi opinión fue algo fortuito”, señala Courtney.

Volvieron directamente a México, donde pasaron varios meses en Guadalajara, Sayulita, Puerto Vallarta, Ciudad de México, Tulum y Playa del Carmen.

Courtney y Justin dicen que eligieron México como “punto de partida” por su proximidad a EE.UU. y el hecho de que tiene tantas ciudades con grandes infraestructuras.

“Además, México es tan grande y diverso”, añade Courtney. “Queremos explorarlo lo más a fondo posible”.

La familia de cuatro miembros también viajó a España y Marruecos antes de pasar a Colombia, donde visitaron Medellín y Bogotá, y viajaron después a Brasil.

“Hacemos viajes lentos”, explica Justin. “Así que seis meses en cada nuevo lugar. Pasamos menos [tiempo] si pensamos que esta ciudad no es un lugar en el que queramos pasar más de un par de semanas”.

“Pero intentamos planificar seis meses”.

Aunque viajar con dos niños pequeños conlleva sus dificultades, dicen que en realidad ha sido más fácil de lo que esperaban.

“Realmente pensé que sería más difícil”, admite Courtney. “Pero llevamos haciéndolo desde que eran muy pequeños. Y viajamos con tanta frecuencia que ya lo tienen dominado”.

“Para ellos, ir al aeropuerto es como ir al supermercado. Saben lo que va a pasar. Tenemos todos nuestros procesos en marcha. Se ha convertido en algo natural”.

Momentos importantes

La familia pasó las pasadas Navidades en Marruecos, y durante su estancia en Marrakech dieron un paseo en globo aerostático. Crédito: Courtney Orgias

A pesar de ser unos profesionales de los viajes, Courtney y Justin admiten que sus hijos no son ajenos a las crisis ocasionales.

“Los niños pequeños son niños pequeños”, añade Courtney, antes de señalar que hay ciertos “problemas de nicho” que surgen al estar tanto tiempo en movimiento, entre los que se encuentran los interminables juguetes perdidos.

“Creo que lo bueno es que hemos cultivado mucha adaptabilidad y flexibilidad gracias a este estilo de vida, y eso se aplica también a los niños”.

Courtney y Justin investigan mucho los destinos que eligen para asegurarse de que podrán vivir y trabajar cómodamente en familia. Sin embargo, algunos lugares les han resultado más difíciles que otros.

Por ejemplo, Medellín, una ciudad colombiana muy popular entre los nómadas digitales, les pareció “difícil de recorrer con niños” y acabaron acortando su estancia allí.

En los 18 meses transcurridos desde que salieron de Estados Unidos, los Orgias han vivido diferentes hitos como familia, como ver a Whitley dar sus primeros pasos en Río de Janeiro y cabalgar por las montañas del Atlas en Marrakech en Navidad.

“Cada vez que tenemos la oportunidad de vivir algo por primera vez o algo muy especial”, dice Courtney.

“Y puedo verlo a través de los ojos de los niños, creo que esos serán siempre los momentos más destacados para mí”.

Courtney y Justin han estado haciendo crónicas de sus aventuras a través de Instagram y YouTube y dicen que han recibido mucho apoyo de otros padres que admiran lo que están haciendo.

“Tantos padres, especialmente negros, de Estados Unidos, dicen: ‘Ojalá pudiera hacer esto, y quiero viajar más con mis hijos. Pero me da miedo subirme a un avión con mis hijos’”.

Aunque entienden por qué otros pueden ser aprensivos, la pareja subraya que, aunque a veces se han sentido incómodos al visitar “zonas donde no hay mucha diversidad”, nunca se han sentido inseguros.

“Creo que hay ciertas zonas, sobre todo teniendo en cuenta que los niños pueden necesitar guardería, a las que hemos decidido no ir”, añade Courtney.

“Simplemente porque nos preocupan o porque hemos oído cosas sobre la diversidad o las experiencias de otras personas. Pero, en última instancia, no dejamos que eso nos impida comprobarlo por nosotros mismos”.

Explica que cree que es importante “tener los pies en la tierra” y visitar los lugares de forma independiente, en lugar de guiarse solo por lo que otros han dicho.

“Si nos hubiéramos limitado a escuchar lo que otros decían sobre la seguridad, nunca habríamos ido a Brasil ni a México”, añade Courtney. “Nunca irías a ningún sitio si te limitaras a escuchar lo que circula por ahí”.

De vez en cuando reciben comentarios negativos de quienes piensan que Xavier, de cuatro años, y Whitley, de uno, son demasiado jóvenes para apreciar de verdad ver mundo.

Pero Courtney y Justin están increíblemente agradecidos de poder exponerlos a diferentes lugares y culturas a una edad tan temprana.

Courtney describe cómo ha aumentado la confianza de su hijo desde que salieron de Estados Unidos.

“Xavier se desenvuelve con soltura en conversaciones con adultos”, dice. “A nuestros hijos les gusta entrar en las habitaciones con una sensación de seguridad. Sienten que pertenecen a un sitio, porque van a sitios”.

“Y creo que, sobre todo como niños negros, eso es algo realmente importante. Queremos que sepan, entiendan y crean que no hay lugar en el mundo al que no pertenezcan y al que no puedan ir. No hay habitación a la que no pertenezcan ni mesa en la que no puedan sentarse”.

Un vínculo fuerte

La pareja dice que les encanta ver el mundo a través de los ojos de Xavier, de cuatro años, y Whitley, de uno. Crédito: Courtney Orgias

Aunque han considerado la posibilidad de educar a sus hijos en casa, los Orgias creen que los colegios internacionales pueden ser más adecuados para su familia, y sugieren que probablemente tomarán este camino una vez que sus hijos sean mayores “para que moverse siga siendo una opción”.

Desde su partida, han regresado a Estados Unidos en varias ocasiones, han pasado tiempo con sus seres queridos en Atlanta y Florida, y recientemente han visitado Portugal.

Reflexionando sobre el tiempo que han pasado fuera, la pareja cree que se han unido mucho más como familia.

“Hemos aprendido a confiar los unos en los otros en muchos aspectos, pero también es una aventura”, dice Justin. “Es una experiencia”.

Aunque el estilo de vida nómada digital funciona para su familia, la pareja reconoce que viajar puede ser estresante, sobre todo si no se está acostumbrado, y que las cosas no siempre salen bien.

Recordando una situación en la que se quedaron temporalmente atrapados en Cancún “sin alojamiento, sin equipaje y sin vuelo”, Courtney cree que este tipo de contratiempos los ha hecho más resistentes.

“Esos momentos, por muy estresantes que sean, acaban poniéndote en una posición en la que, cuando todo termina, piensas: ‘Vaya, esto es increíble. Trabajamos tan bien en equipo’. Y tenemos tantos pequeños momentos especiales con los niños que espero que sean sus principales recuerdos que seamos capaces de construir. Porque hemos elegido un estilo de vida alternativo en el que no están todo el día en la guardería y se llevan lo peor de nosotros y nosotros de ellos por la noche”.

Actualmente están de vuelta en México y planean pasar las vacaciones de fin de año en Canadá, antes de regresar a Colombia o viajar a Senegal y seguir explorando África. Courtney y Justin también tienen muchas ganas de visitar Asia en el futuro.

“Ninguno de los dos ha estado nunca [en Asia]”, explica Courtney. “Así que estamos intentando calcular las zonas horarias y poner a prueba nuestra flexibilidad para ver cómo podemos hacerlo posible”.

La pareja, que dice seguir desalentada por el clima político actual en EE.UU., explica que intentan compartir relatos honestos de sus experiencias con regularidad, ya que creen que es importante que familias como la suya vean que este tipo de estilo de vida es posible.

“[su contenido en las redes sociales] Es realmente para mostrar a la gente, y en concreto a las familias negras estadounidenses, que tienen otras opciones”, añade Courtney.

Esperan que su historia inspire a otros a dar el paso, señalando que el estilo de vida nómada digital no tiene por qué ser todo o nada.

“Si no te gusta, siempre puedes volver”, dice Justin. “Incluso si quieres empezar dando pequeños pasos.

“No tienes que vender tu casa y todas tus posesiones, como hicimos nosotros”.